Un solo grito, el de Nardoni contra Sarmiento de Junín, en los últimos ocho partidos del Tate. Cuatro tiros en los caños, un penal malogrado y diez situaciones de jugadores "cara a cara" que fallaron. Pateó 70 veces al arco y gozó de 55 tiros de esquina. Increíble la sequía del Tate.
"Hagan un gol, por favor". Así rezaba una recordada bandera en la platea del estadio Arquitecto Ricardo Etcheverri en el año ´99, en pleno corazón del barrio porteño de Caballito. Es que Ferro Carril Oeste ostentaba una marca negativa: equipo argentino que estuvo mayor cantidad de minutos sin convertir un gol en Primera División. Esa marca verdolaga, de 875 minutos sin marcar en el profesionalismo, sigue hoy vigente varios años después. El dato se vincula con esta malaria del "no-gol" que lo está ahogando, asfixiando y condenando al Unión de Gustavo Munúa. La pregunta surge sola: ¿es sólo un tema futbolístico de los jugadores o ya se instala como un problema mental, psicológico o anímico?.
Al ganarle a River, ese mencionado Ferro rompió en ese momento la racha más larga en la historia del fútbol argentino de un club sin convertir goles. Fueron 875 minutos en total hasta que Chaparro venció la resistencia de Roberto Bonano. Pasaron 137 días, un cambio de almanaque, una estación completa en el medio, para que los hinchas del Verde pudieran volver a gritar un gol.
El recordado Jorge Cordon, ahora DT, jugó ese partido: "Había banderas y un cartel en la mitad de cancha, uno chiquito pegado al alambrado que decía "Arco a 50 metros" con una flecha y eso nos causó mucha gracia, pero sabíamos que teníamos que revertirlo. El gol fue una envión anímico para ganarlo, no se pensó tanto en la racha. Hubo mucho empate igual, nosotros peleábamos el descenso y el punto en ese momento servía también".
En el caso de Unión, el zapatazo de Juan Ignacio Nardoni cortó la malaria contra Sarmiento de Junín en el 15 de Abril, pero la racha del "no-gol" lo está condenando al equipo del uruguayo Gustavo Munúa: un solo grito en ocho (8) partidos. Hasta en eso fue "caprichoso" el destino: el único gol fue sin entrar al área, desde afuera de la llamada "18".
La frialdad de los números y el estudio profesional que ya tiene contratado cada staff técnico (así como el famoso chaleco GPS arroja el recorrido de cada futbolista durante los 90 minutos), evidencia hasta qué dimensión llega la racha negativa del Tate. Desde la cuenta de Twitter Analista @AnalistaCAU, aparecen algunos datos en estos últimos ocho partidos.
- Cantidad de tiros de esquina a favor: 55
- Cantidad de remates desviados: 39
- Cantidad de tiros bloqueados o tapados: 31
- Cantidad de remates que fueron al arco: 29
- Situaciones de gol mano a mano: 10
- Remates en los caños (vertical u horizontal): 4
- Cantidad de goles: uno (1) solo en ocho partidos
"Les faltó agregar otro dato: un penal desperdiciado, el del Loco Álvez contra Patronato en el Grella, que atajó el arquero", avisó un hincha tatengue. De paso, la presencia de Emanuel Brítez (ex jugador de este mismo equipo de Munúa y actualmente en el Fortaleza de Brasil) en las plateas del 15 de Abril en el partido contra Independiente, recordó otro dato. Desde que se fue el "Loco 22", nunca más el equipo volvió a festejar un gol desde la pelota quieta o "balón parado".
Fue, casualmente, el día de su despedida (emocionado) contra Nacional de Montevideo por la Copa Conmebol Sudamericana en el 15 de Abril. La noche del 5 de julio en Santa Fe, cuando Brítez de cabeza ponía 1-2 el global con el "Bolso" y encendía el camino del sueño para remontar el global. Fue de cabeza, con un hermoso cabezazo en el arco de López y Planes. Finalmente, el acumulado fue 4-1 para los uruguayos, Unión quedó eliminado y Ema Brítez se fue al Fortaleza de Brasil, donde es figura en casi todos los partidos.
Pasando en limpio, ya van 13 fechas del campeonato criollo y camino a los 100 días, que más allá del mucho trabajo durante la semana en Casasol, el Unión de Munúa no puede inflar la red rival con una jugada de pelota quieta, preparada y con el balón detenido. El escaneo individual indica que tiene interesantes ejecutantes y buenos cabeceadores. Pero la pelotita no entra.
Creer que el peso del "no-gol" en Unión es responsabilidad exclusiva del uruguayo Álvez, el paraguayo Junior Marabel, Peralta Bauer, Luna Diale o el colombiano Castrillón es sólo mirar una parte de la realidad. Antes que ese Ferro mencionado que superó los 800 minutos sin gol, la referencia era el Deportivo Mandiyú de Corrientes: el equipo correntino completó, en el campeonato Clausura de 1992, 784 minutos sin vulnerar el arco contrario. Los principales delanteros de aquel plantel eran Martín Mandra y el uruguayo Hugo Romeo Guerra. "Todos somos responsables: los que juegan atrás y los de adelante. Creo que esto es sólo una racha adversa", declaraba Mandra para explicar la sequía.
Con un solo gol en ocho partidos (el de Nardoni a Sarmiento) y en medio del "no-gol" que lo está liquidando al Unión de Munúa, el gran tema a resolver es si los motivos son futbolísticos o psicológicos. En medio de este calvario con sequía en López y Planes, lo de la cabeza (mental) está igual de mal que lo de los pies (la definición técnica de cada jugada) en los players del Tate.