Quizás el partido del sábado ante San Lorenzo, complicadísimo, no sea el más accesible, pero hace mucho que el equipo amaga y no consigue lo que necesita como el agua para vivir: ganar.
Mauro Luna Diale está jugando suelto, detrás del "9" y no consigue darle claridad al equipo en los últimos 30 metros de la cancha. Debe levantar urgente. Créditos: Manuel Fabatía.
Es complicadísimo el partido del sábado. No sólo por lo que representa San Lorenzo -un equipo mejorado notoriamente por un entrenador (Insúa) que con poco hizo un montón- sino por este momento de Unión, en el que el despegue no llega. Sobre todo desde las matemáticas, que son las que terminan gobernando en un fútbol plagado de urgencias y presiones, que habitualmente deja relegado el aspecto estrictamente futbolístico, del juego en sí, a un segundo plano por debajo del resultado propiamente dicho.
Hay algo a favor que tiene Unión, dentro de lo complejo que representa el compromiso: se juega de visitante. Y a Unión no le ha ido mal en los dos partidos que jugó. Quizás el gran defecto fue el de no haber sabido aprovechar lo que tenía disponible y merecía, que era la victoria. La falta de contundencia fue el gran obstáculo, pero tanto ante Banfield como frente a Barracas Central, jugó mejor que el rival y mereció la victoria. Distinto fue lo que le pasó ante Instituto y en el clásico, cuando jugó de local.
Jugar de visitante se ha convertido en un problema menor que hacerlo de local para Unión. Los partidos se presentan distintos. Unión es un equipo que se siente cómodo frente a dos situaciones: *1) que sea un partido de mucha intensidad y ritmo; 2) que tenga espacios para aprovechar. Esto último se le dio el domingo, después del gol de Aued, pero no lo supo aprovechar. Unión creó pocas situaciones, nada que ver con la gran cantidad que había tenido ante Barracas Central. Y si bien el porcentaje de tenencia de pelota, de acuerdo a las cifras oficiales y a la de "Analista CAU" le otorga una ventaja sobre Colón, visualmente esto no se pudo ver y tampoco le alcanzó para ejercer el control del partido, porque fue Colón el que terminó dejando un aspecto más sólido y parejo.
La formación que jugó ante Barracas y el clásico. ¿Se repetirá el sábado en el Nuevo Gasómetro?. De pie: Mele, Calderón, Vecino, Piris, Machuca, Aued. Agachados: Vera, Luna Diale, Zenón, Corvalán y Gordillo. Créditos: Eduardo Seval
Hay algo que a Munúa le debe causar "un poco de ruido" y es el bajo nivel de Luna Diale. En él y en lo que pueda aportar Aued, están respaldas las esperanzas de una salida clara y creativa de la pelota desde la mitad de la cancha. Luego, Machuca y Zenón se pueden sumar al circuito pero tienen la obligación de ser más verticales y no tan posesivos. El fútbol tiene que salir de los pies de Luna Diale. Y la realidad es que está bajo, juega mucho de espaldas, no encuentra el espacio justo para hacerse de la pelota y, cuando lo consigue, le falta la precisión suficiente para meter un pase en profundidad o entre líneas.
Munúa arrancó el torneo con un 4-3-3 que enseguida modificó cuando tuvo a Aued y Gordillo en condiciones de hacerlos jugar desde el arranque (el partido en Barracas). El equipo se adapta a este esquema actual, el de jugar con un doble cinco, un volante ubicado por delante de ellos, dos extremos y un "9". ¿Cambiar a esta altura?, difícil. Tampoco uno se imagina que la estrategia puede variar, porque Unión no es un equipo acostumbrado a replegarse o a regalarle la pelota al adversario. En lo que Munúa tendrá que pensar y evaluar, es en aquéllos niveles individuales que no están a la altura de lo esperado. El de Luna Diale es uno de ellos, aunque el reemplazante natural para ese sector de la cancha, hoy, está lesionado (Ezequiel Cañete). Y lo otro sería lo que buscó el domingo, con el ingreso de Enzo Roldán, más caracterizado como volante de marca y juego y no exclusivamente de juego, como Luna Diale. Y después, la espera que se viene haciendo casi eterna de que alguno de los "9" empiece a meterla. Ni Marabel ni Vecino (en este caso con pocos partidos todavía) parecen darle al equipo esa garantía de gol que le viene faltando desde hace bastante tiempo y se ha convertido en un gran déficit.
Thiago Vecino ensaya una chilena. Puso muchas ganas, pero Unión necesita que alguno de los "9" se destape y la meta. Créditos: Manuel Fabatía.
Unión necesita de la ayuda de los resultados. Munúa lo está necesitando. Sus números están en falta y el técnico es el primero en saberlo. También hay que entender que los resultados no fueron decisivos en su continuidad, pues se analizaron otros elementos que fueron considerados tan importante como los mismos resultados. La promoción de jugadores, la venta de tres de ellos que generaron ingresos extraordinarios e históricos, más una muy buena participación en la Sudamericana, sirvieron para que el mismo Munúa considere "ilusionante" el proyecto de Unión.
Desgraciadamente, los resultados son los que modifican humores y Unión necesita que las matemáticas también se sumen a esas cualidades que la dirigencia y la secretaría técnica tuvieron en cuenta para respaldar la continuidad de Munúa, con el convencimiento de que se estaba por el buen camino.
12 años
Lleva Unión sin victorias de visitante ante San Lorenzo. La última vez fue por la mínima diferencia, en 2011, con gol de Paulo Rosales. El técnico de Unión era Frank Darío Kudelka.
"Si continuamos con este compromiso, carácter y personalidad, vamos a pelear por el campeonato". Augusto Batalla - Arquero de San Lorenzo
El "punto" casi se lleva todo
Por Ricardo Porta
Alarmante! Campañas de descenso de los dos. "Olor a nardos", frase común de los veteranos futboleros argentos cuando su equipo está en camino de perder la categoría. Veamos, Munúa: últimos 20 partidos. Ganó 2, E 8 y P 10. GF 10 y GC 24. 14 puntos de 60. Promedio más bajo que Patronato cuando descendió. Saralegui: 2 puntos de los últimos 7 Partidos. O sea 2 de 21.
Entre los dos equipos, en estos 4 partidos jugados por cada uno, suman 4 Pts. de 24. ¿Son campañas de descenso o no?. Inexplicable que Luis Spahn y su CD, en la víspera del clásico, le haya renovado el contrato al DT. Vergonzoso. No explicaron nunca por qué el DT no estampaba su firma.
Pero alguien, como el que escribe esta columna, que ha visto casi todos los clásicos de hace más de medío siglo, con esos promedios en sus campañas, esperaba que pierdan los dos, pero como eso es imposible apostó a un empate. Sin esperar nada mejor de parte de los dos. La igualdad le quedó mejor a Colón, que llegaba "invicto" (con tres jugados y tres derrotas): era el "punto", en relación a la imagen dejada ante Barracas por el equipo de Munúa.
De todas maneras, el local empezó mejor y luego se fue desinflando. Logró abrir el marcador con una jugada de pelota detenida (un avance en el trabajo del uruguayo técnico local). Pero después cayó en sus lagunas encontrando a un rival que iba creciendo en sus fuerzas. Claramente el primer tiempo, sin jugarlo bien, se lo doy a Unión. Pero en la complementaria y sobre todo después del empate de Perlaza, para mí junto a Machuca, los mejores del partido. Con ventaja para el "cafetero" por ser más eficaz marcando un gol, fue justificando la división de puntos…y en la última bola, casi se queda con todo. Álvarez falló con el arco a su disposición. Facundo Tello, de muy buen arbitraje, bajó las cortinas. Final.
"Olor a nardos" en el ambiente santafesino. Un baño de humildad es lo que reclamo a los responsables de dirigir a los dos clubes. POR FAVOR NO MIENTAN MÁS…