Sábado 20.8.2022
/Última actualización 20:37
Gustavo Munúa es un entrenador que ideó un libreto muy claro para su equipo. Encontró los jugadores, incorporó otros que pudieran adaptarse y le dio funcionamiento. Se le cayeron "soldados" importantes en el camino, caso Álvez por ejemplo, pero no perdió capacidad de gol y llegó a tener el equipo más goleador del torneo, hasta hace un par de fechas. El mérito fue encontrar una gran cantidad de jugadores con llegada a la red rival. Tuvo una racha de seis derrotas que se mezclaron con la muy buena copa Sudamericana que hizo, a pesar de caer en octavos de final ante Nacional de Montevideo. Se recuperó y estuvo siete partidos sin perder (con cinco victorias) y eso lo encaramó en las tablas. Las últimas dos derrotas -en La Paternal con Argentinos y en Santa Fe con Gimnasia- le pusieron un freno a la campaña.
¿Qué pasó?, algo que se viene sosteniendo desde hace un tiempo. Unión es un equipo que necesita urgente de variantes tácticas y estratégicas. Necesita un "plan B" para sortear el escollo de aquellos equipos que le encuentran la vuelta, como hicieron Gimnasia y Argentinos. Los dos le taparon bien el juego por afuera. Y en el caso de Gimnasia, cuando le cedió pelota y terreno se abroqueló muy bien del medio hacia atrás, proponiéndole algo que a Unión le cuesta: jugar con espacios muy reducidos.
Buscar alternativas que no se reduzcan a los pelotazos de Polenta o a apostar a algún mano a mano ganado por afuera como únicos argumentos cuando el rival achica espacios del medio hacia atrás, es el gran desafío. Unión juega mejor cuando tiene enfrente a un equipo que le propone un partido abierto. El tránsito rápido en el medio es su fuerte, para aprovechar la dinámica y explosión de sus jugadores. Se siente cómodo así y no en partidos más cerrados y sin espacios, como le propuso Argentinos Juniors en una cancha de dimensiones reducidas como el Diego Armando Maradona de La Paternal.
Para superar las inestabilidades, es necesario descifrar partidos como los dos últimos. Primero, jugar mejor (en ambos, se jugó mal). Y segundo, para lograrlo hay que tener alternativas que permitan darle más claridad al juego. Unión terminó jugando, ante Gimnasia, con cuatro delanteros (los dos extremos y los dos "9"), pero sin un juego intermedio que permita clarificar la jugada y abrir espacios ante una defensa bien armada.
No es la primera vez que esto pasa. La línea de juego, la identidad, está clara y le dio resultados a Munúa. Pero es necesario que haya más variantes para que el equipo no termine atado a un esquema y choque contra la pared que le propone el rival. El salto de calidad tan pretendido y que el mismo entrenador pregona y desea cuando señala que "vamos por más", se dará cuando encuentre soluciones para esta clase de partidos. Quizás sea parte del crecimiento, individual y colectivo, que necesita el equipo.
Se confirmó que Unión recibirá, luego de visitar el lunes a Estudiantes, a Aldosivi de Mar del Plata el domingo de la semana que viene (28 de agosto) a las 20.30 en el 15 de Abril. Luego, el Tate viajará a Paraná para enfrentar a Patronato el viernes 2 de setiembre a las 19 y jugará ante Sarmiento, en Santa Fe, el jueves 8 a las 20.30.