(Enviado Especial a Rosario)
Newell’s lo superó en casi todo el partido. Pasó algo que no había ocurrido en los otros partidos y fue que el rival jugó mejor. El resultado es lo único positivo.
(Enviado Especial a Rosario)
Se cotiza el punto. ¡Claro que se cotiza! Unión no jugó para nada bien y fue superado. Sufrió el trámite en varios pasajes. Newell’s lo superó. Otra vez tuvo que remontar un resultado adverso y en el peor momento logró llegar al empate. Tuvo en su arquero Moyano a la figura y llegó empate sanador a través de un derechazo (sí, leyó bien, un derechazo) de Zenón para convertir el gol del empate. Fue injusto el resultado. Newell’s hizo más y mereció más. Por eso se cotiza muchísimo lo que se lleva a Santa Fe.
No fue nada bueno el primer tiempo de Unión. Se dio un partido bien clarito y definido: Newell’s teniendo más la pelota, más adelantado que el rival y asumiendo la iniciativa del partido; Unión, jugando al contragolpe pero apenas inquietando en un par de oportunidades, cuando alguno de los centrales falló o cuando se encontraron espacios que aparecían, pero que Unión no terminaba de explotar.
Moyano fue responsable del 0 a 0 del primer tiempo. Le tapó un mano a mano a Aguirre (que arrancó por derecha y luego encontró un espacio propicio por izquierda y cambió de punta), y luego sacó en forma espectacular un remate desde afuera del área de Martino. El –Moyano- y Zenón fue de lo poco para rescatar en Unión. Ausente el mediocampo, sin recuperación suficiente y sin manejar la pelota. Poquísimo de Luna Diale, lo mismo de Mosqueira y algunas apariciones muy esporádicas de Banega para tratar de equilibrar la movilidad y mayor predisposición de los tres volantes de Newell’s para manejar la pelota.
Sabedores de la intensidad de los dos equipos, el que estuvo más a tono con lo que se esperaba fue Newell’s. Fue más convincente, más preciso y jugó con más libertad que el rival. Esto le posibilitó inclinar el trámite a su favor, algo que se hizo mucho más evidente en los 15 o 20 minutos finales del primer tiempo.
Unión apenas tenía la subida de Zenón (hasta que Méndez lo pudo tapar y controlar) y nada más. Domina y Morales no se encontraron y sólo generaron un par de apariciones sin demasiado peligro para un Hoyos que terminó trabajando mucho menos que Moyano en esa primera parte del encuentro.
El empate parcial no dejaba de ser un “premio” para Unión y un castigo para Newell’s. Al gasto del partido lo hacía el local. Unión sólo entendía que el contragolpe podía ser un arma interesante para complicar a Newell’s y aprovechar el adelantamiento masivo de los defensores. Pero la salida no fue precisa, no hubo “lanzadores” y la escasa participación de los volantes privó, a Unión, de capitalizar esa vía (la del contragolpe) para llegar con alguna chance al arco rosarino.
Nada cambió en el complemento. Todo lo contrario. Se intensificó no sólo el dominio de Newell’s, sino la falta de respuesta futbolística de Unión. Mientras el equipo del Kily no era capaz de dar dos pases seguidos, el de Heinze era puro ímpetu, vértigo y lograba recuperar rápidamente el balón, sobre la misma salida de la defensa de Unión. El cabezazo de Recalde, luego del córner desde la izquierda, le dio la ventaja que Newell’s merecía largamente a esa altura del encuentro ante una pasividad preocupante del equipo del Kily.
Movió el banco el técnico. Entraron Orsini y Tanda por Domina y Banega. Y en la primera pelota que tocó, en el peor momento de su equipo, Orsini peinó hacia atrás luego de un saque de costado y la pelota cayó en los pies de Zenón, que colocó un remate abajo y de derecha que marcó un impensado e injusto empate, por lo que estaba sucediendo hasta ese momento.
Algunas imprecisiones y ciertas indecisiones en los últimos metros (o falta de puntería como la que tuvo Ferreyra en una jugada propicia) impidieron que Newell’s saque provecho de su superioridad. El ingreso de Tanda le dio un poco más de presencia en el medio, Orsini aguantó más la pelota arriba, pero Newell’s siguió siendo más. Y si aparecía alguna jugada de peligro, ahí estaba Moyano (gran figura) para cerrar el arco, como lo hizo en forma espectacular al descolgar del ángulo un remate de May desde afuera del área.
El Kily metió a Del Blanco para oxigenar aún más el medio. Lo hizo por Morales (no tuvo ninguna para convertir) y pasó Luna Diale arriba. En el final, aportó altura defensiva con Pardo, por Vera, pasando Paz a la función de lateral en una línea de cinco con muchísimo trabajo durante los 90 minutos.
Terminó siendo un “puntazo” para Unión. De todos los partidos, éste con Newell’s fue el más trabajado, el más complicado y el partido en el que menos lució. El rival lo superó, cosa que no había ocurrido en los otros partidos. Terminó apurado. Metido atrás. Sin jugar para nada bien. Y con el arquero como figura. Nada más para agregar.
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