Unión cayó este sábado por la tarde 2 a 1 en su visita a San Lorenzo de Almagro, en un encuentro correspondiente a la fecha 5 de la Superliga.
El conjunto rojiblanco cayó 2 a 1 en su visita a San Lorenzo. El local marcó a los 3 y 19 minutos del primer tiempo, y a partir de ahí aguantó el partido (el descuento lo marcó Bonifacio). Los dirigidos por Madelón jugaron un muy buen segundo tiempo y estuvieron cerca del empate, hasta que en el final fueron expulsados Damián Martínez y Bottinelli, lo que dejó al Tate sin chances.
Unión cayó este sábado por la tarde 2 a 1 en su visita a San Lorenzo de Almagro, en un encuentro correspondiente a la fecha 5 de la Superliga.
Los goles los marcaron Ángel Romero y el exUnión, Bruno Pittón, mientras que Ezequiel Bonifacio consiguió el descuento.
Esta fue la tercera derrota consecutiva del equipo de la Avenida López y Planes, pero a diferencia de los dos partidos anteriores, esta vez los de Madelón hicieron méritos suficientes para llevarse, al menos, un empate y, lo que es más importante, el equipo terminó jugando un muy buen segundo tiempo.
No obstante, los tempraneros goles del local, la falta de efectividad del visitante, y las dos expulsiones en el final (de Martínez y Bottinelli) terminaron inclinando la balanza a favor del Cuervo.
No habían pasado 3 minutos de comenzado el partido cuando el local se puso en ventaja: desde un tiro de esquina llegó un centro al segundo palo donde Ángel Romero metió un cabezazo para poner el 1 a 0.
El Tate no empezó de la mejor manera, pero de a poco fue levantando el rendimiento y a los 16’ Unión tuvo una inmejorable oportunidad cuando Acevedo metió un pase en profundidad y Comas, mano a mano con el arquero, tuvo tiempo de parar el balón dentro del área y acomodarse para rematar, pero Navarro salió bien y el la definición no fue buena.
Y lo que el rojiblanco perdonó, el dueño de casa no: a los 19’, tras una buena jugada por la derecha, llegó un centro y por el segundo palo apareció solo Bruno Pittón, que sacó un remate que se desvió en un defensor y la pelota se metió pegada al primer palo para el 2 a 0.
San Lorenzo 2 - Unión 1
Cuando parecía que el equipo de Madelón emparejaba, llegó ese duro golpe que le daba a San Lorenzo un triunfo justo, aunque con una diferencia demasiado amplia de acuerdo al trámite.
Pero en los 15 minutos finales de la etapa se empezó a ver lo mejor de Unión, que equilibró las acciones y a los 36’ tuvo premio: Jalíl Elías metió un gran pase profundo para Ezequiel Bonifacio que definió muy bien, primero imponiéndose en el cuerpo a cuerpo ante la marca de un defensor, y luego para dejar en el camino al arquero y mandar el balón al fondo del arco.
A los 42’ otra vez Bonifacio estuvo cerca de establecer el empate al cabecear un centro en el corazón del área, pero Navarro tuvo otra notable intervención para evitar la caída de su valla.
Si bien el local fue superior en la parte inicial, Unión se recuperó en el tramo final y logró achicar diferencias en una primera parte que tuvo dos defensas que jugaron mal y en la que el dueño de casa fue más efectivo, lo que le permitió irse al descanso en ventaja.
MEJOR UNIÓN
En el complemento Unión comenzó bien, con un par de aproximaciones de riesgo y mostrando decisión a la hora de buscar el arco rival. El Tate fue el claro dominador del juego desde el principio, y las acciones de riesgo se acumularon frente al arco de Navarro.
La más clara para el Tate en toda la etapa fue a los 32’, cuando llegó un centro al área desde un tiro libre y por el segundo palo apareció absolutamente solo Bottinelli, pero el exazulgrana cabeceó débil y el arquero controló sin problemas.
Mientras, hasta ahí los dirigidos por Pizzi habían llegado en una sola oportunidad y sin mucho peligro.
Sin embargo, a los 37’ se “rompió” el partido, porque en una misma acción Unión sufrió la expulsión de dos defensores: primero Damián Martínez, que estaba amonestado y volvió a ver la amarilla por una falta. Y enseguida Bottinelli, que vio la roja por ir a protestarle al árbitro. Si bien no quedaba mucho por delante, eso terminó de cerrar el partido en favor del local, que estaba “contra las cuerdas”.
Tras esa acción apareció el arquero rojiblanco, Moyano, para sacar sobre la línea lo que era el tercero.
El final fue con bronca para el tate, no solo por la nueva derrota sino por las expulsiones (que complican el armado del equipo de cara al próximo partido), aunque habrá que destacar también que en una cancha y ante un rival siempre son difíciles, lo mostrado futbolísticamente en el segundo período se acerca al verdadero “Unión de Madelón”.