Unión y dos premisas para estos días: informar cómo se levantó la inhibición y "calmar" al Kily
Quedaron muchas dudas en cuanto al monto que se pagó y en qué consiste, si es que la hay, esa “donación” para la futura compra del predio. Al arquero suplente de Tigre, Unión lo dejó libre hace un tiempo.
Unión y dos premisas para estos días: informar cómo se levantó la inhibición y "calmar" al Kily
Quedaron muchas incógnitas alrededor del acuerdo entre Unión y la dupla Munúa-Lezcano. De manera extraoficial, lo que se pudo saber es que la deuda se redujo a la mitad y que hubo una “donación” de los acreedores que oscila en los 200 mil dólares para una futura compra del predio para las divisiones inferiores. Unión se comprometió, cuando el viernes informó oficialmente el arreglo y la aceptación de Fifa para levantar la inhibición, a aclarar en un futuro cercano los términos de ese acuerdo. En la última asamblea, llevada a cabo en abril pasado y en la que se aprobaron Memoria y Balance de dos ejercicios, el presidente Spahn había informado que la deuda era de 240.000 dólares. Luego, se tomó conocimiento de un convenio de pago caído y de un aumento considerable de esa cifra. “No se arregla porque Lezcano no dice cuánto es”, se llegó a explicar en el momento más álgido de la negociación y mientras los días pasaban, el Kily se enojaba y declaraba, y Unión no podía concretar la incorporación de jugadores. No sólo que la incógnita gira alrededor de la cifra finalmente abonada, sino también que sería interesante que Unión explique e informe sobre lo otro, no sólo por ese carácter de “donación” que aparentemente existe por parte de Munúa y Lezcano, sino también por lo importante en este aspecto que es la promesa de adquirir el tan mentado y postergado predio que muchas veces se utilizó como “caballito de campaña” y que todavía no se ha materializado. Y que Unión necesita para tener su casa propia para las inferiores y no continuar de “prestado”.
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Ahora llega la otra parte de la historia, que es la de aprovechar estas dos semanas para sumar el o los jugadores que ha pedido el técnico. Por lo pronto, el nombre que todos asumieron públicamente en cuanto a su interés, fue el de Franco Fragapane, que está totalmente descartado y continuará en el Minnesota. La posibilidad se extinguió el jueves pasado, cuando se produjo el cierre del libro de pases para jugadores que están en el exterior y sólo se podrá sumar alguno que haya quedado libre antes de esa fecha. Hasta el 6 de setiembre, se podrán incorporar jugadores que estén jugando en el país o que tengan categoría de libres.
Los últimos enfrentamientos en Victoria fueron positivos para Unión, ya que cosechó dos triunfos y un empate. La última derrota fue en 2016, cuando Tigre le ganó 3 a 1. Este año jugaron por la Copa de la Liga y Unión ganó bajo la lluvia por 1 a 0 con un gol de Mosqueira desde afuera del área. Anteriormente, había ganado 2 a 1 por la Copa de la Superliga con goles de Mazzola y Mauro Pittón (golazo de tiro libre). Ese torneo fue ganado por Tigre, de la mano de Pipo Gorosito, que derrotó en la final a Boca. El choque con Unión se produjo en octavos, instancia a la que Unión accedió eliminando primero a San Martín de Tucumán. Contra Tigre, ganó el partido de ida 2 a 1 pero perdió el de vuelta 3 a 1 en el 15 de Abril y así quedó eliminado de este torneo.
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En Primera, la primera vez entre Tigre y Unión en Victoria fue en 1968, en ocasión de un Reclasificatorio que le dio el ascenso a Unión. Ese día empataron 0 a 0. Y el primer triunfo de Unión en Victoria fue en 2013, cuando Unión ganó 2 a 1 con goles convertidos por Franzoia. A ese equipo lo dirigía Sava y terminó yéndose al descenso.
Los 11 que iniciaron el partido con Argentinos Juniors y que serían los mismos que arrancarán el sábado en Victoria. De pie: Pardo, Bruno Pittón, Orsini, Mosqueira y Cardozo. Agachados: Balboa, Vargas, Mauro Pittón, Paz, Rivero y Corvalán. Crédito: Manuel Fabatía
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En Tigre está atajando Alan Sosa, un arquero que se formó en Unión y quedó en libertad de acción. Sosa llegó a Unión, proveniente de Reconquista, en 2011. Formó parte del plantel profesional, pero sólo atajó en reserva y dos partidos de Copa Santa Fe. Es decir que, oficialmente, no llegó a jugar ningún partido. De Unión se fue a Real Pilar, luego a Villa Dálmine y posteriormente a Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Fue allí cuando Tigre resolvió comprar su pase y pagó 400 mil dólares. Hoy Sosa tiene 28 años, firmó contrato en Tigre hasta 2027 y fue anunciado oficialmente el 10 de agosto pasado. Sosa es el arquero suplente de Zenobio, que atajó en todos los partidos que jugó Tigre hasta el momento.
Hay muchos jugadores en común entre Tigre y Unión, la mayoría de ellos son bastante contemporáneos aunque hay algunas excepciones. Por ejemplo, en ambos clubes jugaron Alberto Castillo y Rodolfo Juárez. Los dos militaron en Unión en la década del 70 y en la B. Ambos estuvieron en 1973, cuando Unión se reafilió a la Afa y en el caso de Juárez, formó parte del plantel que ascendió hace 50 años en el histórico “Campanazo”. A Juárez le decían “Rana” y es muy recordada aquella delantera que compartía con Benito Emilio Valencia y el “Huevo” Jorge Garello. También estaba Leopoldo Luque en ese plantel, a veces jugando como número “10”. Otro jugador en común de hace tiempo atrás, es el defensor Héctor Artico, que también jugó en River y Passarella era suplente suyo.
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Daniel Islas, “Tato” Canuto, Erramuspe, Renzo Vera, Alessandria, Laspada, Carmelo Villalba (llegó a Unión cuando Altamirano fue transferido a Independiente en 1989), Cavallaro, Miguel Angel Lemme, Héctor Arregui (también de los ’70), Brian Aleman, Lucas Prato, Pablo Magnín (de gran actuación en Tigre, muy querido en este club), Pablo Islas y Juan Pablo Pereyra, algunos otros nombres en común entre ambas instituciones.
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En Tigre y en Unión, dirigió don Rodolfo Kralj. Este yugoslavo llegó al país para jugar en Ferro (fue el primer yugoslavo en hacerlo) y luego se dedicó a la dirección técnica. En Unión dirigió en dos ocasiones en la década del 60 y luego fue asesor de Menotti en la preparación de la selección para el Mundial de 1978. Alguna vez, Victorio Nicolás Cocco lo referenció. “Rodolfo Kralj me dirigió en Unión en 1965 y fue el hombre que me enseñó a ser profesional. Fue el que me inculcó que había que acostarse temprano, descansar bien, alimentarse bien y todos esos cuidados que un jugador que aspira a triunfar en el fútbol debe tener muy en cuenta”, señaló ese volante central que arrancó en Unión y luego se convirtió en un símbolo de San Lorenzo, cuando se coronó varias veces campeón entre el 68 y el 72, antes de partir a Europa.
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Unión en su última visita a Tigre. Crédito: Santiago Viana
Otros técnicos en común fueron Facundo Sava, precisamente, hoy de muy buena campaña en Atlético Tucumán y también el desaparecido Oscar “Cachín” Blanco, que dirigió a Unión en la temporada 2003-2004 luego de la salida del “Chaucha” Bianco (apenas cinco partidos al frente del equipo), un interinato de “Batata” Merlo y la posterior llegada de “Cachín”, que venía de dirigir en Atlético de Rafaela. Los malos resultados desembocaron no sólo en su salida, sino en la irrupción de muchos chicos de inferiores que asumieron junto a la trilogía Oyeras-Yorno-Marcelo López, la dura misión de evitar el descenso de Unión a la tercera categoría del fútbol argentino en 2004.
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Hasta este partido con Unión, la campaña de Tigre contemplaba sólo dos victorias en 11 partidos. Una fue de visitante, ante Argentinos Juniors y la otra fue la única de local, cuando derrotó a Riestra por 2 a 1. Además, de local perdió con Estudiantes, Racing (fue goleado) y Godoy Cruz. Y apenas consiguió empatar con Central Córdoba y con Belgrano. Su situación para el promedio es muy comprometida por este pésimo año que lo llevó a ser el peor equipo en la sumatoria de puntos, ya con la Copa de la Liga jugada (sacó apenas cinco puntos en ese certamen) y las once fechas de este torneo al momento del pitazo inicial de Rapallini.
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