Sábado 19.8.2023
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Ahora quedan 13 finales. En realidad, en la medida que los dirigentes no ayuden con refuerzos en estos días que quedan para el cierre del Libro de Pases, serán trece estaciones de un Calvario insoportable. Cada partido será una lucha, porque así como quedó “vaciado” el plantel, no le sobra casi nada. En realidad, le sobran un par de cosas: alma, corazón, vergüenza, entrega, despliegue. Después, claro está, le falta en todos lados.
El primer capítulo se escribió, de entrada, con un Unión “dormido” y con Racing moviendo la pelotita de manera inteligente con dos “bases” en modo básquetbol: el colombiano “Juanfer” Quintero y el ex Boca, Almendra. A partir de una cancha mejorada con verde furioso, pero demasiada “inundada” y rápida, uno podría decir que el Tate no hacía pie. Y tampoco le daba con el pie a la bola.
En ese momento de dudas, con poquito Racing se puso en ganancia en el 15 de Abril. Es cierto lo de la pifia involuntaria que “habilitó” a todos los que atacaban en “La Academia” y al mismo tiempo dejó mal parados a los que venían saliendo en la defensa local, la realidad es que Unión no había quedado bien parado ni escalonado al perder una pelota con mucha gente en ataque. El rápido 1-2 de Gago en Santa Fe y un golazo de Baltasar Rodríguez que le rompió la red a Sebastián Moyano.
Así, de una pelota quieta a favor de Unión en el área de Racing, nació el gol de La Academia. En ese rechazo visitante, el Tate hizo todo mal: mala cobertura (no resuelve Luna Diale de cabeza), pelota rápida a Moyano, el “1” la deja muy baja con los pies, el rebote accidentado y la resolución perfecta de los pibitos de Gago.
A pesar de no tener el “motorcito” colombiano de Yeison o las gambetas de Machuca, Unión lo fue a buscar con muchas ganas, decisión y amor propio. A los “ponchazos”, mereció irse con algo al descanso. Un par de cabezazos a las manos del arquero (primero de Morales, después de Corvalán) y una estirada de Tagliamonte para evitar el gol de Kevin Zenón de tiro libre con mucha rosca de zurda sellaron el excesivo 1-0 a favor de un “muletto” reforzado de La Academia en Santa Fe.
En el inicio del complemento se pudo terminar todo en Santa Fe: contra furiosa de Racing y Rojas que se lo pierde casi abajo del arco de Moyano.
Y eso que le faltó en la primera parte, lo encontró ni bien arrancado el complemento, después del alivio con ese posible 2-0 para Racing. La pelearon y la limpiaron en el frente izquierdo del ataque, la metió Luna Diale con veneno y Tagliamonte que había sido sinónimo de seguridad, salió a medias, dio rebote y ahí Unión brindó con un “Torito” (acorde a la crisis) el gol del empate. El chico de Boca, que llegó como único refuerzo hasta ahora, la mandó de carambola la red de La Academia. Lo gritó con alma y vida; lo festejó como si hubiera salido de La Tatenguita y no de Casa Amarilla.
Ahí se vio lo mejor del espectáculo, aunque al fin y al cabo casi nadie disfruta cuando se pelea el descenso. Hubo infarto en cada área.
Se metió apilando Baltasar pero Moyano salvó con todo el oficio. La robó Morales en la salida visitante, lo dejó solo a Domina pero la gambeta se le fue larga al chico del IPEI. Unión empujaba, con el aliento de su gente, pero se desnudaba. Hauche, que siempre le hace goles a los equipos de Santa Fe, lo perdió por duplicado: primero, centro de Pillud y después por pase-gol (increíble) de Piris habilitando de cabeza hacia atrás.
Las dos del final fueron del Tate: cabezazo de Calderón para que vuele Tagliamonte y Luna Diale tirando a la Perón un penal a la carrera.
Se fue la primera de las 14 finales. El tiempo y la calculadora dirán si fue punto ganado o perdido. Lo que está claro es que el “Kily” y el plantel necesitan la ayuda de refuerzos en estos pocos días que quedan para el cierre del mercado.
Más que finales, serán estaciones de un calvario lo que venga. Unión perdió en este receso cantidad y calidad; hasta acá sólo vino el pibito de Boca que arrancó derechito. Y a pesar del gol del “Torito” Morales, por ahora el mejor refuerzo de este muy digno Unión de Cristian Alberto González se llama “Corazón”.