Unión repite la película de la semana previa a Estudiantes
El presidente Spahn tiene "el sartén por el mango" para decidir su continuidad o la finalización del ciclo. Mientras tanto, recibe una fuerte presión interna de la comisión directiva, cuya mayoría opina que "hay que descomprimir". El cuadro de situación es muy parecido al de luego de perder con San Lorenzo, cuando se iba a jugar la sexta fecha y no había podido ganar.
No levanta cabeza. El Unión que pretende Gustavo Munúa no aparece, aunque el DT tatengue diga que está en el camino correcto. Crédito: Matías Nápoli
Gustavo Munúa cruzó todo el campo de juego para hablar después del partido. Se tomó unos minutos hasta que terminó de hacerlo Nacho Fernández. Ahí lo cruzó a Enzo Francescoli, su coterráneo, con el que charló un ratito hasta que ingresó a la sala de conferencias. Fue el primero de los DTs en hablar, pues luego le tocó el turno a Demichelis.
En ese encuentro con la prensa, reconoció la superioridad de River, dijo que el equipo no fue competitivo (seguro que esto es lo que más debió dolerle, porque forma parte prioritaria de sus pretensiones como entrenador) y terminó diciendo que tiene fuerzas para seguir y que "mientras vea que los jugadores también las tienen, los seguiré acompañando".
Luis Spahn regresó a Santa Fe de inmediato. Había viajado con la delegación (sólo no lo hizo en el partido ante San Lorenzo en este torneo y por un compromiso social inevitable), pero regresó en compañía de algunos dirigentes.
¿Qué se dice internamente en Unión?, lo de siempre. La mayoría cree que es el momento de provocar un cambio. O mejor dicho, de descomprimir un ambiente que condiciona muchísimo a todos, empezando por la dirigencia.
Se notó esto último el día del partido con Racing. Tanto, que el mismo presidente tuvo que quedarse un largo rato en el palco, después del partido, ya que hubo muchos gritos, insultos y esta vez decidió evitar cualquier tipo de exposición.
En Buenos Aires, un reducido grupo de hinchas aguardó el jueves la llegada de la delegación y arremetió contra Spahn. Se vieron un par de videos que se viralizaron. El presidente se frenó al bajar del micro, mantuvo un breve diálogo ante la atenta mirada del encargado de seguridad del plantel y luego se introdujo en el hotel. Daría la impresión de que este tema, el de Munúa, es algo que puede y debe resolver él y sólo él.
En un rápido e incompleto recorrido para testear el ambiente, es fácil advertir que la gran mayoría de los dirigentes están a favor de cortar el proceso. "Hay que descomprimir", es la frase más empleada, "porque vemos que esto no arranca". Desde ya que el partido del viernes era uno de los que generalmente se considera "perdibles", máxime si se lo juega en el Monumental y ante más de 60.000 espectadores en contra. También es verdad que el equipo no tuvo ninguna reacción y ni siquiera pateó al arco en todo el partido.
Las únicas pelotas que llegaron a las manos de Armani, fueron centros que el arquero de la selección descolgó. Si la derrota hubiese sido catastrófica en las cifras, golpearía muy fuerte el sentimiento del hincha. No lo fue. Pero convengamos algo: el resultado final no tiene que ver con el trámite. Unión la sacó barata y fue ampliamente superado.
River fue más que el tatengue el viernes por la noche. Crédito: Matías Nápoli
Munúa se quedó en Buenos Aires porque recibió la visita de familiares que llegaron a dicha ciudad. El plantel regresó a Santa Fe y tiene el fin de semana libre, hasta que el lunes vuelva a entrenar para preparar el partido del sábado ante Belgrano. Luego de esta seguidilla complicada (Central de visitante, Racing de local y River de visitante) donde apenas cosechó un punto, se vienen tres partidos ante rivales aparentemente inferiores (Belgrano de local, Argentinos de visitante y Tigre de local), más allá de que el equipo de Milito está haciendo una buena campaña y es uno de los que mejor fútbol despliega.
La sensación es que al martillo lo bajará, para un lado o para el otro, el propio Spahn. Y que esta semana previa al partido con Belgrano se asemeja mucho a la vivida en los días previos al encuentro con Estudiantes.
"Nos faltó estirar el resultado", dijo Demichelis
"Venimos de buenas semanas. Volvimos a tener un gran comienzo del partido pero desde la salida de Nico de La Cruz, dejamos de ser dominantes. No sufrimos llegadas del rival, pero dejamos de herir", así resumió Martín Demichelis la actuación de River, en el partido que se jugó el viernes en un Monumental repleto de hinchas millonarios.
"Nos faltó estirar el resultado. Hicimos un buen partido, pero la gente se fue con gusto a poco. Me ilusiona mucho y me enorgullece que en pasajes del partido el equipo juegue bien", amplió el técnico de River.
Demichelis felicitó a la joven que le entregó rápido la pelota al jugador de River para el primer gol
"Los argentinos etiquetamos muy rápido a los jugadores y más en este deporte. Les dije a los dirigentes que quería ver a todos los futbolistas y muchos de ellos me gustaron. Eso elevó el nivel competitivo y nos da la chance de tener calidad. El poder terminar en cero en nuestro arco nos da una cierta tranquilidad. No hay secreto. Los defensores tienen que ganar duelos y después usar un mecanismo para atacar y venimos evolucionando en ese aspecto. Me hubiese gustado hacer el segundo y que la gente explote de felicidad. Es increíble poder verlos disfrutar, el estadio es maravilloso y solo faltó el gol", concluyó.
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