Unión deberá aferrarse al antiguo refrán que indica que nadie se muere en la víspera. O al axioma futbolero que sostiene que en la búsqueda de un objetivo, hay vida mientras las matemáticas no dicen lo contrario.
El Tatengue volvió a perder y esta vez ante un rival directo en la lucha por clasificar a la Copa Sudamericana. Fue 1 a 0 ante Newell’s en un partido en el que repitió virtudes y defectos.
Unión deberá aferrarse al antiguo refrán que indica que nadie se muere en la víspera. O al axioma futbolero que sostiene que en la búsqueda de un objetivo, hay vida mientras las matemáticas no dicen lo contrario.
Son los argumentos que le quedarán para darse ánimo -justamente a un equipo al que el ánimo parece durarle cada vez menos- y no bajar los brazos en el tramo final de un torneo en el que ve sus ilusiones apagarse de la misma manera que se fueron apagando sus buenas producciones.
Desde el volumen de juego, le costará encontrar esos argumentos. Porque en la agradable noche del 15 de Abril, ese volumen de juego volvió a brillar por su ausencia. De la misma que le costará hallarlos en otros atributos que supo mostrar, como la respuesta anímica y la voluntad por ir a buscar los resultados hasta la última instancia. Con esos fundamentos sumó puntos en otros tramos del año, pero evidentemente a esta altura ya no alcanzan para más que algunos minutos de buenas intenciones que se apagan a medida que corre el cronómetro.
En la previa se sabía que era uno de esos partidos en que los dos llegaban con la misma necesidad de ganar, porque el calendario se consume y el margen de error es cada vez más chico. Y esa obligación se tradujo en una interesante búsqueda del arco rival por parte de ambos.
En ese contexto, el primer cuarto de hora fue un incesante ida y vuelta en el que Unión atacó y Newell’s respondió, y la mitad de la cancha fue un mero lugar de paso. En el “Tate” lo tuvo de entrada Marabel, que no llegó a conectar un buen centro de Castrillón y más tarde Luna Diale, con un remate bajo desde adentro del área que Morales mandó al córner aunque el árbitro terminó sancionando saque de arco.
Pero la “Lepra” no perdió oportunidad de evidenciar algunos desacoples rojiblancos y avisó primero con un centro de Méndez que alcanzó a cortar con lo justo Calderón y luego con un remate de media distancia de Pablo Pérez que llevaba destino de red, pero el mismo defensor rechazó con un cabezazo providencial cuando el arquero ya estaba vencido.
¿Cuál fue la diferencia entonces? Que lo que Unión perdonó a Unión se lo hicieron pagar. Porque tras cartón hubo una desinteligencia de un lateral visitante y una jugada que parecía de fácil resolución derivó en un córner, que terminó siendo letal. El tiro de esquina llegó desde la derecha, Velázquez cabeceó libre de marca y forzó una gran tapada de Mele, pero en el local todos miraron y “Juanchón” García aprovechó la facilidad para empujarla al gol y quebrar la paridad.
Después pasó poco más hasta el descanso. A partir de tibios intentos de Castrillón, en esporádicas sociedades con Luna Diale, el “Tatengue” mudó el trámite a campo rival pero a pesar de merodear su área prácticamente no volvió a llegar con claridad. Y ahí la visita hizo su negocio: se hizo fuerte con el sólido trabajo de sus centrales y aprovechó la claridad de Pablo Pérez y la movilidad de Sordo para amenazar de contra.
Así se consumió la primera mitad dejando la sensación de que Newell’s se llevó demasiado premio al vestuario. Más un castigo a lo que no hizo el equipo de Munúa, que amagó más de lo que concretó, que a su propia producción.
Fue el propio entrenador quien interpretó esto y por eso movió el banco para el inicio del segundo tiempo. Mandó a la cancha a Agüero por Gerometta -de floja labor- para armar línea de tres en el fondo y a Gallegos en lugar de Castrillón con la intención de sumar gente en ataque y quemar las naves.
El comienzo fue prometedor, porque en tres minutos tuvo misma cantidad de situaciones de gol. Primero desbordó Machuca por derecha y centró para Luna Diale, que punteó desviado en el primer palo; después Cañete cruzó un envío a Marabel que se la bajó a Gallegos y este pifió el remate y luego el mismo centrodelantero no consiguió aprovechar un regalito de Morales, quien salió mal con los pies y se la dejó servida en la puerta del área, pero el atacante devolvió gentilezas con una definición deficiente.
Pero con el correr de los minutos esa idea inicial de tirarle el carro encima a Newell’s se fue diluyendo. Es cierto que el dominio de la pelota siguió siendo rojiblanco, un tanto por necesidad y obligación y otro poco por una peligrosa decisión visitante de aferrarse a la ventaja mínima replegándose cada vez más cerca de su valla. Sin embargo aquellas intenciones de ambición otra vez se fueron apagando, como en la primera mitad y como ya le pasó en más de un partido a este equipo.
El partido se terminó jugando en la mitad de cancha correspondiente a Newell’s y con Unión repleto de jugadores ofensivos. Pero no hubo ideas para construir colectivamente y a la hora de la dependencia individual tampoco aparecieron respuestas porque aquellos de los que más se espera también se fueron apagando.
Newell’s casi liquida la historia a los 42 minutos, cuando el paraguayo Velázquez volvió a ganar de arriba como en la jugada del gol y esta vez cabeceó apenas desviado ante la atenta mirada de todo Unión. Del mismo modo que el “Tate” tuvo un cabezazo sobre la hora para al menos rescatar un punto y ni siquiera eso le salió.
Fue derrota en definitiva. La cuarta consecutiva y esta vez ante un rival directo. El equipo se repite en virtudes que duran cada vez menos y defectos que duelen cada vez más. Y en ese amagar bastante y concretar poco, en ese juego de intenciones que se van, también se le comienzan a ir sus ilusiones. Al menos queda la esperanza de saber que no esta muerto quien pelea, y que se puede pelear mientras las matemáticas den vida.
Unión 0
Newell’s 1
Unión: Santiago Mele; Francisco Gerometta, Franco Calderón, Diego Polenta, Lucas Esquivel; Imanol Machuca, Juan Carlos Portillo, Ezequiel Cañete, Bryan Castrillón; Mauro Luna Diale y Junior Marabel. DT: Gustavo Munúa.
Newell’s: Lautaro Morales; Armando Méndez, Cristian Lema, Víctor Velázquez, Martín Luciano; Pablo Pérez, Tomás Jacob, Juan Sforza; Ramiro Sordo, Juan Manuel García y Cristian Ferreira. DT: Adrián Coria.
Gol: en el primer tiempo, 14m. García (N).
Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Facundo Agüero por Gerometta (U), Matías Gallegos por Castrillón (U) y Francisco González por Sordo (N); 16m. Marcelo Esponda por Pablo Pérez (N) y Juan Garro por Ferreira (N); 25m. Daniel Juárez por Luna Diale (U) y Kevin Zenón por Esquivel (N); 28m. Mariano Peralta Bauer por Marabel (U); 32m. Genaro Rossi por García (N); 35m. Facundo Mansilla por Méndez (N).
Amonestados: Calderón, Portillo (U); García, Luciano (N).
Árbitro: Darío Herrera.
Cancha: Unión.