Domingo 4.8.2024
/Última actualización 17:56
Tiziano Zanutigh ya tiene 18 años. Cuando nació, los médicos les avisaron a sus papis (Paola Roland y Mariano Zanutigh) que iba a tener que jugar partido, alargue y penales con la llamada "espina bífida". Hace algunas horas, estaba yendo del Hospital Italiano al Garrahan para hacerse los estudios. "Vamos por la operación número 20", dice papi Mariano, amigo de este periodista de El Litoral.
En medio de todos esos estudios, lo único que le pidió a su padre (que tiene una carnicería sobre Boulevard y cerca del 15 de Abril) es "ir el domingo a ver al Tate". Todo lo que genera ir a la cancha en Santa Fe con un hijo en silla de ruedas es una verdadera odisea: hay que estar tres o cuatro horas antes, poder llegar con el auto para dejar la silla de rueda con Tizi en el último control, volver a estacionar y poder entrar al 15 de Abril para ocupar "lugares limitados". Para otro libro, es contar el tema de tener que ir un baño.
Además de su pasión por el Tate, Tizi viene de formar parte del Seleccionado Juvenil Argentino en San Luis, pensando en los Paralímpicos. "Lo habían llamado antes, pero estábamos con otra de las tantas cirugías", cuenta papá Mariano a El Litoral desde el griterío previo en el 15 de Abril. En Mar del Plata, Tizi fue medalla de oro en lanzamiento de bala y medalla de plata en 100 metros con silla de ruedas. Ahora, desde la misma silla, quiere ir por el lanzamiento de jabalina.
"Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo. Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo ve a por ello y punto." Es la frase de Will Smith en la película "En Busca de la Felicidad", frase se la dice un padre a su hijo durante un juego de básquetbol donde le pasan todas sus frustraciones.
A Tiziano Zanutigh (junto a mamá Paolo, papá Mariano y su hermano Matías) nadie le dirá que no se puede. Mucho menos tratándose de su pasión llamada Unión.