Lunes 9.5.2022
/Última actualización 17:59
Terminó doliendo la Copa de la Liga a Unión. Uno recuerda el comienzo, cuando jugó aquél gran partido ante River y los posteriores, haciéndose muy fuerte en condición de local. Las cinco derrotas consecutivas son el fiel reflejo de un equipo deshilachado, que fue sintiendo muy notoriamente la doble competencia. Ni siquiera la idea de Munúa de refrescar el equipo con jugadores que no venían jugando, pudo compensar algo. Argentinos fue superior en todos los aspectos y le ganó bien.
La mitad del vaso vacío del primer tiempo, fue la superioridad futbolística –por momentos muy evidente- de Argentinos Juniors, que se tranquilizó a partir de los 5 minutos, cuando en una acción hasta torpe de Agüero (¿habrá querido meter un caño adentro del área antes de llevarse puesto al delantero de Argentinos al que le cometió la infracción del penal?), llegó el remate desde los doce pasos de Torrén que le dio una ventaja que le trajo calma.
La mitad del vaso lleno, fue que en ese marco de rendimiento muy flojo del equipo, superado en casi todos los sectores de la cancha, fue que tuvo dos situaciones de gol: un remate de Machuca que se desvió en un defensor y pegó en el travesaño y, en lo que fue la mejor jugada colectiva del equipo (la única), Esquivel metió un centro preciso que Juárez cabeceó y desvió Lanzillota en brillante atajada.
Argentinos complicó mucho por afuera (al principio con Zalazar por el sector de Paz y durante todo el primer tiempo con Nuss por el de Esquivel) y tuvo la virtud, en una cancha de dimensiones reducidas como la del “Bumerán Diego Armando Maradona”, de ganar siempre las segundas pelotas, con lo cuál tuvo un control muy claro del partido.
Unión no modificó la estructura táctica con la que Munúa juega. Juárez fue por derecha y Machuca, con el perfil cambiado, abrió la cancha por izquierda, donde a excepción de aquella maniobra que terminó con el remate en el travesaño, después no pudo enganchar hacia adentro para que le quede su perfil para el remate al arco. Poco desborde por afuera, escaso aporte de Bucca (muy marcado y con pocos espacios) y condenado Gallegos a jugar de espaldas al arco, marcado y sin chances de gravitar adentro del área.
Las fotos del partido de Argentinos Jrs y Unión
Hubo una leve recuperación cuando Munúa metió cuatro cambios y logró igualar el partido a través del gol de Gallegos, que llegó en una maniobra confusa en la que dio la impresión de que Mastrángelo había observado una supuesta infracción de Peralta Bauer, a quién, en realidad le habían cometido un penal que se evitó cobrar porque la jugada terminó en gol.
Después, la entrada de Brítez hizo que el equipo se encajonara atrás. Perdió una referencia arriba y dejó que Argentinos se le viniera. Resignó cualquier posibilidad de ataque y la impresión fue que eligió aguantar, metiendo un defensor más para cubrirse mejor y para tratar de mejorar un aspecto que fue muy negativo: el juego aéreo defensivo.
Así, con un córner en el que no calculó bien Mele y quedó desubicado, llegó el gol de MacAllister (capitalizó varias jugadas adentro del área en las pelota quieta y una de ellas fue adentro), que empujó una pelota que le bajaron de cabeza desde el segundo palo. No quedó tiempo para casi nada. La victoria se justificó plenamente, porque Argentinos supo marcar diferencias físicas, futbolísticas y de presencia.
Galería Bica: Argentinos vs. Unión