Enrique Cruz (h) | [email protected]
El Tate arranca más sólido que hace un año, pero la salida de Gamba y el casi seguro alejamiento de Soldano plantea interrogantes respecto a la jerarquía de los jugadores que llegaron para sumarse al plantel de un Madelón que, seguramente, se arreglará, como lo hizo siempre.
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Hay algo que es indiscutible en Unión, mirando la mitad del vaso lleno: se mantuvo buena parte de la base que se recitaba de memoria en el torneo pasado. Eso sí. Se fue uno de los delanteros (Gamba) y se va el otro (Soldano). No es poco. Son 2 de 11. Pero son los que hicieron 18 de los 33 goles del equipo; y son, además, los dos que le daban una fisonomía de juego que, inevitablemente, se debía cambiar cuando no jugaba alguno, cosa que en realidad pasó poco, ya que Soldano jugó los 27 partidos de la Superliga (ningún otro delantero lo consiguió en el torneo pasado) y Gamba apenas faltó a tres.
Alfaro, el técnico de Huracán, lo quiso a Gamba desde siempre. Y cuando lo consiguió, ¿en quién pensó?, ¡en Soldano! No en vano, un técnico de su capacidad y conocimiento supo que tenía que repetir lo que habían logrado los dos como dupla. En ese aspecto, se convirtieron en una de las mejoras duplas del fútbol argentino en la anterior Superliga. “Nos conocemos de memoria”, decían al unísono cada vez que se le preguntaba, por separado, sobre el otro.
En esto de intentar mantener la base, Unión no se equivocó. La cuestión es que daría la impresión de que no se planificó lo que podía llegar a ocurrir. Es decir, Unión sabía que el contrato del delantero —por Gamba— se terminaba el 30 de junio pasado. Cuando se le ofreció la renovación por un muy buen dinero, ya era tarde. Y se sabía que Soldano era el jugador a vender, mucho más convertido en el tercer goleador del fútbol argentino.
Madelón lo dijo: “Yo les avisé a los dirigentes que era el momento de ponerle el brochecito de charol... Soy muy duro con los jugadores, quiero que se queden...”, fueron algunas de las frases del técnico. El sabía, allá en el fondo, que había muchas chances de que ambos se fueran. Insisto: no está mal haber mantenido el resto de la base de un equipo que funcionó bien. Y también es cierto que Madelón, al final, se la terminó arreglando. Como por ejemplo lo hizo “inventando” a Fragapane de volante por izquierda y no sólo le tapó un agujero que se había producido con la lesión de Aquino, sino también convirtiéndose en uno de los jugadores para destacar y que más creció con el desarrollo del torneo.
La mitad del vaso vacío es que los jugadores que llegaron no parecen tener el nivel de los que se van. Hay que esperarlos. Pareciera ser Troyanski el que va a marcar una tendencia. Lotti es una apuesta, hay que ver el nivel de Andrada pero recién llega, Cabalucci no está para jugar y todavía no es seguro que llegue a Unión (depende de que quede libre de Olimpo) y allí emerge la figura de un chico del club que tiene futuro pero que apenas suma un puñado de minutos en Primera y no es justo que se le tire toda la responsabilidad: Matías Gallegos.
Madelón se va a arreglar. Como pasó siempre en Unión. Pero así como decíamos siempre en el torneo pasado que el plantel estaba muy justo en los delanteros y lo que había llegado (el paraguayo Nuñez) no tenía nivel suficiente, la realidad es que ahora la situación parece haber empeorado si es que la respuesta de los jugadores que vinieron no supera lo que se espera de ellos. No es un análisis optimista, sino los datos que emergen de la realidad. Unión no trajo en un puesto que ya necesitaba reforzar en la temporada pasada, uno o dos jugadores que ofrezcan seguridades. Troyanski es un juvenil que quizás pueda convertirse en una realidad y Unión necesita que así sea.
Pero, el beneficio de la duda uno lo tiene, por más que Madelón —insisto— siempre se las termina arreglando.
Hay que aprovechar el partido de este sábado. Aldosivi es un mosaico que se empieza a armar. Llegaron 21 jugadores al plantel y sería una sorpresa si el equipo ya funciona de entrada. Necesitará tiempo, al margen de que este tipo de experimentos con tantos jugadores “nuevos”, generalmente cuesta que funcione. Después irá a Tucumán para jugar contra el otro ascendido, que no le fue en zaga con los refuerzos (más de 15). Son situaciones que un equipo armado como el de Unión en gran parte de su estructura, debería aprovechar.
Para ir a la cancha
El debut de Unión en el torneo será este sábado a las 15.30 ante Aldosivi y las puertas del 15 de Abril se abrirán a las 14. La oficina de socios funcionará este viernes de 9 a 20, permaneciendo cerradas el sábado.
Los socios ingresarán con la cuota de julio y en forma gratuita. Las plateas se venderán el sábado desde las 10 hasta el inicio del partido. Preferencial y palcos, $ 500; plateas alta y laterales, $ 400; redonda, $ 300. Para no socios habrá venta de generales, también el sábado, a un precio de $ 370; damas, jubilados y pensionados, $ 220 y los menores de 11 años pagarán el seguro de $ 100. Las plateas para no socios costarán 890 pesos las alta y laterales y 770 pesos la redonda.
Los menores de 5 años, acompañados de un adulto, no abonan platea, mientras que los no socios tendrán que adquirir seguro de menor a un valor de 100 pesos.
Viajeros
Más allá de los que serían titulares, el resto de la delegación que viajó a Santa Fe fue la siguiente: Luis Ingolotti, Emanuel Iñiguez, Leonel Galeano, Federico Gino, Javier Iritier, Leandro Sapetti, Denis Stracqualursi, Ivan Colman y Emiliano Amor.