Sábado 18.3.2023
/Última actualización 19:15
Corrían 28 minutos del primer tiempo y Unión caía ante Racing cuando Luna Diale eludió a Martín Arias y definió con el arco a su merced. La pelota llevaba destino de gol pero Galván, defensor de la Academia, llegó sobre la línea (o no) para despejarla. El árbitro Nicolás Ramírez -por indicación del juez de línea- no dudó y convalidó el gol. Era el 1 a 1 del Tate pero el VAR decidió intervenir.
Desde Ezeiza, a casi 500 kilómetros de Santa Fe, Rey Hilfer entendió que la pelota no había entrado. Claro está, ninguna cámara en el mundo puede determinar si el balón ingresa o no al arco cuando la jugada es tan fina.
Las cámaras aéreas y laterales no pueden ubicarse a la misma altura de la línea de gol porque son tapadas por los palos, por ende, la decisión puede variar según la perspectiva de la cámara.
Dicho esto, sabemos que cuando no hay pruebas que contradigan la primera decisión del árbitro, el VAR debe darle la razón pero, en el fútbol argentino, la tecnología empieza a ganar más protagonismo que los propios jugadores.
En la fecha 3 del actual torneo argentino, Racing fue víctima de una situación similar. Leizza desvió un cabezazo de un jugador de Tigre y Arias tapó el remate sobre la línea o la sacó de adentro. La posición del balón nunca quedó clara pero el VAR convalidó la acción como gol y decretó el 1 a 1 de Tigre.
La solución a esta falencia está inventada desde hace años. De hecho, desde el Mundial 2014 ya es utilizada y en 2022 confirmó de inmediato que la pelota que empujó Messi ante Francia había entrado para el 3 a 2 parcial de Argentina.
En el momento del festejo y cuando todos estaban expectante por la posición de Lautaro Martínez, la transmisión enfocó el reloj inteligente del árbitro y pudo observarse como una luz verde confirmaba que la pelota había ingresado en su totalidad.
En Argentina, donde se juega el “fútbol de los campeones del mundo”, según la AFA y la Liga Profesional, la inteligencia que permitió el 3 a 2 parcial de la selección ante Francia en la final del mundo, aún no llegó y no hay señales de que vaya a implementarse en un futuro cercano.
Mientras tanto, Unión perdió la posibilidad de conseguir el empate rápido ante Racing y Luna Diale, luego de vivir una montaña rusa de emociones entre la convalidación y la anulación del gol llegó con ese nerviosismo a disputar una pelota dividida, cometió una dura falta y se fue expulsado.
La jugada puede discutirse horas y horas, verse un millón de veces pero aún así, sin la pelota inteligente que envíe la señal a los árbitros de que traspasó la línea de cal, no podrá definirse en qué posición estaba cuando fue despejada por Galván (ayer) o atajada por Arias (en la fecha 3).