(Enviado Especial a Junín)
Iban menos de 30 minutos cuando Federico Vera sufrió una lesión muscular que lo dejó afuera del partido con mucho por jugarse, situación similar a la de Luna Diale ante los tucumanos.
(Enviado Especial a Junín)
Como había ocurrido en el partido ante los tucumanos, Unión sufrió la salida de un jugador, por lesión muscular, cuando recién se jugaba el primer tiempo. Le tocó a Federico Vera, que hizo un esfuerzo de más para tratar de frenar la velocidad y habilidad de Brea y terminó lesionado en el isquiotibial de la pierna izquierda. El defensor de Unión hizo la seña del cambio y cuando ingresó el doctor Calvo la ratificó. Ingresó Polenta y Brítez fue a jugar como lateral por derecha.
No son pocos los partidos que se recuerdan de Unión en el estadio de Sarmiento. Por ejemplo, varios del ascenso del ’74, cuando se jugaba la fase final en cancha neutral. Y antes, Unión jugando varios partidos en Rosario por la suspensión que cabía sobre su estadio debido a aquéllos graves incidentes ocurridos en un partido ante Almirante Brown. “Nosotros jugamos un partido clave contra Temperley . Ese día ascendió Sarmiento. El partido terminó 1 a 1, pero a pocos minutos del final, Corbalán, un wing izquierdo que tenía Temperley, marró un tiro penal. Por eso llegamos a aquél partido de una semana después ante Estudiantes de Buenos Aires en Campana. Sufrimos mucho ese día en la cancha de Sarmiento”, cuenta el doctor Marcelo Martín con un recuerdo muy nítido de esa tarde. Años después, Unión jugó una final para no descender. Fue ante Quilmes y la ganó por 1 a 0, con gol de un muy joven Marcos Capocetti, de penal. Ese día, Unión llevó una multitud a Junín. La última vez que jugó en esta cancha, fue con victoria por 4 a 3. Ya al equipo lo dirigía Munúa. Y en el banco de Sarmiento estaba Mario Sciacqua de entrenador, actual secretario técnico de Colón.
Como en aquella oportunidad del partido contra Quilmes, cuando el plantel rojiblanco que dirigía Alberto Violi concentró en otra ciudad (fue en Rojas), esta vez también eligieron otra ciudad cercana porque en Junín no había hoteles disponibles. Fueron a Chacabuco, la ciudad donde nació Daniel Passarella, uno de los jugadores más renombrados que se puso alguna vez la camiseta de Sarmiento de Junín.
El cielo amenazante se mantuvo durante prácticamente todo el día en Junín. El campo de juego estaba en buen estado a pesar de la lluvia caída. Los jugadores hicieron los trabajos competitivos en el propio campo de juego. Los primeros en salir fueron los de Sarmiento, minutos más tarde lo hicieron los de Unión.
Más allá de que viajó integrando la delegación, Gastón González se quedó afuera de los once titulares e ingresó Nicolás Peñailillo en el equipo. La otra variante se caía de madura: Juan Ignacio Nardoni fue el elegido por Munúa para reemplazar a Luna Diale, tal como aconteció en medio del partido ante los tucumanos, cuando se lesionó Luna Diale, quien se recupera de un desgarro y llegará con el tiempo justo de recuperación para jugar el clásico del 19 de marzo en el Centenario.
Debió jugarse con luz artificial debido a que las densas nubes “oscurecieron” la tarde juninense. Desde antes del partido se prendieron los reflectores en el estadio que lleva el nombre de Eva Perón y que tuvo una muy discreta cantidad de espectadores. A minutos de iniciado el partido, comenzó a lloviznar.
Los tres integrantes de la secretaría técnica estuvieron presentes en Junín. Roberto Battión, Alejandro Limia y Esteban Amut viajaron con destino a esta ciudad para observar este encuentro. Todavía no está totalmente definida la fecha del partido de Copa Argentina, pero es muy posible que se juegue el 23 de marzo. Está definida la sede (San Nicolás) y el rival (Sportivo Las Parejas, equipo que es conducido técnicamente por un ex jugador del Tate, Gustavo Raggio). Si se confirma, el partido por Copa Argentina será posterior al clásico con Colón.
Jonatan Torres, el hijo del Bocón, ex jugador de Colón, es el capitán del equipo que conduce Israel Damonte, quien antes del partido declaró que “necesitamos hacernos muy fuertes de local”. Por su parte, Javier Toledo se metió de última entre los titulares porque apareció su habilitación.
Un total de 393 minutos duró el invicto de Sebastián Moyano. El último gol se lo habían convertido en Santiago del Estero, luego vinieron cuatro partidos sin goles en su arco (Colón, River, Talleres y Atlético Tucumán) y los 33 minutos de este partido con Sarmiento, hasta que llegó el gol de Jonatan Torres que terminó con ese invicto.