Martín Zuccarelli se despidió de su cargo de secretario deportivo de la institución en un encuentro con la prensa en el que aclaró que lo hace por razones familiares, que no tiene ningún ofrecimiento de ninguna índole, que si llega lo analizará y que la realidad es que quiere regresar a La Plata, su habitual residencia.
“Este cargo tiene su parte de ingratitud; cuando el equipo está bien, el secretario deportivo no tiene que ver y cuando está mal, las críticas giran hacia esa persona. El balance es positivo, llegué a un club que había cosechado 32 puntos en los últimos 30 partidos, con tres entrenadores a lo largo de un año, logramos la clasificación para dos Copa Sudamericana, no hemos perdido ningún clásico, hemos puesto a Unión siempre por encima del equipo rival, se hicieron muchas ventas de jugadores surgidos de las canteras, como Brítez, los hermanos Pittón, Mariano Gómez, más algunas compras fructíferas desde lo deportivo y económico, caso Zabala o Damián Martínez y otra que va a dejar importante rédito como la de Troyansky”, fue la primera evaluación que hizo Zuccarelli, quien llegó al club en junio de 2017.
Habló Zuccarelli de un “capital importante que hay en el club, como Vera, Calderón, Zenón, González, que están jugando, más varios chicos como Gerometta, Nardoni, Comas, Machuca, Esquivel e incorporaciones de jugadores que dejarán rédito en el futuro”.
Tenés que leerMartín Zuccarelli se va de UniónLuego descartó el rumor de principios de año que lo ligaba a Estudiantes. “Estoy dispuesto a escuchar cualquier tipo de propuesta, pero aclaro que la versión de Estudiantes no tiene asidero. Yo venía conversando esta decisión con el presidente y la gente del fútbol desde fines del año pasado, entendíamos que lo mejor era terminar el mercado de pases y luego ejecutarla”.
En cuanto a la autocrítica, dijo que “me reprocho por ejemplo la llegada de algunos jugadores que no jugaron, como Zules Caicedo o Damián Arce. Soy crítico conmigo mismo. Obvio que hubo otras decisiones que no fueron las mejores. Por allí, otros jugadores como Andrada o Claudio Aquino no tuvieron los minutos suficientes para rendir como lo hacen o hicieron en otros equipos”.
Se va agradecido con Spahn, “porque fue la persona que tomó la decisión de contratarme y con el que tuve una muy buena relación”. Y señaló “el partido con Independiente cuando conseguimos la clasificación a la Copa, el clásico que ganamos en nuestra cancha, el partido con Emelec en Ecuador y la inserción de tantos juveniles en la plantilla”, como sus mayores alegrías.
También rescató como positivo, el hecho de que “cuando llegué, propuse que los jugadores desayunen y almuercen en el club y fue aceptado. Esto no solo sirvió para unir al grupo sino que es vital para el desarrollo físico y profesional de los jugadores”.
Tenés que leer¿Los mismos de Unión en el Grella?Señaló que, el de secretario deportivo, “es un cargo que con el paso de los años se va a desarrollar, y, como pasó con Burdisso, ahora contratado por Independiente, en la medida que uno realice un buen trabajo en algún club no va a tener que ver con personas vinculadas a la historia de ese club, sino que se lo va a juzgar por la capacidad. Es decir, no necesariamente deberá ser un histórico del club”.
Por último, admitió que tuvo tres o cuatro charlas con potenciales coordinadores de fútbol amateur, de las que también participaron los dirigentes. “Entiendo que el coordinador no es gravitante como a veces se entiende. Hemos sufrido la partida de algunas personas que en su momento elegimos para ese cargo y se vio la parte negativa, pero nadie puso de manifiesto que elegimos personas capaces que obtuvieron posibilidades de trabajo importantes en otras instituciones. Está muy claro el rumbo de Unión en lo futbolístico, está muy bien manejado por Brasca y por el presidente del club”.
Antes de finalizar, aclaró que “muchos resaltan mi importancia en la llegada de Azconzábal, quizás por el origen en común, porque venimos de Estudiantes. Yo no fui tan clave como se dice”, concluyó.