Un niño de 7 años se encuentra internado en el Hospital Dr. Orlando Alassia, tras haber sido mordido este domingo por la tarde por una víbora yarará. Su estado de salud es estable y seguirá en observación.
El ataque fue el domingo. El niño debió ser internado en el hospital Alassia. El sábado había aparecido otra, bajo la pérgola a donde toman mate los jubilados. Cómo actuar si ataca y cómo prevenirlo.
Un niño de 7 años se encuentra internado en el Hospital Dr. Orlando Alassia, tras haber sido mordido este domingo por la tarde por una víbora yarará. Su estado de salud es estable y seguirá en observación.
El pequeño identificado como Giovanni, se encontraba jugando junto a su familia cerca del "Parador Laguna", en la Costanera santafesina, cuando fue mordido por una yarará y debió ser llevado de urgencia al Hospital Dr. Orlando Alassia.
Un equipo de emergencias del 107 asistió al menor y se ocupó de la serpiente que ya había sido reducida por la gente que estaba en el lugar. Cabe mencionar que es recomendable no acercarse a la víbora para prevenir nuevos ataques.
El director del hospital, Osvaldo González Carrillo, explicó que el menor mordido por la yarará, "está en cuidados mínimos, bajo control de los médicos porque la mordedura había alterado su estado de coagulación y se lo está medicando para poder estabilizar ese tema". El profesional agregó que "el último laboratorio que le realizaron muestra una gran mejoría, pero lo conveniente es que en el día de hoy siga en observación".
Carrillo sostuvo que "no es común que se nos presenten este tipo de casos, en el año se pueden presentar dos o tres, nada más".
Además de este caso, un lector advirtió la presencia de otra yarará en un sector cercano a donde ocurrió el ataque del que fue víctima el niño. La otra víbora fue vista por gente que caminaba por la Costanera el sábado por la tarde en la zona de la avenida Alte. Brown (Costanera) y J.P. López.
La víbora estaba enroscada debajo de la pérgola en la que un grupo de vecinos y vecinas, en su mayoría jubilados, se reúnen a diario a tomar mates frente a la laguna Setúbal. Por fortuna, la yarará fue vista antes de ocupar un asiento. Y así se evitó el posible ataque.
Las personas que estaban en el lugar lograron retirar con un palo la yarará del lugar. Hay que decir que no es recomendable hacer esto. Sino que hay que comunicarse al 911 o a Defensa Civil.
"La yarará estaba sobre la vereda, entre la pérgola y la escalera para descender a la playa. Justo a donde pasa la gente", le contó el vecino Manuel Berrón a El Litoral. Y envió la fotografía. "La arrastré hasta la arena con un palo y me tiró varios tarascones", describió. "Tranquilamente pudo haber matado a un perro o haber atacado a una persona", dijo. "Era chiquita, habrá tenido unos 40 centímetros, pero sabemos que es muy venenosa. Así que hay que andar con cuidado", finalizó su mensaje este vecino.
"Si aparece una yarará, lo primero que hay que hacer es no intentar quitarla por los propios medios. Hay que designar a una persona que se quede señalizando su ubicación, a una distancia prudente, para que nadie más pase por el lugar", dijo el biólogo especialista en serpientes Alejandro Giraudo, quien pertenece al Instituto Nacional de Limnología (Inali - UNL Conicet). "Al mismo tiempo hay que comunicarse con Defensa Civil, el Cobem o al 911. Pero nunca hay que intentar remover ni matar al animal, porque está en riesgo nuestra salud. El animal puede defenderse y generar un accidente ofídico".
Luego, Giraudo dijo que "tenemos que saber que las serpientes son parte del ecosistema y tienen funciones muy importantes en la naturaleza. La yarará grande, por ejemplo, es una gran depredadora de roedores, como ratas y ratones, que son animales que transmiten enfermedades a los humanos, como la leptospirosis, que tiene una incidencia mucho más alta y riesgosa para los humanos", dijo. Entonces, "alterar ese equilibrio que existe en la naturaleza entre predadores y presas", matando a la yarará, "puede generar problemas para los humanos".
-¿A qué podemos atribuir la proliferación de yarará y otras especies en los últimos días?
-Sabemos que la laguna Setúbal ha cambiado mucho en su morfología y vegetación producto de la actual bajante del río Paraná. Esto produjo que muchos ambientes fueran colonizados por animales. Cuando estos ambientes se inundan (como ocurrió en estos días con la crecida temporal del río) estos animales salen hacia otros espacios sin agua. Y en estos casos es que aparecen serpientes en la Costanera, como ocurrió durante el fin de semana.
Pero además hay otro factor que incide en la aparición de la yarará. "Como manejamos muy mal la basura, y tiramos constantemente en la Costanera (además de lo que llega por los desagües pluviales), se genera una población muy grande de roedores. Y muchas de estas serpientes están allí alimentándose de esos roedores.
Por último, un tercer factor es que "en esta época del año las serpientes comienzan a buscar algún refugio seguro definitivo para combatir el frío. Y en el caso de las yarará, es la época en la que las hembras paren sus crías, y en la que los machos copulan con las hembras para cortejarse y reproducirse", explicó el especialista.
En cuanto a las especificaciones médicas, los problemas que puede causar una mordedura de yarará son "problemas vasculares, una necrosis o alteración de la coagulación", explicó el doctor González Carrillo, desde el Hospital de Niños.
En el caso de ser mordido por una víbora, Carrilo aclaró que "no hay que cortar en la zona, no hacer torniquete y no chupar en el lugar para "sacar el veneno". Se debe concurrir inmediatamente a un centro de salud para poder colocar el suero" antiofídico.
"Hay que concurrir al centro asistencial más cercano", dijo en el mismo sentido Giraudo. En Santa Fe el hospital Cullen tiene un centro de Toxicología en el que asisten a los pacientes que sufren accidentes ofídicos y cuenta con sueros efectivos. "El tratamiento generalmente tiene buenos pronósticos pero debe ser tratado por médicos capacitados para hacerlo", recalcó el especialista, sobre el final de la entrevista.
Serpientes del río Paraná
Además de la yarará grande o chica, también pueden aparecer en esta zona las especies ñacaniná, coral, falsa coral del estero, falsa yarará, curiyú o anaconda amarilla, culebra verde, culebra lineada, cascabel o campanilla. Todas son serpientes del río Paraná. (Fuente: Inali - UNL Conicet).
Prevención de accidentes ofídicos
-Usar botas o polainas de cuero o lona gruesa.
-Usar guantes de cuero o palos para remover escombros o leña.
-Instruir desde la escuela la identificación de los ofidios.
-Adiestrar a las personas expuestas al riesgo, en identificación de ofidios ponzoñosos y primeros auxilios.
-Transitar con precaución en áreas donde puede haber serpientes.
-Si es mordido por una serpiente, trasladarse al centro de asistencia médica más cercano.
Medidas relacionadas con el ambientes
-Mantener áreas libres de malezas alrededor de las viviendas.
-Realizar buen manejo de la basura para evitar la presencia de roedores (que atraen a las serpientes).
-Evitar la acumulación de escombros y leña.
-Extremar precauciones con temperaturas altas y humedad elevada, lluvias, inundaciones, incendios.
-No matar serpientes ni predadores.
-Limpiar sitios de acampe y alejar la basura.
Fuente: Inali (UNL Conicet)