Miércoles 20.10.2021
/Última actualización 18:51
Fue en marzo, con las escuelas cerradas y en la antesala por la segunda ola de Covid-19 en la provincia. Llegó la invitación: "¿Querés participar de la edición 2021 de las Olimpíadas de Matemática Ñandú?". Sí, fue la respuesta, pese a la pandemia y a la falta de talleres presenciales.
El camino fue difícil: se prepararon de forma particular, como pudieron: debieron sortear las instancias interescolar (que se realizó el 29 e abril), zonal (10 de junio) y regional (19 de agosto), resolviendo problemas matemáticos, aritméticos, geométricos. Y lo lograron: siete niños de la ciudad de Santa Fe llegaron a la instancia nacional del certamen. Es todo un logro.
Hay que hablar de niños y niñas de entre 10 y 12 años que van al 5to., 6to, y 7mo. Grado de escuelas públicas y privadas de esta capital. Los finalistas son Matías Andrés Nocioni (del Colegio Sara Faisal); Clara Quiroga Bruschini (Escuela Niño Jesús Agustinos Recoletos); Álvaro Seijas Bissio (Escuela N° 9 Juan J. Paso) y Mateo Sonnaillon (Dante Alighieri), todos del Nivel 1 (5to. Grado).
Ya de 6to. Grado (Nivel 2) aparece en la nómina oficial Juan Rodolfo Brandi (Escuela Niño Jesús). Y del Nivel 3 (7mo. Grado), aparecen como finalistas Thiago Sonnaillon (también de Dante Alighieri) e Iñaki Urteaga (Colegio Fátima). Competirán en la fase nacional este miércoles y jueves en la Escuela Mariano Moreno de la ciudad, junto con alrededor de 420 pibes y pibas de todo el país.
Archivo El Litoral. Resolviendo problemas complejos. En la foto, Juan Brandi (11 años) durante el examen por Zoom de la instancia regional. El logro real es haber llegado a la final nacional , dice su mamá.Resolviendo problemas complejos. En la foto, Juan Brandi (11 años) durante el examen por Zoom de la instancia regional. "El logro real es haber llegado a la final nacional", dice su mamá.Foto: Archivo El Litoral.
Hay otros niños de la provincia de Santa Fe que también participarán de esta fase nacional: 3 de Rosario, 3 de Venado Tuerto, uno de la localidad de Acebal (en el Nivel 1); en el Nivel 2, otros dos de Rosario, dos Venado y otra chica de Villa Gob. Gálvez. Y finalmente, en el Nivel 3 (7mo. Grado), aparecen cinco chicos de Rosario, dos de Venado Tuerto, uno de Casilda y otro de San Eduardo; uno más de Pujato y dos de Avellaneda. Sumandos a los 7 participantes de esta capital, son una treintena de niños finalistas de toda la bota santafesina.
"Esto es muy importante para ellos. Imaginate, todo 2020 con las escuelas cerradas; luego, en marzo de 2021, tuvieron dos semanas de clases presenciales, y se volvió a cortar todo por el Covid… Nadie los obligó, ellos decidieron participar y prepararse con ganas. Es todo un mérito y el mensaje que queda es que sí se puede", le dice a El Litoral Marisol Labas, mamá de Juan Brandi. Ella es investigadora del Conicet, docente universitaria y, junto a su marido, prepararon (y acompañaron) al niño en todo el proceso.
Sorteando pruebas difíciles
Ellos se esforzaron por voluntad propia, y sus familias los acompañaron. Pero hasta llegar a esta final nacional, los chicos debieron sortear otras: la interescolar, la zonal y la regional (provincial). Los exámenes finales de estas instancias fueron on line (por Zoom). Y la complejidad de los problemas a resolver era muy, muy exigente.
Claro: aparecían aritmética, sistemas de ecuaciones de tres o cuatro incógnitas, geometría, combinaciones numéricas. Problemas que son complejos para cualquier adulto. En la instancia nacional habrá tres problemas el primer día (miércoles), a responder de forma escrita, de 14 a 16.30; y otros tres el segundo (jueves), que será la "odisea matemática" final, de 9.30 a 11: Ese mismo día, a las 14, tendrán otra prueba escrita.
"El verdadero logro para los chicos es haber llegado hasta acá. Llegaron tras superar exámenes muy exigentes, y lo digo como docente, no ya como mamá. Hablamos de niños muy chicos, y el hecho de que solitos hayan decidido participar de algo tan grande, es muy loable. Fue un trabajo durante todo lo que va del año", subraya Labas.
Cuando le avisaron a Juan Brandi que era finalista, días atrás (hoy con las escuelas con presencialidad), sus compañeros de aula lo aplaudieron. "Se largó a llorar de la emoción. Y su docente lo felicitaba", cuenta su mamá, ahora sí en hablando desde ese lugar materno. Ya es un logro que representen a sus colegios y, también, a la ciudad capital, recalca.
¿Y cómo fue la preparación en la intimidad del hogar y sin aulas presenciales, allá por marzo/abril pasado? "No fue fácil. Con todo 2020 sin ir a la escuela, Juan no tenía las herramientas suficientes. Entonces (con su esposo) nos pusimos a prepararlo, y fue lanzarse a una aventura. Él lo tomó con mucha responsabilidad, pero había momentos en que no podía resolver determinadas ecuaciones, y tuvo sus crisis… Pero volvíamos a empezar frente a problemas cada vez más complejos, y así, sin bajar los brazos", narra Marisol Labas.
Y en los casos de los otros chicos que también pasaron a la instancia nacional, muchos se prepararon con algún profesor particular, incluso con docentes de sus propias escuelas. "Creo que fue dificultoso para ellos. Pero la impresión que me queda es que era más fuerte el entusiasmo de los niños por participar. Y en esto se involucraron las familias, apoyando fuerte", agrega la docente.
Haber llegado, el mejor logro
"Nosotros creemos, como papás, que el gran logro de estos niños es haber llegado a esta instancia nacional tan importante. Ahora, que disfruten de la experiencia. Que rindan pero que disfruten de esta hermosa instancia. Porque si se mira el camino transcurrido, estos chicos pasaron tres instancias anteriores, una más dificultosa que la otra. El mensaje es que 'sí se puede'", subraya Labas.
La docente considera sobre el final como "muy importante que se incentive a estos niños que con todo el esfuerzo no sólo representan a nuestra ciudad, sino que son un ejemplo. Pues en medio de un año tan particular atravesado por la pandemia, ellos siguieron preparándose con esfuerzo para dar lo mejor de sí en estas olimpíadas", concluye.