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Al dato lo dio el secretario de coordinación de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Cococcioni. De enero a julio se registraron 235 hechos confirmados donde estaban involucrados cuidadores de vehículos: se esclarecieron 130. Tensa reunión entre concejales, funcionarios municipales y miembros de esa cartera por el tema.
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La problemática de los cuidacoches en la ciudad sigue en la agenda pública. Este martes hubo una reunión entre concejales, funcionarios municipales y de la cartera de Seguridad. La intención: poner estadísticas sobre la mesa y discutir las posibilidades de cómo resolver el tema.
Los datos salientes surgieron del secretario de coordinación de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Cococcioni, a partir de información brindada por la Central 911. Desde enero de este año a julio —en siete meses— hubo 235 casos de hechos delictivos positivos donde se vieron involucrados cuidacoches (130 fueron esclarecidos).
En promedio, puede asociarse al fenómeno de los cuidacoches “no menos de un delito o contravención por día”, dice un detallado informe de la secretaría de Coordinación de Gabinete y Articulación con el Poder Judicial, ofrecido durante la reunión y al que accedió El Litoral. Es decir: poco más de un caso diario, si se toman los 210 días de enero a julio contra los 235 hechos delictivos.
Además, en el mismo período —puntualiza el informe—, se registraron 1.395 llamados al 911 relacionados con cuidacoches. Esto hace un promedio de 200 llamados por mes (entre 6 y 7 por día). Cerca de la mitad de los llamados son por hechos contravencionales (desorden, ebriedad, molestias). En la otra mitad se registran hechos presuntamente delictivos como robo, amenazas, lesiones, daños a los vehículos, exhibicionismo, tenencia o portación de arma.
También hay hechos que en principio no constituyen delito, como la provocación no dolosa de accidentes de tránsito. Finalmente, el 80 % de los llamados se concentra en el ámbito de tres seccionales de la zona céntrica (la 1°, la 3° y la 4°).
Tensa reunión
Según pudo reconstruir este medio, la reunión fue larga (se extendió casi tres horas) y por momentos tensa. El Municipio insiste en que la actual ordenanza que regula la actividad de los cuidacoches (N° 8.133) no está operativa porque cayó “en desuso”. Y que el tema de los cuidacoches es principalmente competencia de la policía provincial, y que debe actuar en todos los casos.
Acá se hace necesaria una salvedad: la policía no puede actuar de oficio en todos los casos donde aparecen cuidacoches. Sólo tiene facultad de actuar ante un delito o contravención provincial en curso (ataques violentos, extorsiones, etc.). A su vez, las contravenciones municipales son administrativas, que no tiene carácter penal. Un ejemplo: labrar una multa es una contravención administrativa. Nadie es detenido por este tipo de infracción.
Es decir, que un cuidacoches esté parado en una esquina haciendo su trabajo informal (sin incurrir en un ataque, hecho delictivo, etc.) no representa una contravención que dé lugar a la actuación de la policía. “Se debe entender esta diferencia para poder distinguir las competencias de cada actor involucrado en la vía pública. Sólo actuamos en casos de contravenciones provinciales, no administrativas”, aclaró Cococcioni.
El secretario se comprometió a “acompañar” desde el Ministerio si es que desde el Ejecutivo municipal se diseña un plan de acción: “Pero se debe tener en claro qué se quiere hacer con los cuidacoches”.
A su vez, la postura de los ediles de la oposición es que el Municipio no cumple con una ordenanza que está vigente (aunque sea antigua), y que le “transfiere responsabilidades” al Concejo. “Es una barbaridad que desde el Ejecutivo se diga que no le compete la problemática de los cuidacoches: que es problema del Concejo y que debe intervenir en todos los casos la policía. La Municipalidad se saca el problema de encima”, fustigó Marcela Aeberhard (PJ), consultada por este medio.
“Sin conclusiones”
Otro que se mostró ciertamente ofuscado tras el encuentro fue Emilio Jatón (FPCyS). “Me voy sin ninguna conclusión válida”, dijo a la prensa. Agregó que la idea era “avanzar en un protocolo de actuación de situaciones de violencia. Y en el medio están las competencias: qué hace el municipio y qué la policía. Existe una ordenanza que le exige al municipio tener un registro de cuidacoches, cosa que hoy no se cumple. Hay proyectos, pero también hay una ordenanza (vigente) que no se cumple. ¿Para qué hacer nuevas ordenanzas si la que hay se desconoce desde la Municipalidad?”, insistió.
El dato estimativo que dieron a conocer funcionarios municipales —supo este medio— es que hay en la ciudad actualmente entre 100 y 150 cuidacoches. También en la reunión se habló de lo que estimativamente gana en promedio un cuidacoches, de las zonas “rojas” donde más episodios violentos se registran, entre otros puntos. En las diferencias respecto de la interpretación normativa de la ordenanza vigente no comulgan funcionarios municipales y ediles.
Regular vs. prohibir
Hay dos proyectos en el Deliberativo que buscan regular la actividad de los cuidadores de vehículos, aggiornando la ordenanza actual. Uno es de la propia Aeberhard, y el otro es de Sergio Basile (FPCyS). “Proponemos regular la actividad de los cuidadores de vehículos, incluyéndolos en las Escuelas de trabajo para que estas personas empiecen a incluirse y sortear sus dificultades de empleo. Así se podría encauzar la cuestión social”, dijo la concejala.
Otro proyecto ingresado plantea directamente prohibir la actividad de los cuidacoches en la ciudad. Es de Lucas Maguid (PJ - Santa Fe es una Sola). El edil tomó como referencia a la ciudad de Mendoza. “Allí se prohibieron en abril a los cuidadores y la experiencia es hasta ahora exitosa. Pero a la par de la prohibición, la iniciativa busca darles (a los cuidadores) una salida laboral: a los más jóvenes, la oportunidad de que ingresen a las Escuelas de Trabajo, y a los de edad mayor que el Municipio los puede ubicar como placeros o cuidadores de calle”, dijo.
La secretaría de Control quedaría a cargo (como autoridad de aplicación) de que se cumpla la ordenanza. “Desde esa área se daría aviso a la Policía y que ésta retire a las personas (cuidacoches) de realizar una actividad que estaría prohibida”. Maguid estimó que actualmente hay entre 200 y 250 cuidacoches en la ciudad hoy.
Que una norma no sea un “paso en falso”
Desde el oficialismo, Carlos Suárez (UCR-Cambiemos) consideró que una ordenanza no necesariamente resuelve per se los problemas que se generan a diario con los cuidacoches. “Los hechos más resonantes son hechos delictivos. Esto implica que hay una forma de abordaje y que es a través de la fuerza pública, de la justicia, con la denuncia y la prosecución del proceso de ese delito. Esto no va a ser abordado por una ordenanza”.
No obstante, “entendemos que si cada una de las partes (Municipio y Provincia) hace su parte, después deberemos ver en el Concejo si es necesario regular nuevamente esta actividad informal, o si es necesario acaso prohibirla. Porque en el país hay experiencias de todo tipo, y ninguna de éstas fue 100 % exitosa. Pensar que a través de una ordenanza se van a resolver los problemas, no es garantía. Los actores del Estado deben hacer lo que deben hacer. Lo mejor es abordarlo en forma conjunta”, opinó.