El Litoral
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El gobierno provincial depuró el registro del Ruaga y ahora son las 700 familias anotadas para recibir un chico. La mayoría pide que sean menores de tres años pero el desafío es encontrar un hogar para los “pibes” más grandes y los adolescentes.
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En los últimos tres meses, la provincia dio un paso importante para ordenar el sistema de adopción en Santa Fe: depuró la lista de parejas anotadas en el Registro Único de Aspirantes con Fines Adoptivos (Ruaga), que se creó en el 2010. Había más de 1.700 familias que se habían inscripto en la lista de espera, pero se “sospechaba” de la representatividad del dato porque no se había realizado un seguimiento de la evolución de estas familias.
Con los datos del relevamiento en la mano, Matías Figueroa Escauriza, subsecretario de Asuntos Registrales de la provincia, confirmó que casi el 60% de esas familias ya no están en condiciones de adoptar. “En muchos casos cambio su realidad personal —se separó la pareja—, fueron padres biológicos y también encontramos, hay que reconocerlo, personas que estaban disgustadas porque no los habían contactado en todo estos años desde el registro”, explicó Figueroa Escauriza, en una entrevista con el programa Arriba Santa Fe de C&D.
Ahora, la provincia tiene un mapa claro de las familias que quieren adoptar”, según cada región. En el nodo Rosario hay unas 300, en el de Santa Fe 230, en la región de Venado Tuerto otras 80, en Rafaela 50 y en el nodo Reconquista 40.
Si se tiene en cuenta que en el 2016, se concretaron 49 adopciones a través del Ruaga (y otras 50 por casos que vienen del viejo sistema de guarda directa, que ya no está vigente) la “oferta de familias” supera con mucho margen la demanda, pero hay una variable que da vuelta la ecuación: el 80% de las parejas en condiciones de adoptar solo acepta chicos menores de tres años y el 20% hasta 12 años. “Son muy pocas las parejas que aceptan a un adolescentes mayor de 12 años. Por eso nos cuesta mucho encontrarles una familia para evitar que crezcan ‘institucionalizados’ en hogares”, planteó el funcionario provincial.
En lo que va de 2017, unos 60 chicos fueron adoptados por parejas que estaban inscriptas en el Ruaga.
¿Cómo se seleccionan las familias?
Cuando un juez declara a una niña, niño o adolescente en estado de adoptabilidad, solicita al Ruaga legajos de aspirantes admitidos. Desde el registro se seleccionan dos o tres personas o familias en base a los siguientes parámetros:
— 1) La edad del niño y hasta qué edad está dispuesto a adoptar el adulto (el 85 % de los inscriptos prefiere niños menores de 3 años).
— 2) La antigüedad del inscripto en el registro.
— 3) El sexo buscado por el adoptante.
— 4) Si aceptan niños con discapacidad o enfermos.
— 5) Si aceptan grupos de hermanos.
“Son todos parámetros objetivos. De esta forma tratamos de darle transparencia al proceso. La edad es la primera variable para la búsqueda de una familia. Si hay varios candidatos que aceptarían a un niño de 7 años, por ejemplo, se prioriza al que lleva más tiempo inscripto en el registro. Desde el Ruaga le enviamos al juez de familia algunas opciones, pero es él quien toma la decisión final”, concluyó Figueroa Escauriza.
Parejas igualitarias
En lo que es un avance significativo en el reconocimiento de derechos, ya hay dos parejas del mismo sexo en Rosario —una formada por dos hombres y otra por dos mujeres— que estaban inscriptas en el Ruaga y pudieron adoptar, luego de la decisión del juez. “Una de las parejas aceptó a dos hermanas, lo que es muy bueno para que puedan crecer juntas”, destacó Matías Figueroa Escauriza, subsecretario de Asuntos Registrales de la provincia, en diálogo con El Litoral.
“En muchos casos cambio su realidad personal —se separó la pareja—, fueron padres biológicos y también encontramos, hay que reconocerlo, personas que estaban disgustadas porque no los habían contactado en todo estos años desde el registro”, explicó el subsecretario de Asuntos Registrales de la provincia.