Sábado 17.7.2021
/Última actualización 18:38
Con una altísima demanda de tránsito, el puente Carretero cumplió este 14 de julio 82 años en pie. Tiene la trascendental función de unir las dos ciudades más importantes del área metropolitana, Santa Fe y Santo Tomé. Y curiosamente, sus dos arcos de hormigón que cruzan el Vado y el río Salado son "colgantes". Hace años que se espera la construcción de otro viaducto que alivie la alta demanda vial, hubo promesas políticas y olvidos y, hasta ahora, la obra nunca se concretó. Mientras tanto, por este puente pensado para ser atravesado por 2 mil autos al día, transitan hoy unos 40 mil.
"Por ser colgante, en el medio de las pilas este puente está montado sobre dos rodillos de 15 centímetros, acero contra acero", cuenta orgulloso de su puente colgante el vecino Rubén Nessier. Es que para cubrir las luces de 80 metros sobre el río se adoptó el sistema llamado "arco atirantado", isostáticamente apoyado, con un tablero colgante", cuentan los especialistas en obras de ingeniería de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Santa Fe, encargados de elaborar un informe sobre el estado del puente.
Más allá de estas cuestiones técnicas, El Litoral recoge además el testimonio que hace a la memoria viva del puente, en la persona de quienes conviven con el viaducto. Nessier vive en la bajada del puente. Su vínculo a esta estructura trasciende lo sentimental, ya que su padre tenía una gomería en la que atendía a toda la flota de Vialidad y de la empresa constructora durante la obra.
"Cuando comenzaron a hacerse las bases del viaducto, le consultaron a un ingeniero alemán por qué le daban tanta luz a lo que respondió: 'Cuando la naturaleza elige algo para inundar, déjenlo como valle de inundación, porque alguna vez lo va a hacer´", rememoró Nessier, y señaló que si se compara con otros puentes de la zona por donde cruza el Salado, "este es el único puente que aguantó".
Carlos Menotti, también vecino de Santo Tomé, se refirió a la importancia del Carretero para su vida: "Conozco el puente prácticamente desde que nací, cuando nací el puente ya tenía un año. Viví todo". Incluso Menotti rememoró que una vez se tuvo que quedar a dormir sobre el puente porque estaban haciendo obras en el acceso a Santo Tomé y del lado de Santa Fe. Además recordó su infancia en inmediaciones al puente: "Bajábamos la escalerita y nos íbamos a pescar, y otras veces comíamos un asado debajo del puente. Hoy eso ya no se puede hacer".
Para los santotomesinos el Carretero es sólo el camino que los hace llegar a la ciudad de Santa Fe de forma cotidiana. Para otros, como Carlos Menotti, es como "un hermano grande que tendríamos que cuidarlo más porque tiene algunas 'heridas'. Sería bueno que se tomara conciencia y que se lo pudiera mantener un tiempo más".
La necesidad de descongestionar
Según datos a mayo del 2021, el flujo vehicular que implica el movimiento de santotomesinos a la capital provincial -y viceversa- se calcula en unos 40.000 vehículos diarios, aproximadamente. Diez mil de ellos en los horarios picos de los días hábiles, contando autos, camionetas, motos y bicicletas. De esas 10 mil unidades, unas 7 mil van hacia la ciudad de Santa Fe, y 3 mil lo hacen desde la capital provincial a Santo Tomé, para moverse dentro de esta localidad o trasladarse a zonas aledañas.
El ingeniero civil Pablo Hillar, consultor especialista en Ingeniería de Pavimentos, indicó que "en 1937 se hablaba de un puente que se diseñó más o menos para 2 mil vehículos por día, y ya para 2007 estábamos en 30 mil por día. Pretender que la infraestructura de aquella época mantenga un nivel de servicio acorde a la demanda actual, no tiene ningún sentido. Más allá de tener la conexión por la autopista, el usuario sigue prefiriendo el puente Carretero a pesar de las congestiones y considero que se requiere un cambio, sin dudas".
Eduardo Donnet es ingeniero Mecánico Especialista en Transportes, especialista en Ingeniería Ambiental y Director del Centro de Investigación en Transporte, Accidentología y Movilidad. Respecto al tránsito fluido que se da sobre el viaducto, sobre todo en las horas pico, indicó: "Hay un análisis de lo que significa la congestión de tránsito y todos sus externalidades como accidentes o polución ambiental; y por otro lado, los años que tiene el actual puente, lo cual requiere un costo de mantenimiento muy elevado".
Para agilizar y descongestionar el tránsito por el Carretero, Donnet destacó la necesidad de realizar "un anillo de circunvalación a Santo Tomé, con la posibilidad de que no todo el tránsito con carga pase por la autopista y que pueda tener una alternativa al sur de la ciudad, una de las trazas que se había estudiado en su momento; tener la posibilidad de llegar al Puerto de Santa Fe".
En este sentido, Hillar opinó que "las alternativas en lo que refiere al cruce del río son cuestiones, desde el punto de vista ingenieril, controlables". Para el ingeniero las cuestiones a resolver pasan por el acceso a las ciudades, tanto a la capital como a Santo Tomé.
Ángel Piaggio es actual concejal en Santo Tomé y en su intendencia, que coincidió con la gestión del presidente Néstor Kirchner, se empezaba a hablar del nuevo puente como alternativa al Carretero: "Si llevamos el puente Santa Fe-Santo Tomé hasta la Circunvalación, como estaba previsto, nos incorporamos a una red de circulación y distribución muchísimo más ágil y con menos inconvenientes".
La intendente de Santo Tomé, Daniela Qüesta, hizo mención a la necesidad de un enlace vial alternativo al Carretero, que solo quedó en promesas: "Hay un 'silencio de radio' evidente del gobierno nacional. En abril presentamos una nota pidiendo una audiencia en Buenos Aires, con un pedido de racconto de la historia de esta obra y de su financiación por parte de Nación. Hay que recordar que la obra fue una compensación que propuso Nación, a partir de que la provincia de Santa Fe hizo la transformación en autovía de la Ruta 19", indicó Qüesta.
Al ser consultada acerca de la expectativa que tienen con el actual gobierno nacional, comentó esperanzada que "es del mismo signo político que el gobierno que anunció esta obra, y además durante el período de Cristina Fernández de Kirchner se avanzó en la definición de la traza y en los estudios de factibilidad. Cuando terminó el gobierno de la Dra. Kirchner, lo único que faltaba era la decisión política para la financiación".
Tras esperar que pase el 2020 y el tiempo de mayor tensión por la pandemia, ahora en 2021 la intendenta de Santo Tomé espera que se avance en las gestiones: "Es el tiempo para que empecemos a discutir cuáles son las posibilidades concretas y la decisión política de la Nación", sostuvo y agregó: "Si no se asignan partidas presupuestarias para el Presupuesto 2022 de la Nación, vamos a volver a pasar otra gestión de gobierno sin ese puente".