El Litoral
El Consejo de la Comunidad argumenta la objeción de conciencia de todos los médicos.
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Tras la denuncia por un supuesto caso de aborto ilegal en el hospital Iturraspe, esta mañana el Consejo de la Comunidad pidió la renuncia del jefe del Servicio de Ginecología, Dr. Samuel Seiref, por ser objetor de conciencia. Planteó, además, su preocupación por la manifestación de objetores de conciencia de todos los médicos que integran el Servicio.
Mariano Figueroa, representante de la comunidad en el Consejo de Administración, brindó una conferencia de prensa junto a integrantes de otras cinco entidades para pedir la remoción de Seiref. La razón expuesta refiere a la interrupción de un embarazo realizado en el mes de abril, en un caso en que los profesionales del servicio recurrieron a la firma de la “objeción de conciencia” para oponerse a realizar la práctica.
“Fue el director del hospital quien recibió a esta mujer, la entrevistó y acompañó a la paciente junto a un equipo interdisciplinario, garantizando que un médico del hospital garantice el acceso a una interrupción legal del embarazo”, sostuvo Figueroa.
El caso motivó una denuncia penal de la Asociación Ojo Ciudadano contra el hospital por la posible comisión de los delitos de aborto. Hoy la Justicia investiga si se encuadra como no punible. “Este caso llega al Consejo una vez que un equipo interdisciplinario había llegado a la conclusión de que tenía derecho a acceder a esta prestación, algo que la justicia y el estado debe garantizar, pero el jefe del servicio y los médicos se declararon objetores de conciencia, cuando el plazo para manifestarse como tales había vencido”.
Referentes
Acompañaron a Figueroa en la conferencia Mabel Busaniche de la Multisectorial de Mujeres, Alejandra Ironici de Movimiento de Integración Sexual Etnica y Religiosa, Mariángeles Cejas, representante de Mujeres para la Victoria; Antonio Yapur presidente de la Asociación Cultural de la Costa.
Los referentes manifestaron su preocupación “porque todo el servicio de Ginecología y el Jefe se han declarado como objetores de conciencia, lo que nos pone en una situación límite de impedirle el acceso a las mujeres a su derecho de salud sexual y reproductiva”. Figueroa agregó que, desde allí, “el servicio de Ginecología no puede garantizar la interrupción de embarazos en los casos que lo requiera, tenemos que buscar otro profesional del hospital o derivar el caso a otro hospital”.
El representante de la Comunidad destacó que expuso estos argumentos a la dirección del hospital —quienes hasta el momento no se manifestaron al respecto—, y aseguró que llevará el tema al Ministerio de Salud de la Nación.
Los argumentos del jefe del servicio
Consultado sobre las acusaciones el jefe del Servicio de Ginecología, Dr. Samuel Seiref, indicó que no hay ninguna denuncia en su contra y que, por tanto, toma el pedido de renuncia como meras expresiones.
“Si soy objetor de conciencia y otros médicos también, las autoridades de salud tendrán que arbitrar los medios para que otro profesional realice la práctica o eventualmente derivarlo a un nosocomio para eso, no veo cuál es el problema. Después de todo, sólo 10 cuadras separan el Iturraspe del hospital Cullen, por ejemplo, donde podrían realizársela”, sostuvo el Dr. Seiref.
En este marco, en que todos los médicos de Ginecología se manifestaron como objetores de conciencia, Seiref dijo que cuando una mujer solicita la interrupción legal de su embarazo en el Iturraspe “se la orienta para que busque al efector de salud que se lo puede realizar”.
Respecto del caso puntual que motivó la denuncia penal contra el hospital, este profesional dijo estar tranquilo: “Si pensáramos que estamos actuando mal seríamos los primeros en reconocer que no actuamos como correspondía”, concluyó Seiref.