De la Redacción
La semana pasada, una docente del nombrado establecimiento educativo fue asaltada en el aula, mientras daba clases. Los padres de los alumnos se solidarizaron con ella y con los directivos del colegio, ubicado en el barrio Centenario. Aproximadamente 300 chicos concurren a dicha entidad educativa.
De la Redacción
Como se recordará, la tarde del 8 de septiembre pasado, Lorena, una docente de la Escuela N° 1258 Simón Bolívar -colegio ubicado detrás del Fonavi del barrio Centenario, en el suroeste de la ciudad- fue asaltada dentro del aula, mientras daba clase a sus alumnos. Un sujeto ingresó por el fondo del establecimiento, saltando un tapial, entró al edificio y luego al salón, donde sorprendió a la maestra, de 37 años y embarazada. Delante de los alumnos, la amenazó y le robó el teléfono celular, luego se fue, haciendo idéntico recorrido al que hizo para entrar. Hasta allí el hecho policial. Esta tarde, organizado por los padres de los alumnos, frente a la escuela se realizó un abrazo simbólico, en solidaridad con el colegio y con la maestra víctima del atraco.
“Los padres propusieron este abrazo simbólico, para que los medios sepan que sus hijos no son lo que dicen; que sus hijos están siendo formados en sus casas y por los docentes de este lugar”, manifestó Silvia Sánchez, directora de la Escuela Simón bolívar. “En una de las reuniones posterior al hecho, en la que estuvieron los padres, estos expresaron que sentían mucho malestar por lo que había trascendido en algunas redes sociales, por lo que se decía de sus hijos; ellos buscan lo mejor para sus hijos y quieren que tengan una vida mejor”, agregó la responsable del colegio.
“Es una maestra muy querida”
“Este abrazo también es para Lorena; estuvimos hablando con ella; los padres la quieren muchísimo a Lorena, una maestra comprometida, que cuidó a sus alumnos aun en medio de esta situación”, prosiguió Sánchez. “Ella está bien, siendo atendida por su ginecóloga, porque no hay que olvidar que tiene siete meses de embarazo,... además, está trabajando sus emociones, porque sigue shockeada con esa imagen tan traumática de lo vivido, durmiendo poco, algo lógico en cualquier ser humano”, agregó la directora.
Cuando se le preguntó cómo se trabajó el tema de la inseguridad con los chicos, especialmente después de lo ocurrido, señaló: “Nosotros socializamos el caso en cada aula, tanto en el turno mañana como en el de la tarde, con los maestros, entre todos; hubo un trabajo de rondas de palabras, de charlas y juegos, para que los chicos puedan expresarse. Es importante el tema de los mensajes en las aulas, lo que cada grado pudo hacer, porque son realmente maravillosos. Sentimos que valen más que las notas, que las fotos, porque es la voz de los niños, hijos de estos padres, que los mandan a esta escuela y buscan la mejor educación para ellos”. A la escuela asisten alrededor de trescientos pequeños, provenientes de diferentes barrios: San Lorenzo, Arenales, Villa Centenario, Centenario, San Jerónimo, Chalet y Varadero Sarsotti, entre otros.