Acampe frente a la Legislatura a 18 años de la inundación de 2003
Esta vez, la convocatoria es ante el órgano legislativo provincial. Reclaman que el 29 de abril sea declarado el "Día de la Memoria del Pueblo Inundado". Un proyecto de ley que quedó frenado desde el año pasado, con media sanción de Diputados.
Alejandro Villar Inédita. Los hay más elocuentes, pero este valioso registro fotográfico tiene la virtud de no haber sido publicado nunca. Muestra a los vecinos en inmediaciones del Hospital de Niños antes de que lo inunde en su totalidad el Salado. La capturó Alejandro Villar, reportero gráfico jubilado de El Litoral.
18 años pasaron de la inundación de abril de 2003 en la ciudad de Santa Fe y la región, que dejó un saldo de 158 muertes y más de 130 mil personas desplazadas de sus hogares por el paso del agua del río Salado. A los 23 muertos reconocidos de manera oficial por el Estado se suman las víctimas por causas colaterales que año tras año son recordadas por las organizaciones que luchan contra la impunidad, por la justicia y memoria.
A la organización Carpa Negra, gestada durante aquellos trágicos días, se le sumaron este año la organización La Poderosa y y el espacio político Ciudad Futura. Entre los tres organizaron para este un acampe frente a la Legislatura Provincial. "Las inundadas y los inundados seguimos gritando que la impunidad inunda tanto como el agua, y seguimos exigiendo justicia", señalan los organizadores, y recuerdan que "el principal responsable, el ex gobernador Carlos Alberto Reutemann, jamás fue imputado por la causa inundaciones, y sigue ocupando una banca en el Senado Nacional".
Acampe
En busca de evitar la impunidad y para construir memoria sobre la inundación, en abril del año pasado estas tres organizaciones impulsaron un proyecto de ley para que el 29 de Abril sea declarado el Día de la Memoria del Pueblo Inundado, y su efeméride sea incluida dentro del calendario escolar en los distintos niveles del sistema educativo provincial, "para construir en las aulas un significado colectivo de una fecha que desgarró las vidas de todos los barrios del cordón oeste de la ciudad, y contribuir a que nunca más nos inunde la desidia estatal", sostienen.
Además, desde esa ley se pretende que cada 29 de abril sea "una jornada de acción de limpieza, cuidado y preservación de los anillos de defensa", reza en su artículo segundo. Y agrega que se instituya "en la Plaza 25 de Mayo a las 18 horas un acto con motivo de la conmemoración del Día de la Memoria de la Inundación de Santa Fe".
Manuel Fabatía Manifestación. Cada año se repiten las marchas y expresiones en reclamo de justicia y por la memoria; en la del año pasado este trapo apelaba Todos somos inundados .
Manifestación. Cada año se repiten las marchas y expresiones en reclamo de justicia y por la memoria; en la del año pasado este trapo apelaba "Todos somos inundados".- Foto: Manuel Fabatía
El proyecto obtuvo media sanción en Diputados, pero aún aguarda en el Senado su sanción definitiva.
Por todos estos motivos, este lunes 26 de abril a partir de las 12 horas comenzará el acampe en la Legislatura Provincial para exigirle a los senadores y las senadoras que traten el proyecto y sancionen el Día de la Memoria del Pueblo Inundado. El acampe, que se extenderá hasta el jueves 29, "se llevará a cabo contemplando todos los protocolos sanitarios, con turnos rotativos para evitar la aglomeración excesiva de personas", mencionaron los organizadores.
Perdidos, incomunicados, desesperados
Durante los días en los que un tercio de la ciudad de Santa Fe quedó bajo el agua y la gente, principalmente de todos los barrios del cordón Oeste y el Sur, debió abandonar sus hogares en apenas cuestión de horas, en muchos casos en medio de la oscuridad y con el agua sobre sus viviendas, ocurrieron muchos desencuentros y hubo personas perdidas en estado de desesperación.
De inmediato se abrieron precarios refugios para evacuados en escuelas, gimnasios e instituciones del resto de la ciudad a donde no había llegado el agua. La incomunicación entre las personas fue un problema. La Universidad Nacional del Litoral montó un centro operativo con una base de datos para tratar de entrecruzarlos, y así lograr que quienes habían perdido el rastro de algún familiar lo encuentren. Los desencuentros fueron miles. Eran horas dramáticas, días. Y así, cada reencuentro fue un alivio para un pueblo castigado por el agua y la desidia política.
Parece mentira pensar hoy que casi la totalidad de aquellas personas perdidas no contaban con un teléfono celular para intercomunicarse. Era principios del año 2003 y la penetración del servicio en la sociedad santafesina, como en el resto, era casi nulo. Apenas un año más tarde llegaría una fusión comercial que expandiría exponencialmente el mercado de la telefonía celular en Argentina. Y en una década los teléfonos inteligentes superarían en venta a los teléfonos celulares básicos convencionales, revolucionando para siempre la comunicación.
Pero para entonces los inundados no contaban con dispositivos con cámaras para tomar fotografías y realizar registros en videos. ¿Cómo hubiese sido entonces la emergencia con un celular en el bolsillo? ¿Se hubiesen evitado tantos desencuentros? ¿Habría más registros en imágenes documentados desde la mirada particular de cada uno?, y así otro aporte a la memoria colectiva y la construcción histórica. Las preguntas retumban.
Hoy la memoria visual de los hechos se limita a los registros en su mayoría de los medios de comunicación, otras producciones periodísticas y cinematográficas en general, a los que se les suman en menor medida, los registros particulares de algunos vecinos. "Todo está guardado en la memoria", canta León Gieco, el músico por aquellos días paseó su arte por cada refugio de evacuados para tratar de darles aliento y contención afectiva.