Sin acuerdo: los vecinos volvieron a rechazar los cambios de recorridos de los colectivos
La Municipalidad ratificó el viernes las modificaciones. Y dijo que se mejoró la frecuencia. Pero los vecinos insisten con dar “marcha atrás” porque aseguran que es más inseguro, perdieron combinaciones y conexiones con otros barrios. En 15 días, otra reunión.
Sin acuerdo: los vecinos volvieron a rechazar los cambios de recorridos de los colectivos
“No estamos de acuerdo”, dijo José Cettour, desde la vecinal Centenario. “Queremos que la situación se retrotraiga a como estaba antes del 7 de febrero”, agregó. “Queremos que la línea 4 vuelva a entrar al barrio”, insistió, “porque las combinaciones no funcionan”.
Estas declaraciones fueron vertidas por el vecinalista luego de escuchar con atención las explicaciones dadas por Andrea Zorzón, directora de Movilidad de la Municipalidad de Santa Fe, quien el viernes pasado junto a su equipo mantuvo reuniones durante todo el día con los representantes de tres barrios de la ciudad (Centenario, Chalet, San Lorenzo y El Pozo), que son los más afectados por los cambios de recorridos de varias líneas de colectivos dispuestos por el Ejecutivo, en el actual marco de crisis del sistema.
De la reunión en Centenario participaron los miembros de la Red de Instituciones del barrio. Y luego de analizar la situación durante el fin de semana, este lunes Cettour dijo que “la línea 4 es nuestra conexión con Aristóbulo del Valle y Guadalupe”.
Luego el vecinalista advirtió que cuando se implementaron los cambios, “la Municipalidad nos argumentó que era por una cuestión económica, pero ahora nos dicen que es porque querían aumentar la frecuencia en el barrio”.
“Esta decisión afecta no sólo a los que viven en el Centenario, sino también a los vecinos de Varadero Sarsotti y del Fonavi San Jerónimo. Son unas 30 mil personas las que se ven muy perjudicadas”, se quejó el vecinalista.
“Los planes nacionales (subsidios al usuario) no funcionan con los de la ciudad, entonces el vecino tiene que pagar dos boletos cuando necesita realizar combinaciones, así que no nos mientan, nos están perjudicando”, insistió Cettour. “Tras que la situación económica es agobiante, con esta decisión a la gente se le incrementó al doble el costo del viaje en colectivos”.
Por último, el vecinalista reconoció las mejoras en la frecuencia de la línea 5. En ello se basó el argumento presentado el viernes por el municipio ante los vecinos. “Pero perdimos la conexión con el noreste de la ciudad, porque el 8 viene abarrotado de pasajeros, demora hasta 40 minutos y no para en las paradas”.
Ahora se aguarda la realización de una nueva reunión entre las partes, prevista para dentro de unos 15 días, para continuar monitoreando el servicio. “No nos dijeron que no a nuestros reclamos, van a seguir analizando el tema, así que veremos qué se decide”, resumió Cettour sobre el final de la entrevista con El Litoral.
La misma situación vivieron el viernes los vecinos de barrio El Pozo. Reunión y desacuerdo. Miguel Manchini es el vecinalista que escuchó a los funcionarios municipales y es quien les solicitó que den marcha atrás con las decisiones. “Queremos que vuelvan a pasar por adentro del barrio, como lo hacían durante 32 años de historia, no aceptamos estos cambios”, dijo.
“Se viene el frío, nos sacaron las garitas, hay inseguridad y la gente tiene que caminar hacia la periferia del barrio para tomar el colectivo (la línea 9 y la 2)”, describió Manchini. “Ellos siguen sosteniendo con que el recorrido decidido de manera inconsulta está bien, y nosotros les insistimos que no, que vuelvan atrás. Pero no dan el brazo a torcer”, finalizó.
La Municipalidad entiende que los cambios de recorridos mejoraron la frecuencia, es decir, que los colectivos pasan más seguido y la espera en las paradas es menor. "Pero también le dio un acceso más rápido y directo a la línea 4 en barrio San Lorenzo y a la línea 5, en Centenario", le dijo la directora de Movilidad Urbana del Municipio, Andrea Zorzón, a El Litoral, en una entrevista concedida el viernes, antes de reunirse con los vecinalistas.
Según el estudio, el promedio de tiempo de espera de la línea 4 en las paradas en horario pico del mediodía -por ejemplo- era en noviembre del año pasado de 19 minutos. Mientras que en febrero de este año se redujo a 14 minutos. Y en marzo se alcanzó un tiempo de espera de 13 minutos. Lo mismo en la línea 5, que en noviembre demandaba 11 minutos de espera y en febrero y marzo se redujo a 9. En la línea 2, pasó de 18 minutos a 11. Y en la línea 9, de 30 a 14, según la Municipalidad.
Aunque la frecuencia mejoró, la autoridades admiten que el servicio de colectivos de la ciudad es en la actualidad deficitario, está en emergencia y debe ser modernizado. Para ello se decidió comenzar un proceso que pretenden finalizar en una nueva licitación del mismo. Mientras tanto buscan mejorar el servicio actual para tratar de que los problemas impacten lo menos posible en los usuarios, que son los vecinos. Y son los que se quejan y se quejan, cada vez más.
Pero también están, del otro lado del mostrador, las quejas de los empresarios del transporte. Ellos son los que muchas veces no reciben a tiempo los subsidios del Estado y deben responder ante los trabajadores con el pago de sueldos; y ante el Municipio, con la eficiencia del servicio. Al tiempo que todos los costos de los insumos y el combustible trepan alocadamente por la inflación.
En esta encrucijada están parados en las garitas los pasajeros que necesitan el servicio, esperando saber "cuándo pasa" el colectivo para ir a trabajar o a estudiar.