Desde mediados de agosto hasta mediados de este mes, hubo más de 100 denuncias denuncias abiertas de vecinos y vecinos de la ciudad por microbasurales y también por basurales a cielo abierto. El dato lo dio a conocer la Red de Promotores Ambientales "RedCicladores", que lleva adelante un trabajo en territorio sobre la gestión de residuos en la ciudad y su impacto en el medio ambiente.
El relevamiento se realizó utilizando tecnologías: lo que se hizo fue un "mapeo colaborativo" que permitió geolocalizar la dispersión de residuos en el ejido urbano. Cada vecino fue denunciando con el envío de una foto -más la ubicación o dirección física del microbasural- al número de WhatsApp de la Red. Y luego, se fueron cargando a ese mapa.
"Abrimos la metodología apelando a una tecnología muy sencilla: con una foto y una ubicación que la gente nos fue enviando, toda esa la información se geolocalizó en una plantilla de Google Maps", le dice a El Litoral Joaquín Azcurrain, uno de los referencia de RedCicladores.
En la imagen se pueden ver puntos de conflicto medioambiental. Las marcas negras son los microbasurales (montículos de basuras). Las marcas marrones son basurales a cielo abierto (volcaderos de basura de dimensión más grande). También se ven los cinco puntos de acopio de la Red, de color verde. Se observa que los puntos críticos están más concentrados en el noroeste y suroeste del ejido urbano. Este jueves por la mañana se presentaron en la Plaza Constituyentes los resultados del relevamiento, con una impresión grande del mapa.
Este mapeado colaborativo -con participación de la ciudadanía- es, para Azcurrain, una "fotografía" de un problema de gestión de residuos que viene de larga data. "En algunos sectores de la ciudad no pasan los camiones recolectores; entonces, la gente empieza a dejar sus bolsas de residuos domiciliarios en esquinas, en espacios públicos, etcétera. Y así se generan los microbasurales". El otro conflicto serio son los basurales a cielo abierto: "Son los propios vecinos los que nos dicen que llegan vehículos de diferentes barrios y depositan allí la basura, así de simple. Esto es una afectación de derechos y una afectación ambiental, porque un microbasural o un volcadero degrada el ambiente y la calidad de vida de la ciudadanía: allí hay residuos patogénicos y peligrosos, más la proliferación de alimañas".
Y este problema estructural tiene el agravante de que hay muchas familias que no cuentan con servicios esenciales: agua potable y calles en condiciones. "Al no haber calles bien pavimentadas, no entran los camiones recolectores, y las empresas a veces cumplen deficientemente el servicio", opinó el referente.
En el marco del 31 de Octubre "Día Mundial de las Ciudades" RedCicladores tiene planificadas intervenciones en Alto Verde y Pompeya: limpieza de basura acumulada, y colocación de bancos y ecocestos hechos con pallets.
-El 16 de mayo de 2019, por iniciativa del entonces concejal y actual intendente Emilio Jatón, el Concejo aprobó por ordenanza un programa de erradicación de microbasurales. ¿No ha cambiado nada a la luz de este mapeo? ¿Hay responsabilidad política, de las prestatarias del servicio de recolección, o irresponsabilidad ciudadana?, consultó El Litoral a Azcurrain, a título de opinión personal.
-Creo que hay un poco de todo. Esto se inicia con un modelo de gestión de residuos que ya venía mal (en la gestión municipal anterior). El servicio era muy deficiente. Pero después está la falta de presencia del Estado en la pavimentación, que es lo que les impide a las empresas cumplir con el servicio. Más allá de eso, la actual gestión recibió ese modelo que ya estaba en crisis y con una deuda con las prestatarias, sobre la cual se llegó a un acuerdo. Y se está avanzando hoy con las cuadrillas ambientales.
Dentro de los ítems de las responsabilidades de las empresas está erradicar microbasurales. Pero si un camión no puede entrar a una calle para recolectar, la gente va a terminar dejando su bolsa donde puede. Lo que veo es que en términos políticos es que no hay una proyección de sostenibilidad: no sirve ir con una pala y levantar un microbasural, sino que además se debe recuperar ese espacio para que, justamente, la gente no vuelva a tirar la basura. Y ahí entra la "pata" de una mayor responsabilidad ciudadana.
Si ese microbasural se erradica, luego lo necesario es que ese espacio se pueda ocupar: con bancos con pallets, maceteras con plantas, carteles que adviertan que allí no se puede tirar basura, entre muchas otras opciones.