Tomás Rico
trico@ellitoral.com
Sólo hay un semáforo en toda la arteria. Además, solicitan reparaciones en el cantero central.
Tomás Rico
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Como consecuencia de la cantidad de accidentes automovilísticos que se provocan en avenida Galicia, los vecinos de la zona dialogaron con El Litoral para reclamar que se coloquen reductores de velocidad. “Los autos vienen embalados de Aristóbulo y no frenan hasta Las Heras”, explicó Néstor Vallejos, quien reside sobre la avenida.
Este problema se produce porque a lo largo de las trece cuadras, que componen la importante y tan circulada arteria, hay sólo un semáforo, ubicado en Las Heras, la esquina de la Escuela Stephenson y del Centro de Educación Física Nº 29. Los accidentes también están vinculados con el gran flujo vehicular que hay en la avenida, que enlaza Aristóbulo del Valle y General Paz.
Entre las esquinas más peligrosas, los vecinos indicaron que Lavalle, antes de llegar al Centro Gallego es una de las intersecciones con más choques. Además, sumaron a las calles Belgrano, Alberdi y Mitre.
Sobre el cantero central
El cantero central que recorre la avenida Galicia de punta a punta, es decir desde Aristóbulo hasta General Paz, tiene algunos problemas de mantenimiento. Es uno de los reclamos que desde hace años realiza Rubén Caom. “En realidad, comencé a advertir este problema desde que se empezaron a pudrir las farolas”, le comentó a El Litoral.
Las farolas, ubicadas en cada extremo del cantero, fueron instaladas y pagadas —cuando Jorge Obeid era intendente— por la Asociación de Comerciantes y Vecinos de Avenida Galicia, una institución que existió hace algunos años pero que no tuvo continuidad y se desarmó porque quedaron muy pocos miembros, entre ellos Caom y Vallejos.
“Nunca se les hizo mantenimiento a estos artefactos de iluminación y hoy se están pudriendo en la base. Además, se han caído varias”, continuó el vecino. Por ello, le plantearon al municipio que se les construya una base de cemento, de una altura importante para que resistan más tiempo.
Otra deficiencia que presenta el cantero es el tema de las raíces de los árboles que levantan el camino central. “Ese caminito también fue obra de la asociación, le pagamos con fondos propios a una empresa privada para que lo haga, el municipio sólo puso la mano de obra”, recordó Caom.
El vecino insistió en que nunca se les hizo un mantenimiento adecuado y Espacios Verdes no resolvió el tema de las raíces. “Me respondían que no tenían gente para hacerlo. Además, tampoco reemplazaron los ejemplares que se fueron secando y cayendo”, concluyó.