Advierten que el río puede llegar a su nivel más bajo de los últimos 40 años
En el puerto local el hidrómetro midió 1,58 metro. Desde la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas estiman que descenderá hasta el metro y medio en los próximos días. El registro más bajo data del 2009 cuando el Paraná estaba en 1,53 m.
José Vittori Zona del delta del Saladillo Dulce hacia la laguna Setúbal.
15:12
El comportamiento del río Paraná, en esta región del Litoral, se modifica como consecuencia de las lluvias que precipitan en la parte alta de la Cuenca del Plata, es decir en el sur de Brasil y Paraguay. Ante una situación normal, para esta época del año, la altura en el puerto de Santa Fe, según el Instituto Nacional del Agua (INA), debería rondar los 3,50 metros.
Sin embargo, la bajante que se inició a fines de agosto continúa vigente, y este jueves el hidrómetro local registró 1,58 metro, alcanzando así la marca más baja del 2019 y la segunda más pronunciada de los últimos 40 años (ver cuadro). “Estamos a menos de 10 centímetros del registro de 1,50 m, y los puertos de aguas arriba, en general, se presentan en descenso. Con esto quiero decir, que según el comportamiento del Paraná, es muy probable que en los próximos 4 o 5 días se debería mantener la tendencia en descenso. A no ser que en la zona llueva mucho el fin de semana y frene un poco el comportamiento”, sostuvo el ingeniero Ignacio Cristina, desde el Centro de Informaciones Meteorológicas de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (CIM-Fich-UNL), en diálogo con El Litoral.
Al llegar a 1,58 m, la altura del río en Santa Fe es sólo superior a la que data del 2009, cuando el escaso caudal fue de 1,53 metro. “Son las bajantes más importantes desde los 80. Las anteriores no las tomamos porque estarían muy afectadas por la construcción de Yaciretá (la represa comenzó a construirse en 1983)”, explicó Cristina, quien sigue de cerca la situación hidrológica en la región y registra las estadísticas en el portal web del CIM.
Cómo seguirá
En este momento, el río está a sólo cinco centímetros de alcanzar la marca del 2009. Ante la consulta al ingeniero sobre cómo se comportará el río en los próximos días, dijo: “Es muy difícil en esta situación poder precisar cuándo va a llegar al nivel más bajo. Por ahí se da un descenso de 3 o 4 centímetros en un día y lo previsto se descarta. O puede que llueve mucho en cierta parte de la cuenca de aporte”.
El INA, que cada martes publica las tendencias y los pronósticos del Paraná en los diferentes puertos de la Cuenca del Plata, prevé para el 17 de diciembre una altura de 1,60 metro en Santa Fe, sin embargo, los pronósticos publicados semanas atrás muestran imprecisiones por algunos centímetros. Es por ello, que el registro día a día es el que más credibilidad tiene.
José Vittori Bancos de arena en Chaco Chico.
Bancos de arena en Chaco Chico. Foto: José Vittori
Preocupación en Yaciretá
La Entidad Binacional Yaciretá (EBY) advirtió a principios de este mes que el nivel del caudal en la zona ya es el peor desde 1978, con 10.900 metros cúbicos de agua por segundo que pasa por la represa hidroeléctrica ubicada en Corrientes.
En un comunicado, el organismo explicó que “los caudales circulantes en el curso del Paraná, desde su confluencia con el Paranapanema, están muy por debajo de lo normal”, y agregaron: “La situación hídrica podría ser aún más crítica de no ser por el uso de la capacidad de almacenamiento del sistema de embalses para generación de energía hidroeléctrica existentes en la RFB (República Federativa del Brasil), efectivizada entre el año pasado y el corriente año, considerando la existencia de una importante cantidad de reservorios con gran capacidad de regulación de los caudales del río”.
En virtud de lo que pueda suceder en un futuro cercano, desde la EBY explicaron que deben considerarse dos factores: el climático y el antrópico. “En relación con el primero, los escenarios que los centros climáticos regionales de referencia (Argentina, Brasil y Paraguay) indican para los próximos meses baja predictibilidad en los aportes pluviométricos, lo cual hace difícil anticipar una tendencia concluyente. Esto implica un escenario de incertidumbre, que se propaga al segundo de los factores, que como se ha mencionado, es el antrópico”.
“De persistir la situación de déficit hídrico, es probable que la recarga estacional del sistema de embalses (diciembre-mayo) no pueda llegar a un valor que permita un cambio en la tendencia de los aportes hídricos y por tanto la situación actual se extienda o incluso pueda hacerse más aguda”, ahondaron y detallaron que “de producirse lluvias suficientes que permitan una recarga razonable, es probable que la situación mejore, aunque levemente, sin vuelta a la normalidad estacional de verano, que en términos estadísticos está signada por caudales por encima de los normales”.
Centro de Investigaciones Meteorológicas Fich-UNL
Foto: Gentileza Centro de Investigaciones Meteorológicas Fich-UNL