Lía Masjoan
“Estoy cansado de las excusas de la empresa”, dijo esta mañana un enojado gobernador Antonio Bonfatti a El Litoral al ser consultado por las demoras en la obra de ampliación de la Ruta Provincial Nº 1, entre la Ruta Nacional Nº 168 y la ciudad de San José de Rincón. De hecho, mañana mismo podría tomar la decisión de rescindir el contrato con la UTE que integran Ponce, Alquimaq y Luis Losi. Sólo espera el informe que pidió a Fiscalía de Estado, para saber “si se ajusta a derecho y si no ocasionaría ningún perjuicio para la provincia”. Si esto es así, “lo rescindo”, aseveró.
Bonfatti dijo estar “muy fastidioso” con las demoras, en especial porque este año el dinero está disponible: “Veo muy, muy mal esa obra. Ya se podrían haber ejecutado $ 50 millones y sólo se ejecutaron $ 10 millones. El avance tendría que ser mucho mayor”.
El año pasado, cuando se adjudicó la obra, el presupuesto sólo alcanzó para pavimentar el acceso a Rincón. “Siempre hay una excusa nueva y ya me cansé de escuchar problemas”, agregó.
En número finos que aportó Vialidad el monto disponible para este año era de $ 30 millones y la UTE sólo gastó $ 2.325.524.
La postura empresaria
Por su parte, Miguel Ponce, a cargo de Ponce Construcciones -una de las empresas que conforman la UTE-, reconoció las demoras, en una entrevista con El Litoral, pero fue muy cauto a la hora de dar explicaciones: “Es cierto que no se está trabajando a un ritmo normal pero es porque la empresa está a la espera de la aprobación de un proyecto eléctrico que hace más de un mes está en Vialidad Provincial y sin eso, no podemos avanzar”.
Este año, la Empresa Provincial de la Energía sugirió a la provincia que las instalaciones eléctricas debían ser soterradas y no aéreas, con lo cual la UTE adaptó el proyecto y lo elevó a Vialidad Provincial para su aprobación final, donde espera una resolución. Precisamente esta mañana había una reunón por este tema pero la UTE no se presentó, informaron desde Vialidad.
El Litoral intentó ampliar este dato con la subadministradora de esa repartición, Mariana Albornoz, pero prefirió guardar silencio hasta tanto el gobernador tome una decisión.
De todos modos, Ponce aseguró que “la voluntad de la empresa es total para continuar con la obra”. Por estos días, siguen trabajando en una de las alcantarillas que corre paralela a la ruta, a la altura del kilómetro 3.
En tanto, la semana pasada el Senado santafesino aprobó un pedido de informes que presentó el senador oficialista Hugo Marcucci. En concreto, le pidieron al Ejecutivo que explique por qué está tan demorada la obra.
Lo cierto es que ya pasaron siete años desde que el Estado santafesino hizo el primer intento por ampliar una ruta, ya entonces saturada de vehículos. Con varios fracasos, los ánimos parecen estar más caldeados que nunca. Y otro capítulo de esta historia interminable podría tener el mismo final que hace cuatro años: la rescisión del contrato, la paralización de la incipiente obra y la ya eterna espera de los vecinos.
Siete años de historia
Primer llamado. En 2006, durante el gobierno de Jorge Obeid, se realizó el primer llamado a licitación. Se presentaron cinco empresas, pero todas fueron desestimadas porque sus ofertas superaron en un 40 % el presupuesto oficial estimado en $ 34.416.869,10.
Segundo llamado. Fue en abril de 2007 y se presentaron siete empresas. No prosperó porque también hicieron ofertas muy elevadas y se pidió que reajusten los presupuestos.
Mejora de oferta. En octubre de 2007, las empresas mejoraron las ofertas anteriores. Se adjudicó a Ponce Construcciones.
Paralización I. Tras el cambio de gobierno y el enfático reclamo de vecinos, Binner paraliza la incipiente obra porque se había licitado sin proyecto ejecutivo y no se había contemplado un estudio exhaustivo de impacto hídrico en la zona.
Paralización II. Se ajustó el proyecto original, incluyendo desagües pluviales y alcantarillas, pero no hubo acuerdo en los nuevos costos entre Ponce y el gobierno provincial. En abril de 2009, se rescindió el contrato con la empresa.
Tercer llamado. En 2011, el gobierno provincial en manos de Hermes Binner realizó un tercer llamado a licitación. La obra se adjudicó en abril de 2012 otra vez a Ponce Construcciones, esta vez unido en una UTE con Alquimaq y Luis Losi.