El problema de beber alcohol y luego conducir un vehículo en la vía pública se ha vuelto una suerte de “virus” que se expande en las conductas de los santafesinos. Esta peligrosa infracción no sólo puede poner en peligro la vida de ese conductor imprudente, sino también la de terceros.
Esta contravención está tipificada en el Régimen de Infracciones y Penalidades de la ciudad (Ordenanza Nº 7882 y sus modificatorias) y es considerada grave. Y los datos oficiales que maneja el municipio indican que en lo que va de la gestión del intendente Juan Pablo Poletti, del total de autos retenidos en controles viales (unos 3 mil) en casi 300 casos la causa de la infracción fue por alcoholemia positiva.
En poco más de ocho meses, se retuvieron durante los controles viales en la ciudad 3.084 vehículos. “De ese total, 268 fueron por alcoholemias positivas. Casi 300. Es un número muy alto. Estamos intentando poner reglas claras en este sentido, porque el nivel de lesiones y de muertes por accidentes es muy alto”, le dijo a El Litoral Sebastián Mastropaolo, secretario de Gobierno, Control, Movilidad y Seguridad Ciudadana municipal.
Qué pasa con las motos
El porcentaje de alcoholemias positivas en motos es menor al de los automóviles, pero aparecen dos problemas colaterales. Primero, que la mayoría de los motociclistas no llevan los cascos reglamentarios, con lo cual incurren en una infracción, y se les retiene la moto. Segundo, que esos motovehículos no tienen -en la mayoría- los papeles correspondientes, con lo cual terminan en el Corralón Municipal por meses.
“La gente que utiliza motos no está acostumbrada a tener la documentación en regla. Y además, la mayoría conduce sin el casco protector, algo que nosotros empezamos de nuevo a sancionar”, expresó el funcionario.
Dos inspectores municipales durante un procedimiento de retención de motos detectadas en infracción. La falta de uso de casco, la falta más grave. Crédito: Archivo El Litoral / Mauricio Garín
En 10 días hubo en la ciudad cinco muertes por traumatismos de cráneo o por lesiones graves por no utilizar casco. La no utilización del casco es una contravención tipificada en el Régimen de Infracciones y Penalidades de la ciudad.
“En los controles primero advertimos, advertimos y notificamos. Pero ahora empezamos a retener vehículos por el no uso del casco, o bien porque se lleva el casco en la mano o esta mal puesto. Esta infracción remite al secuestro de la moto, es decir, la retención y el secuestro de ese motovehículo”, advirtió Mastropaolo.
Multas
En línea con esta situación cuanto menos preocupante, el otro tema que surge es el valor de las multas, que se incrementaron significativamente. Un ejemplo: por conducir en estado de alteración psíquica o de ebriedad o bajo la acción de tóxicos o de estupefacientes, pesa una multa de 190 Unidades Fijas (equivalente a 204.630 pesos de mínima) a 2.000 Unidades Fijas (2.154.000 pesos de máxima). En la ciudad capital, cabe recordar, rige la ordenanza de alcoholemia cero al volante.
La intensificación de los controles viales no tienen, para el secretario, un “afán recaudatorio”. Aseguró que lo que se busca es “marcar con rigidez que la gente empiece a cumplir realmente las reglas de tránsito. Hemos visto cosas en la calle que realmente preocupan mucho”.
-Pero entonces, ¿se logra el efecto “correctivo/disuasivo” con esos valores de las multas, esto es, que el infractor no vuelva por segunda vez a incurrir en conducir bajo los efectos del alcohol, por caso?, consultó El Litoral a Mastropaolo.
-Creo que sí, pero es un proceso. La sanción (dineraria), que hoy es más alta, realmente termina siendo un método educativo o de presión a la persona que comete la infracción y no la quiere cometer de nuevo, por el costo que implica. Hay mucha falta de regularización de la documentación, muchísima… Es algo en lo que estamos apuntando dentro de lo que son los operativos de controles de tránsito.
Ciudad 30 y velocidades
-¿Hay controles en el área de Ciudad 30 (donde los vehículos deben circular a no más de 30 km/h)?, interrogó El Litoral a Mastropaolo.
-Sí. Aún no establecimos nuevos cinemómetros en la zona de Ciudad 30. En eso estamos trabajando. La gente todavía necesita una etapa de educación previa, una buena campaña, que ya la que estamos diseñando.
Las “picadas” de autos en la Costanera Oeste -7 Jefes y Almirante Brown-, otro problema que se da en la nocturnidad santafesina. Crédito: Manuel Fabatía
Saldremos con una campaña de información y concientización fuerte, y después sí vamos a instalar cinemómetros. El paso posterior será empezar a sancionar a quien no entiende que en la ciudad, para que haya una convivencia natural y sana, hay que respetar las velocidades.
SEOM
Consultado sobre la “saturación” de controles por el estacionamiento medido en el microcentro por parte de inspectores municipales, sobre todo los días de semana y en horarios pico, el secretario de Control adelantó que la nueva ordenanza que va a licitar el nuevo SEOM “está muy avanzada”.
“Hoy por hoy, el sistema de estacionamiento medido quedó muy obsoleto, tiene más de 16 años. Falta habilitar el dinamismo en los medios de pago digitales, que se contempla en el proyecto de ordenanza. La gente reclama un nuevo sistema aggiornado a los tiempos actuales”, enfatizó.
Sebastián Mastropaolo, secretario de Gobierno, Control, Movilidad y Seguridad Ciudadana municipal. Crédito: Flavio Raina
Más allá de esto, “estamos controlando el estacionamiento medido para que la gente realmente entienda que también está actualizado el valor y está actualizado el servicio. Mejoramos la relación de la convivencia urbana sacando a los cuidacoches en la zona de estacionamiento”, concluyó Mastropaolo.
Pedido a los vecinos
En un comunicado de prensa, la Municipalidad de Santa Fe recordó a los vecinos que, antes de utilizar un vehículo, se tome “consciencia de su uso con responsabilidad”.
“Si bebe alcohol, no conduzca. Utilice el transporte público. Una conducción adecuada requiere lucidez y capacidad de reacción, el consumo de alcohol y otras sustancias aumenta el riesgo de siniestros viales y la gravedad de las lesiones, ya que afectan la capacidad para conducir disminuyendo los reflejos, la atención y la coordinación”, solicitaron desde el Gobierno local.
La ordenanza N° 10.017 del Reglamento General de Tránsito establece en la ciudad de Santa Fe tolerancia cero para conductores.