Florencia Arri
farri@ellitoral.com
Twitter: @flor_arri
Los vecinos tienen posturas distintas: mientras unos lo señalan como el proveedor de drogas del barrio, otros lamentan la clausura del cable.
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En voz baja, sin dar nombres y mirando a los costados. Así fue como los vecinos de Alto Verde comentaban hoy la detención de Sergio “el Zurdo” Villarroel que se produjo la mañana del sábado. Todos sabían del allanamiento a su casa, la única de dos pisos y pileta en este barrio costero de techos bajos. Todos conocían con más o menos trato al hombre de perfil bajo que preside el Club Defensores de Alto Verde y es dueño del único cablevideo que llega al barrio. Su actividad ilícita era un secreto a voces desde hace años. Su nombre es algo que aún hoy, al tomar estado público, los vecinos prefieren no nombrar.
El operativo que trascendió en medios locales, provinciales y nacionales como “un golpe al narcotráfico”, corre como un susurro en las calles de tierra ya acostumbradas a las sirenas y a la presencia de uniformados. En la parada del colectivo y en las salas de espera de los dos Centros de Salud, la única respuesta a quien preguntó por el caso fueron miradas esquivas y comentarios vagos. Sólo a puertas cerradas y sin testigos, el relato comenzó a aparecer. “Es que tiene todo tipo de redes tendidas, siempre se entera de todo y uno nunca sabe quién está escuchando”, se justificó un referente barrial. Incluso con Villarroel en manos de la justicia, el temor se mantiene encendido.
Posturas encontradas
Dos días después de la detención de Villarroel, los vecinos están divididos. Unos celebran la detención de quien consideran el principal narcotraficante del barrio, el mismo que generó una red de distribuidores fácilmente identificables para quienes viven allí. Incluso hay quienes señalan que, a través suyo, Alto Verde es el ingreso de sustancias ilícitas que se venden en todo Santa Fe. Pero otros lamentan las consecuencias que su ausencia traerá a esta barriada: se quejan porque se quedaron sin cable, porque apresaron a quien revivió el Club.
La coincidencia incuestionable es que el “Zurdo” Villarroel montó en la última década una red de asistencialismo. A su elogiada gestión en el Club y la provisión del cable, las anécdotas suman que tenía dinero para quien le pedía prestado y que daba trabajo a quien le hacía falta. “A los chicos de fútbol les dio camisetas y el equipo completo hasta con bolsos con sus nombres bordados”, contó una mamá, y agregó un argumento expiatorio: “Él hace sus cosas afuera, no vende acá porque quiere a los chicos del barrio”.
“Hay muchos que lo quieren porque sacó a los chicos de la calle y logró reunirlos en el club que es más sano”, indicó otro de los vecinos consultados. Pero nadie dice su nombre ni opina sobre lo sucedido. “Seguro que sale, él todavía tiene a su gente trabajando”, opinó otro vecino.
De un lado y del otro, a puertas cerradas el temor indica que son pocos los que creen que la detención de Villarroel cambiará algo. Docentes, agentes de salud y referentes de las instituciones del barrio alertan que el problema del narcotráfico en Alto Verde es más complejo: “Los chicos consumen y saben dónde conseguir, si él no está van a buscar a otro. Esto no se resuelve encarcelando a uno, acá el problema es más grave”.
“El barrio está más tranquilo”
La semana pasada, en su reunión mensual, la Red Interinstitucional y Social de Alto Verde reconoció como un avance la presencia de las fuerzas de seguridad en el barrio. “La violencia bajó considerablemente, ya no hay enfrentamientos a balazos en la calle, con tantos agentes estamos mejor, está más tranquilo”, opinó Hugo Cabrera, vicepresidente de la Vecinal Pro Mejoras Alto Verde.
La última semana del mes, las fuerzas de seguridad se reunirán en la Vecinal con representantes de las instituciones del barrio para dar cuenta del trabajo realizado. “El problema del narcotráfico es complejo en Alto Verde como en muchos otros barrios de la ciudad y de otras ciudades, y trasciende a la detención de una persona. Hay que esperar para ver si cambia algo”, concluyó el vecinalista.
5 fuerzas de seguridad están presentes en Alto Verde: la policía de Orden público en la Comisaría 24, Guardia de Infantería, Policía de Acción Táctica y Policía Comunitaria. En noviembre se sumó Prefectura Naval Argentina, que instaló tres destacamentos en puntos clave e implementó el programa “Barrios Seguros” del Ministerio de Seguridad de la Nación, el mismo que se aplicó en la Villa 31 de Buenos Aires.