Nicolás Loyarte
Un barrio a la buena de Dios.
Nicolás Loyarte
nloyarte@ellitoral.com
@nicoloyarte
“¿Qué hago ahora con mi hijo?”, se preguntaba esta mañana con desesperación María Cristina Cañete, la mamá de Gastón, un joven epiléptico de 16 años que llegó como pudo con las ruedas de su silla sumergidas en el fango al Centro de Salud “Demetrio Gómez”, ubicado en la Manzana 5 de Alto Verde. Hasta allí dejó de ingresar la ambulancia que trasladaba a Gastón al hospital. Ni el colectivo urbano puede llegar.
En Alto Verde está “prohibido” tener una emergencia.
En Alto Verde está “prohibido” tener una emergencia. O al menos eso es lo que parece que sucede. El acceso al populoso barrio costero con más de 100 años de historia y sin una calle de asfalto quedó totalmente anegado, debido a las últimas lluvias. Por ese motivo dejó de ingresar el transporte público y otros servicios, como la ambulancia que necesita Gastón. Y los cerca de 15 mil habitantes quedaron totalmente aislados (es el término preciso), a la buena de Dios.
Dos colectivos de la Línea 13 se empantanaron el domingo sobre la única calle que hasta entonces se encontraba transitable, la Aldo Bunting, que serpentea el barrio hasta su intersección con la principal, Demetrio Gómez. Esta última se encuentra en obra y vedada al tránsito, ya que será la primera del barrio en tener una carpeta de hormigón y un desagüe.
Una isla
Desde el domingo la empresa de colectivo tomó la decisión de llegar sólo hasta el ingreso, en la manzana 2. Los vecinos que necesitan salir del barrio tienen que caminar por el barro cuadras, kilómetros, a la hora que sea, bajo la lluvia, para poder tomar el colectivo o subir a la canoa-taxi que los cruza al Puerto. Y lo hacen sabiendo que a su regreso les espera el mismo calvario.
“Hace dos días que no puedo ir a trabajar”, dijo Alicia, una vecina de calle Demetrio Gómez, la principal, que con su conocimiento del barrio ayudó a El Litoral a llegar hasta el centro de salud de la manzana 5 sin quedar en el intento con las ruedas girando bólidas y salpicando barro, como le ocurrió a un camión distribuidor de carbón que esta mañana intentaba escapar de la “trampa”.
Todos los vecinos se quejan de lo mismo. Y el presidente de la Vecinal, Daniel Demarchi, se hace eco del reclamo: “Deberían haber tirado un ripio, algo de piedra, sobre calle Bunting antes de comenzar la obra sobre la Demetrio Gómez”. Y agregó con resignación: “Ahora ya es tarde, quedamos aislados”.
La peor pesadilla la viven los vecinos de La Boca, que vienen sufriendo las consecuencias de la inundación desde fin del año pasado, y ahora no tienen cómo salir del fondo del barrio. El pronóstico indica que seguirá lloviendo al menos hasta el viernes.
Mirada local
Los cronistas de Alto Verde Noticias subieron a la web un video en el que muestran el mal estado de las calles de su barrio. En el video también se observa a una ambulancia intentando llegar a destino por el barro durante la noche, entre otros inconvenientes.