Martes 3.9.2019
/Última actualización 16:28
Cualquier vecino que transite calle Mitre de Santo Tomé, en el tramo comprendido por General López y Hernandarias (extremo este, a unas seis cuadras del Puente Carretero), se encontrará con la laguna Juan de Garay, popularmente conocida como laguna Bedetti. El espacio costero cuenta con un paseo, elementos de urbanización, un solárium y un mirador donde se erige el monumento en homenaje al explorador español y fundador de Santa Fe, cuyo nombre bautiza al lugar. Éste no es tan solo un sitio recreativo más de la localidad, sino que es un Área Natural Protegida (ANP) que resguarda la flora y la fauna autóctona de este punto del vastísimo territorio provincial. Así lo estableció la Ley Nº 13.585 que aprobó en noviembre de 2016 la Legislatura de Santa Fe. La novedad es que luego de tres años, finalmente la normativa fue reglamentada por el Ejecutivo y ya se suma a las otras 22 ANP de la bota que revisten este mote (13 públicas, 7 privadas y 3 sitios ramsar). Sin embargo, este importante avance llega con otras particularidades. A diferencia del proyecto original, que solo comprendía a la laguna propiamente dicha, el publicado en el Boletín Oficial en el mes de julio aparece con una ampliación en sus límites, definido por el Decreto Nº 1.685 del Ministerio de Medio Ambiente de la provincia.
A partir de esa decisión, el ANP Laguna Juan de Garay abarca unas 507 hectáreas de extensión. La zona estaría comprendida desde las vías del ferrocarril Mitre -bien al norte de la localidad-, de costa a costa de Santo Tomé a Santa Fe, hasta las cuencas hídricas del río Salado y todo lo que es la desembocadura del Paraná y el Corondá.
Además de esta distinción, también se la calificó dentro del Sistema Provincial de Áreas Naturales como Humedal Hídrico Natural, una de las categorías de manejo que la Ley Provincial Nº 12.175 establece. Así lo precisó a El Litoral Juan Carlos Pérez Leiva, de la Asociación Civil Terra, una entidad con 11 años de vida que desde sus inicios destinó un enorme esfuerzo por conseguir este logro. “Declarar como Área Natural Protegida a la laguna Juan de Garay permitirá contar con partidas para garantizar el resguardo, cuidado y vigilancia del lugar (para que no se tiren residuos ni provocar incendios, por ejemplo); definir su uso; proteger la rica flora y fauna; generar infraestructura como paseos, instalación de señalética y cartelería que especifique los animales y plantas que se pueden encontrar; y desarrollar actividades para los estudiantes, los ciudadanos comunes (a través del turismo) y los investigadores que quieran estudiarla”, explicó el presidente de la institución.
Gentileza Asociación Civil Terra Mapa. En la siguiente imagen se observa la extensión del área protegida laguna Juan de Garay.Mapa. En la siguiente imagen se observa la extensión del área protegida laguna Juan de Garay. Foto: Gentileza Asociación Civil Terra
Además de alentar la declaración de Área Natural Protegida, la Asociación Civil Terra viene trabajado junto a un equipo interdisciplinario para implementar y constituir un Aula Natural Verde Permanente de Enseñanza e Investigación, destinada a los niveles iniciales y superiores que funcionen dentro de la órbita del Ministerio de Educación. Asimismo incluiría una faz investigativa del ecosistema y la biodiversidad. El grupo está compuesto por personal del Instituto Nacional de Limnología (Conicet), la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL, el Ministerio de Educación de Santa Fe y la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica local. También se sumó al objetivo el área de Turismo de la provincia. Incluso la cartera educativa provincial tomó la cuestión y la derivó a la Dirección de Articulación y Proyectos, que ya emitió un dictamen que considerá que el Aula Natural posee un nivel pedagógico apropiado para enseñanza.
Ahora solo resta confirmar la posibilidad de contar con un inmueble cercano a la laguna Juan de Garay, que sería destinado al funcionamiento del proyecto interdisciplinario. “Sabemos que esto no va a ser de un día para otro, principalmente por el tema de los recursos; hay cuestiones específicas, técnicas, científicas, educativas y de investigación que inciden en el tema, por lo que tenemos que esperar”, aclaró Juan Carlos Pérez Leiva. “Cuando fue sancionada la ley, preveía partidas presupuestarias que, estimamos, en algún momento serán destinadas para el desarrollo y la implementación de este aula”, agregó. Para cerrar, el titular de la asociación civil mostró predisposición para seguir tratando la temática, pero afirmó que para que avance de manera definitiva “se necesita voluntad política”. “Hay mucho interés para trabajar, lo que pasa es que los tiempos no son tal vez lo que uno quisiera”, finalizó.
En otro tramo de la charla con este medio, Pérez Leiva ponderó el concepto de Urbanidad que posee la laguna Juan de Garay de Santo Tomé. “Es una laguna urbana, es decir que convive con el ciudadano e interactúa; no está en una zona rural en la que tenés que ir específicamente a visitarla para poder verla, sino que se relaciona directamente con la gente”, ratificó. Debido a esta característica, de avanzar el Aula Natural Verde permitirá un intercambio entre los que investiguen, enseñen y aprendan. Es decir que va a ser un espacio educativo o “laboratorio abierto” en el mismo territorio, dentro del espacio declarado como ANP.
En tanto, el presidente de la Asociación Civil Terra destacó que por las particularidades de la laguna Juan de Garay, podría ser incluida en el proyecto de la Organización de Naciones Unidas denominado “El hombre y la Biósfera”, un Programa Científico Intergubernamental que busca establecer bases científicas para cimentar a largo plazo el mejoramiento de las relaciones entre las personas y el ambiente. Toda esta premisa encaja de manera perfecta con los rasgos de urbanidad que tiene el área santotomesina protegida. “Las cualidades de urbanidad, coinciden con el programa de la Unesco y eso sería un reconocimiento importantísimo, pero para ello tenemos que seguir trabajando”, completó.