Lía Masjoan | [email protected] | Twitter: @lmasjoan
Los accidentes vienen disminuyendo año a año, a pesar del incremento del parque automotor.
Lía Masjoan | [email protected] | Twitter: @lmasjoan
Colaboración: Mauricio Pelletti
Cada día, 69 mil motos se ponen en marcha en la ciudad de Santa Fe: son 17 cada 100 habitantes. Compiten por el espacio con 99 mil autos (entre otros vehículos). El problema es que muchas incumplen las normas básicas de tránsito, las que los protegen de sufrir consecuencias severas en caso de accidente: usar casco y no cruzar en rojo.
De la simple observación, surgen infracciones graves. Un equipo de El Litoral se paró en tres esquinas muy transitadas del norte de la ciudad, que es donde más motos circulan, durante 10 minutos en cada una (ver aparte). En total, pasaron 219 motos; si hubiese habido un inspector, hubiese labrado 140 infracciones a conductores que no llevaban puesto el casco. Y otro tanto por no respetar la luz del semáforo o por transportar a más de una persona, incluso niños.
Pero, claro, no puede haber un inspector en cada esquina, y mucho depende de las buenas actitudes que adopten los motociclistas para mejorar la convivencia y la seguridad vial. Estas inconductas los exponen a sufrir accidentes graves, sobre todo porque es el propio cuerpo el que amortigua los golpes. De hecho, desde hace años lideran el ranking de muertos y lesionados por accidentes de tránsito en la ciudad, como ya ha informado este medio en reiteradas oportunidades.
En 2016, el 41% de los lesionados y el 62% de las víctimas fatales de los 2.112 siniestros con lesionados que se produjeron, iban en moto: 25 sobre 40 en la ciudad de Santa Fe. Son datos de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, destacada como ejemplo a nivel nacional por la buena información que recolecta y elabora sobre la problemática. Si bien todavía no terminó de procesar las estadísticas de 2017, ya advirtieron que las cifras son muy similares a las del año anterior y que la tendencia se mantiene.
La publicación que cada año hace la Municipalidad de Santa Fe junto a la Bolsa de Comercio “Santa Fe cómo vamos”, destacó la alta incidencia de las motos en los accidentes. Para esto se nutre de los datos que aporta la Agencia Provincial de Seguridad Vial. Determinó que la tasa de siniestralidad mortal para estos vehículos es 3,6, mientras que para los automóviles es de 0,1. Así, durante 2016 las estadísticas muestran que hay 4 muertes de motociclistas por cada 10.000 motos y menos de una muerte de automovilistas por cada 10.000 autos.
Hombres jóvenes
Del análisis más detallado de quiénes perdieron la vida en 2016, se destaca que 23 de las 40 personas eran hombres que se trasladaban en moto. Y la mayoría era joven: 21 de las víctimas tenía entre 15 y 29 años (el 55,6%).
El sexo y la edad es un dato que figura en todos los hechos registrados por la APSV. No así el lugar del accidente o el tipo de vehículo participante, ya que a veces hay dificultad para chequearlo: en 8 de los 40 accidentes registrados en la ciudad en 2016, falta alguno de estos dos datos.
Otra punto para destacar es que ese año fallecieron en la ciudad 4 peatones y 3 ciclistas, la mayoría también, jóvenes de entre 15 y 29 años. Es cierto que quienes circulan a pie o se mueven en bicicletas, tampoco son muy respetuosos de las normas de tránsito, por lo que es común ver peatones cruzar a mitad de cuadra y ciclistas que pasan el semáforo en rojo.
Una buena
Las cifras no hacen más que refrendar la sensación que muchos sienten en la calle: que las motos se manejan en una anarquía total, y que los peatones y ciclistas suelen ser los más vulnerables cuando el tránsito es caótico. Parecen no bastar los bocinazos, los insultos cruzados, las luces rojas, las campañas de concientización ni la presencia de inspectores para que los motociclistas respeten las normas y conduzcan mejor.
Sin embargo, hay un dato alentador. En los últimos años, la cantidad de accidentes de tránsito que se producen en las calles de la ciudad viene bajando, a pesar de que el parque automotor se incrementa. Es decir, hay más automóviles en las calles, pero ocurren menos accidentes y hay menos víctimas fatales. En 2014, murieron 52 santafesinos; en 2015, 41; y en 2016, 40.
Cuando en los próximos meses, la Agencia Provincial de Seguridad Vial termine de procesar los datos de 2017, se podrá saber si los indicadores mantienen esta tendencia a la baja.
De todos motos, no se logra revertir la alta incidencia de las motos, como protagonistas -año tras año- de la mayoría de los accidentes. Hacia allí deben apuntalarse las políticas públicas. Usar los elementos de seguridad y respetar las normas de tránsito es clave. Insistir con los controles, también.
Multas para corregir
La principal función de las multas económicas es la de generar un efecto disuasivo ante las infracciones y provocar un cambio de conducta vial. Por eso, es importante que los controles se sostengan en el tiempo y que la presencia de inspectores sea constante, en todos los barrios pero preferentemente en el norte de la ciudad, donde muchos vecinos adoptan la moto como medio de transporte.
En 2016, la Secretaría de Control de la Municipalidad labró un promedio de 87 multas por día a motociclistas que no tenían el casco puesto, conductor o acompañante, según los datos publicados en “Santa Fe cómo vamos”. Era la principal infracción (24.639, conductor y 7.319, acompañante), después de conducir usando el celular (38.613). Pero en lo que va de este año, sólo el 7% del total de las multas labradas a motociclistas es por este motivo. Es que con la llegada de Gendarmería a la ciudad (en 2014), el foco de los controles se puso también en la seguridad ciudadana para evitar los delitos cometidos por los llamados motochorros. Con lo cual, en lo que va de 2018, la mayoría de las multas se hicieron por no poseer la licencia de conducir o la documentación del vehículo. Y se retuvieron 4.259 motos.
Departamento La Capital
Durante 2016, ocurrieron 2.741 accidentes de tránsito en los cuales fallecieron 63 personas en el departamento La Capital, que incluye ciudades como Santa Fe, Santo Tomé, Rincón, Arroyo Leyes, Recreo y Laguna Paiva, entre otras. 38 se trasladaban en moto, 8 en auto, 7 eran peatones y 6 ciclistas. Los detalles están en el mapa.
Relevamiento en tres esquinas
Para aportar datos concretos a la sensación de que los motociclistas incumplen con frecuencia las normas de seguridad en el tránsito, El Litoral eligió tres esquinas muy transitadas del norte de la ciudad para observar las inconductas: Diagonal Goyena y avenida Ángel Peñaloza, Estanislao Zeballos y avenida Facundo Zuviría y avenida Blas Parera y Gorriti. En este sector, las motos son un medio de transporte muy utilizado por los vecinos, dado su bajo costo con relación a los traslados que realizan. A las familias de menores recursos que no poseen vehículo les resulta más económico que usar el transporte público, porque -aunque está prohibido- trasladan a más de dos personas. La observación se realizó en horario pico, entre las 18 y las 18.45, un día martes.
En Diagonal Goyena y Avenida Angel Peñaloza, en 10 minutos pasaron 73 motos, 39 con casco y 34 sin. De los que llevaban protección, tres lo tenían mal colocado, en forma de visera, y dos llevaban acompañantes sin el casco puesto. Un caso llamó la atención, no por no llevar el casco, sino por trasladar a cinco personas: dos adultos y tres niños (uno, bebé). Además, 4 ciclistas pasaron en rojo: uno llevaba un televisor en el pequeño portaequipaje, lo cual le demandaba más fuerza al pedalear para vencer la inercia; y otro iba esquivando los autos que avanzaban con la luz verde.
En Estanislao Zeballos y Facundo Zuviría, sólo un tercio de los motociclistas usaba el casco: pasaron 62, 21 con protección y 41, sin. Varios llevaban niños pequeños. Además, 8 bicicletas cruzaron en rojo.
En avenida Blas Parera y Gorriti, el último lugar de la recorrida, ya había oscurecido, con lo cual la visibilidad estaba reducida. En 10 minutos, cruzaron la esquina 84 motos, de las cuales 65 no llevaban casco. De ésas, en 9 iban más de dos personas (3 ó 4), y en todos los casos con menores. De los 19 que tenían el casco puesto, dos cruzaron en rojo, al igual que dos bicicletas.
Ramiro Dall’Aglio (*)
Los operativos de controles de motos están encarados desde dos ópticas: por un lado, la cuestión de seguridad vial, verificando el uso reglamentario de casco, que no haya menores a bordo, y la cantidad de personas que circulan en cada vehículo. Y por otra parte, y a partir de una óptica incorporada por pedido expreso del intendente, la realización de operativos conjuntos con diferentes fuerzas de seguridad que trabajan en la ciudad como una forma de colaborar con la prevención y seguridad pública, controlando la documentación del conductor y de la unidad.
Los operativos se realizan conjuntamente tanto con la policía provincial como con fuerzas federales, y la mayor tasa de retención se da en aquellos controles efectuados junto a Prefectura, Gendarmería, y más recientemente también con la Policía Federal.
En los últimos años, tenemos un promedio de 10 mil motos retenidas por año en estos operativos, con pico que se dio en 2014, con la llegada de Gendarmería nacional a la ciudad, cuando se retuvieron en total 14 mil motos.
(*) Secretario de Control del Gobierno de la Ciudad.