La muerte de la adolescente de 14 años en manos de su novio provocó la primera gran movilización para reclamar por los femicidios. El recuerdo de sus seres queridos, con críticas al rumbo que tomaron las marchas con el paso de los años.
La muerte de Chiara Páez dio el puntapié para que muchas mujeres dijeran basta y gritaran que no se puede tolerar la muerte de ninguna más. Sin embargo, las últimas cifras oficiales sobre femicidios revelan que el año pasado hubo 251 víctimas.
Para hablar sobre la primera movilización El Litoral diálogo con Verónica Camargo, mamá de Chiara, quien expresó: “para mí esa primer Ni Una Menos marcó mucho, no solo fue un hecho histórico para toda nuestra sociedad, sino que para mi a nivel personal significó muchísimo y más que nada estoy agradecida por la contención que tuve por parte del primer colectivo de mujeres”.
El caso de Chiara tuvo una gran repercusión en los medios nacionales desde el primer momento, pero cuando se encontró a la joven, la periodista Marcela Ojeda twitteó “Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales ... mujeres, todas, bah.. no vamos a levantar la voz? NOS ESTÁN MATANDO”, y muchas otras colegas y mujeres de otros sectores se sumaron al repudio.
Ese fue el comienzo de la multitudinaria marcha que se replica cada 3 de junio. “Es un gran recuerdo ver todo eso que movilizó a tanta personas en distintos puntos del país, así que para mi ese primer movimiento, esa primera marcha fue muy significativa”, contó Verónica
“A partir de ahí – continúo -fue un antes y un después. Se empezó a visibilizar la violencia de género y los femicidios. Esa primera marcha nos movilizó a todos independientemente de las ideologías políticas, culturales y religiosas”.
El movimiento hoy
Seis años después de esa histórica marcha, que tenía como objetivo visibilizar los femicidios y la violencia, “las cosas empezaron a cambiar y muchos quedamos afuera”, remarcó la mamá de Chiara.
Verónica explicó que desde el 2016 cuando “otro colectivo” comenzó a llevar adelante las manifestaciones, parecía que el único reclamo que tenía el Ni Una Menos era el aborto. Desde ese momento muchísima gente quedó afuera.
“El Ni Una Menos debería haber seguido usando el pañuelo violeta, que es el color que identifica a la violencia, ahí todos estábamos alineados ante ese objetivo, porque todos queremos luchar contra la violencia. Pero después se unificó en un solo color y vos hoy ves una foto de una marcha de Ni Una Menos y es todo verde, entonces ahí es donde los que pensamos distintos quedamos fuera. Porque reclamamos por el fin de la violencia, pero agredimos a la que piensa distinto”, contó la entrevistada.
Por otra parte expresó: “hoy se mezcló tanto la ideología que hasta en cierto modo se “invisibiliza” a la mujer, no quiere decir que este en contra de los reclamos que puedan hacer otros sectores u otras minorías, pero hay ciertos reclamos que deben ir por caminos diferentes, no es todo lo mismo”.
Para terminar la mamá de Chiara declaró que es muy importante que haya una buena educación en valores, aprender a respetar la dignidad humana independientemente de los pensamientos de cada uno y sobre todo saber dialogar y escuchar al otro.
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Además “es fundamental que el sistema judicial cambie muchas actitudes, entre ellas tomar las denuncias como corresponde, investigar al agresor y no a la víctima, hacerles cumplir una pena severa al atacante, porque sino todos saben -que entran por una puerta y salen por otra -siempre encuentran un punto o una coma para beneficiar con todos los derechos a los criminales y los derechos de la victimas nunca existen”, sostuvo Verónica.
El caso
Chiara Páez fue asesinada por su novio, Manuel Mansilla, en la localidad santafesina de Rufino. De acuerdo a la investigación, el disparador fue el embarazo que cursaba la adolescente, mientras que la autopsia determinó que murió por "traumatismos cráneo facial" entre las 2 y las 4 de la madrugada del 10 de mayo del 2015.
El cuerpo de Chiara fue encontrado por perros policiales enterrado en el fondo de la vivienda de los abuelos maternos de Mansilla.