Vanesa Arzamendia, bióloga investigadora del Inali - (Conicet-UNL)
"La aparición de serpientes en el casco urbano tiene que ver con los incendios", advierte una especialista
Días atrás una santotomesina que caminaba por la costanera sufrió dos mordeduras de yarará. Este no fue el único caso. Cuáles son las especies que pueden aparecer.
Manuel Alberto Fabatía El incendio en la zona de bañados del Río Salado, frente a Santo Tomé
En el Instituto Nacional de Limnología (Inali), ubicado en la Ciudad Universitaria El Pozo, desde hace varios años un equipo de especialistas investiga el comportamiento de las serpientes de la zona. Una de las investigadoras es la bióloga Vanesa Arzamendia, del Inali Conicet UNL Santa Fe. Y tras la aparición de varias especies en zonas urbanas durante los últimos días, responde algunos de los principales interrogantes.
-¿Es normal que aparezca una yarará en la Costanera de Santo Tomé y muerda a una persona?, como ocurrió días atrás.
-Es habitual que aparezcan yarará y otras especies en esos lugares porque esta región es donde viven. Lo que es poco habitual es que aparezcan en los meses de invierno, ya que suelen refugiarse, porque no toleran las bajas temperaturas. Aunque pueden encontrarse los días que hace calor. En particular, estos días pasados hizo calor y tuvieron más movimiento. Pero, sin dudas, los incendios en las islas tienen que ver con que aparezcan en áreas no quemadas, como la urbe, donde entonces se encuentran con la gente, y ocurren estos episodios, como ocurrió en Santo Tomé. Existen varios factores por los cuales las serpientes se movilizan o cambian el comportamiento, algunos son biológicos (alimentación, reproducción y modo de vida) y otros son factores ambientales (temperatura, precipitaciones, inundaciones, incendios). En períodos de inundaciones buscan tierras altas y es más fácil el encuentro, pero en esta oportunidad los incendios son los que producen los movimientos de estas especies, que pueden trasladarse a zonas urbanas, aumentando la frecuencia de encuentro con la gente.
Gentileza Inali UNL Conicet. Yarará grande (Bothrops alternatus). Es venenosa, alcanza una media de 1,7 m. de largo, se alimenta de roedores y habita mayormente todo el centro y norte provincial.
Yarará grande (Bothrops alternatus). Es venenosa, alcanza una media de 1,7 m. de largo, se alimenta de roedores y habita mayormente todo el centro y norte provincial.Foto: Gentileza Inali UNL Conicet.
-Otras, en cambio, quedan atrapadas en los incendios…
-Sí, lamentablemente mueren muchos vertebrados (anfibios, reptiles, mamíferos) e invertebrados (insectos, arañas, etc) en los incendios, y todos cumplen una función en los ecosistemas.
-Además de yarará, ¿qué otras especies pueden aparecer?
La yarará es una especie muy conspicua -por su tamaño- y además peligrosa, pero hay otra gran cantidad de serpientes que viven en los humedales de la región o aparen con mayor frecuencia cuando sus hábitat se ven alterados, como en esta oportunidad. Pueden aparecer especies inofensivas como la culebra verde, culebra lineada, o la falsa yarará ñata. Luego está la ñacaniná, que es una culebra muy grande y puede ser agresiva, al igual que la falsa coral del estero o la curiyú. Todas estas culebras no suelen morder si no se sienten amenazadas. Mientras que las venenosas son la yarará grande -habita la ciudad- y la chica, la cascabel y la coral, en el norte y centro de la provincia de Santa Fe.
Gentileza Inali UNL Conicet. Falsa coral del estero (Helicops leopardinus). Este es un ejemplar juvenil. Habita las orillas del río Paraná, de hábitat acuático, es agresiva, se alimenta de ranas y peces, y alcanza una media de 1 m. de largo.
Falsa coral del estero (Helicops leopardinus). Este es un ejemplar juvenil. Habita las orillas del río Paraná, de hábitat acuático, es agresiva, se alimenta de ranas y peces, y alcanza una media de 1 m. de largo.Foto: Gentileza Inali UNL Conicet.
Todas esas especies son serpientes que habitan el río Paraná y son estudiadas en diversos aspectos (dónde se distribuyen, qué comen, qué tipo de veneno tienen, cuáles son sus amenazas, etc) por especialistas del Instituto Nacional de Limnología (Inali) Conicet UNL Santa Fe.
-¿También pueden aparecer otras especies?
-Otro reptil que vive en estos ambientes es el yacaré, al que también suele verse. En esta bajante del río pudo apreciarse una gran cantidad de aves acuáticas que pocas veces se aprecian a la vista, como los flamencos, cisnes, gaviotines, garzas, etc. Muchas de ellas también son afectadas con los incendios por la destrucción de los ambientes para la nidificación y alimentación.
-Durante estos últimos años aparecieron algunos mamíferos que llamaron la atención, que en realidad habitan las islas y zonas periurbanas, y estamos muy cerca de ellos; como el caso del aguará guazú que apareció en el shopping del Puerto, comadrejas y zorros, es común ver nutrias o coipo, carpincho, rata colorada, y el otro día (sábado), durante la marcha en reclamo por la sanción de una Ley de humedales aparecieron en la costa al lado del Puente Colgante dos lobitos de río.
Gentileza Inali UNL Conicet. Curiyú (Eunectes notaeus). Es agresiva, alcanza una media de 3 m. de largo, se alimenta de ratas, ranas, víboras y habita mayormente la orilla del río Paraná en el centro y norte provincial.
Curiyú (Eunectes notaeus). Es agresiva, alcanza una media de 3 m. de largo, se alimenta de ratas, ranas, víboras y habita mayormente la orilla del río Paraná en el centro y norte provincial.Foto: Gentileza Inali UNL Conicet.
-¿Estas especies se ven afectadas en igual medida por los incendios?
-Sí, aunque algunos mamíferos tienen más facilidad para escapar del fuego, al igual que las aves, aunque pierden sus nidos. Pero algunos anfibios, las serpientes y lagartos son los más afectados por los incendios.
-Una reacción instintiva cuando aparece una serpiente en la ciudad es pegarle con un palo o intentar matarla. ¿Cómo se debe actuar?
-Lo más importante es conocer qué tipo de serpiente es. En Santa Fe tenemos 52 especies y sólo 4 son muy venenosas: las dos yarará -chica y grande-, la cascabel y la coral. Luego, la ñacaniná no es venenosa pero tiene un comportamiento que al verla asusta, porque si la molestás te persigue, se levanta y ensancha el cuello, pero si no la molestás podés pasarle por al lado y no te hace nada, como ocurre en la Ciudad Universitaria, que está junto a la Reserva Natural.
Gentileza La investigadora Vanesa Arzamendia, durante un trabajo de campo, con una curiyú de 30 kg. y 3,20 metros de largo. Una especia vulnerable en Argentina y el predador tope en el río Paraná.
La investigadora Vanesa Arzamendia, durante un trabajo de campo, con una curiyú de 30 kg. y 3,20 metros de largo. Una especia vulnerable en Argentina y el predador tope en el río Paraná.Foto: Gentileza
-Entonces, ¿qué hay que hacer?
-Todas estas especies cumplen una función en el ecosistema, como por ejemplo las yarará, que principalmente se alimentan de roedores, que causan enfermedades que afectan a las personas. Si la serpiente está en un lugar donde se corra riesgo de pisarla o en viviendas hay que llamar al 911, que alerta al Cobem para que acudan a rescatarla. Pero si se encuentran en un espacio natural, como la Costanera, hay que tratar de evitarlas, considerando que viven en nuestra región y que no causan grandes inconvenientes si no les alteramos o destruimos el ambientes en que viven. Cuando se trata de manipular una serpiente venenosa, puede ser más riesgoso que correrse del lugar donde fue hallada. Tratar de estar atentos a la aparición de estos animales nos evitará problemas, principalmente los días calurosos o cuando empieza a subir la temperatura. Pero si se produjo un accidente hay que concurrir de inmediato al hospital José M. Cullen.
-Hay que aprender a convivir con las serpientes...
-Una de las cuestiones más importante es conocer los animales que nos rodean y tratar de evitar a los más peligrosos, entendiendo que todos cumplen un rol en la naturaleza y debemos conservarlos. Además, la situación atípica, en este momento, que modifica los comportamientos de los animales, son los incendios, que son los que provocan principalmente la aparición en áreas urbanas o periurbanas.
-Muchas veces se la mata por temor a que ataque…
-Lamentablemente, muchas veces ocurre que el que la encuentra en el patio de su casa la mata y nunca nadie se entera. Pero se recomienda no hacerlo. Se mata por temor y por desconocimiento. La yarará y otras especies abundan en esta región pero es un animal que no tiende a atacar, sólo lo hace si se siente amenazada.