El Litoral
Fue en la Homilía que desarrolló en la Santa Misa, en el marco de la Peregerinación a la Virgen de Guadalupe.
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Monseñor José María Arancedo fijó postura sobre la despenalización del aborto, debate que ya comenzó en la Cámara de Diputados de la Nación. El Arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Fe lo hizo en el marco de la Homilía que desarrolló en la Santa Misa, en el marco de la Peregerinación a la Virgen de Guadalupe. A continuación los extractos que menciona el tema.
"Nuestro peregrinar presenta este año un motivo de especial reflexión y oración respecto al valor de la vida, es un año en el que se va a discutir la despenalización del aborto. No es un tema primariamente religioso, pero debemos asumir una postura clara, defendemos la vida de la madre y del hijo. Estamos ante una verdad humana y científica que compromete nuestra fe en un Dios, que nos ha creado como seres espirituales con un horizonte trascendente. Aceptar que desde la concepción hay vida humana exige la existencia de una ley que, para ser justa, debe protegerla. No somos dueños de lo que ya tiene identidad y autonomía, aunque esté en camino a su independencia y madurez, eso es parte de su vulnerabilidad. Nuestra libertad no tiene derecho a disponer ni a destruir la vida humana".
"La vida naciente no puede quedar librada a una decisión personal, no estamos ante un acto privado sin consecuencias jurídicas y culturales. Es necesario y urgente crear las condiciones sociales como los medios de prevención, en el marco de una educación sexual integral que permita asumir, desde una libertad responsable, la decisión de respeto a la dignidad de la vida que se inicia. Junto al cuidado de esta vida por nacer, debemos acompañar y no condenar a la mujer, ella también es víctima. El aborto nunca es una solución, siempre será un drama. Con mucha claridad Francisco en su reciente Exhortación Apostólica, afirma: “La defensa del inocente que no ha nacido, debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada. Igualmente, concluye, es sagrada la vida de los pobres que ya han nacido” (G.E. 101). Quiero poner en este día, aquí en Santa Fe cuna de la Constitución Nacional, y a los pies de Nuestra Madre de Guadalupe, el cuidado de la vida en nuestra amada Patria".
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