El Arzobispado manifestó al gobierno su preocupación por robos a las escuelas
Son establecimientos parroquiales que sostienen la misión educativa en barrios periféricos. "Nos golpea porque este es nuestro segundo hogar", dijo una directora.
El Arzobispado manifestó al gobierno su preocupación por robos a las escuelas
Los robos y vandalismos en los establecimientos educativos son una constante. Pero las alarmas se encendieron aún más en las últimas semanas por su recurrencia a un mismo establecimiento. Es el caso de la escuela parroquial "Santa Rosa de Lima", del barrio homónimo, que sufrió cuatro robos en el lapso de 6 días. Por este y otros hechos, el arzobispo de Santa Fe, monseñor Sergio Fenoy, envió una carta al ministro de Seguridad de la Provincia, Pablo Cococcioni, expresando la "gran preocupación" existente en materia de inseguridad.
"Por la presente, representando a las diversas escuelas pertenecientes al Arzobispado de Santa Fe de la Vera Cruz, que sostienen su misión educativa en los barrios más vulnerables de nuestra ciudad, nos dirigimos a usted para manifestarle nuestra gran preocupación por los reiterados hechos de inseguridad y vandalismo que están sufriendo nuestras escuelas en las últimas semanas", dice la misiva que también lleva la firma de Liliana Santoro, presidenta de la Junta Arquidiocesana de Educación (JAE); del vicario episcopal para la Educación, Pbro. Andrés Rodríguez; y de los apoderados y directivos de unas 10 escuelas que dependen del Arzobispado.
Además de la escuela Santa Rosa de Lima , señalan que hubo hechos de inseguridad en la escuela Cristo Obrero del barrio Villa del Parque, al tiempo que expresan inquietud también por las instituciones del barrio San Agustín. "Podemos afirmar que hubo hechos de inseguridad de distinta gravedad en casi la totalidad de las escuelas de los barrios del cordón oeste", sostienen en la misiva.
El presbítero Rodríguez amplió a El Litoral que las necesidades que manifestaron los establecimientos tienen que ver "con mayor presencia policial, y ayuda para mejorar el sistema de alarmas, así como estrategias de prevención. Sabemos que en las comisarías hay poco personal y que no se puede poner un agente por escuela, pero por supuesto que la presencia policial, disuade y quizá en algunas situaciones más críticas es necesaria".
La reja del comedor de la escuela Santa Rosa de Lima fue violentada en el último de cuatro hechos delictivos que sufrió la institución en 6 días. Crédito: Mauricio Garín
El vicario para la Educación del Arzobispado indicó que si bien las escuelas parroquiales son privadas, les cuesta mucho reponer lo robado o dañado con el aporte de las familias. "Todo lo que es mantenimiento de edificios depende un poco de las cuotas, que son casi simbólicas. Así que cuesta mucho recuperar lo sustraído, sobre todo, lo más caro como es el arreglo de aberturas y rejas. En la escuela Cristo Obrero hasta se llevaron el mástil de la bandera".
"Nos golpea porque este es nuestro segundo hogar"
La escuela "Santa Rosa de Lima", ubicada en Pasaje Liniers 4649, fue blanco de cuatro robos en una semana. "Esto nos golpea a todos, no solo como equipo directivo, sino a toda la comunidad educativa porque la escuela es nuestro segundo hogar. Convivimos a diario, pasamos muchas horas acá adentro, entonces sentimos tristeza y mucha angustia", dijo compungida Lorena Rodríguez, directora de la institución.
La docente contó que dos episodios delictivos tuvieron lugar la semana pasada, miércoles y jueves; y los otros dos, este lunes y martes. "El último hecho fue el más grave, porque violentaron la reja de ingreso del comedor y la puerta; se llevaron un ventilador industrial de pie y un horno microondas", relató la directora.
En el Nivel Inicial no encontraron nada de valor e hicieron desparramos y se llevaron tijeras y témperas. En otra incursión robaron 6 ventiladores de los salones de clases.
En las oportunidades anteriores ingresaron a tres salones de la planta baja, y se llevaron 6 ventiladores de pared. "En una de las salitas de Nivel Inicial, como no había ventiladores ni cosas de valor, rompieron y revolvieron todo y se llevaron témperas, tijeritas, papeles satinados, pinceles. Y en otra aula, rompieron la reja de la ventana, hicieron un agujero chico y rompieron un armario, revolvieron libros, cuadernos. Esa vez no se llevaron nada", contó.
Los perjudicados son los 380 chicos de Nivel Inicial hasta séptimo grado. "Lo que más nos va a costar recuperar son los ventiladores para los salones. Tenemos rejas, la alarma era la del municipio y habíamos gestionado ante el Spep, fondos para poner un sistema propio, pero hasta acá sin resultados", dijo Rodríguez, y cerró: "Estas cuestiones nos fortalecen más como comunidad. Y a pesar de la tristeza y la amargura, nos alienta a no bajar los brazos y a redoblar esfuerzo para salir adelante".
Buscar caminos de solución
El vicario para la Educación del Arzobispado señaló que, a raíz de la nota, ya se comunicaron desde el Ministerio de Seguridad, el Ministerio de Educación, la Municipalidad y la Jefatura de Policía. "Tuvimos conversaciones para encontrar estrategias y caminos de solución. Porque también sabemos que las escuelas públicas hicieron sus propios reclamos por inseguridad. Si bien hay un protocolo de respuesta institucional frente a los hechos delictivos -cómo hacer la denuncia y las actas de procedimiento administrativo-, hay que ver cómo evitar que sucedan".
-¿A qué atribuye que haya cada vez más hechos delictivos? ¿Es compleja la situación social en los barrios de Santa Fe?, preguntó El Litoral al sacerdote Rodríguez.
-La inseguridad es un fenómeno multicausal, complejo, que exige un abordaje integral con políticas públicas a largo plazo para superar las causas de la inseguridad, que son sobre todo la droga, en primer lugar, la pobreza y la desigualdad social. Pero mientras tanto hay que garantizar seguridad básica a la ciudadanía y particularmente a estas instituciones que sostienen una misión educativa muy fuerte en los barrios.