Aseguran que el gusto salado del agua de la canilla en Santa Fe no es peligroso
Desde Aguas Santafesinas explican que es debido al mayor aporte de los Saladillos, por la bajante histórica del río Paraná. Insisten con el cuidado del recurso. Y proyectan un escenario futuro con el río más bajo.
Aseguran que el gusto salado del agua de la canilla en Santa Fe no es peligroso
El gusto del agua de red que sale de la canilla cambió. Es más salado. Pero aseguran que su consumo no es peligroso para la salud. Es sólo un cambio de sabor producto de la bajante del río Paraná. Y ese “gustito salado” va a perdurar por un largo tiempo, hasta que el río recupere su nivel.
Por la bajante, las dos tomas de Aguas Santafesinas en el río Colastiné y el Santa Fe -que abastecen a la Planta Potabilizadora de barrio Candioti Sur, la que luego distribuye a casi toda la ciudad- reciben mayor cantidad de aportes de los Saladillos Dulce y Amargo”, explica el vocero de ASSA, Germán Nessier; mientras que el geólogo Carlos Ramonell (FICH UNL), agrega que también tiene incidencia el aporte “del San Javier, que llega más salobre, y por descargas subterráneas regionales”.
El Saladillo llega desde el norte al río Santa Fe a través de la costa Este de la laguna Setúbal. Y el San Javier lo hace a través del delta que también termina en la Setúbal, y otro brazo, en el Colastiné (donde están ubicadas ambas bombas de ASSA).
Otro sabor
El cambio de sabor del agua de red que sale de la canilla es debido a “ la percepción de los componentes organolépticos”, explica Nessier, “que pueden percibir algunos usuarios más que otros”. Y agrega que sólo se trata de una “percepción sensorial, que no representa ningún riesgo al consumirla, de acuerdo a los controles que realizan tanto la empresa (Aguas) como los organismos del Estado encargados de monitorear el servicio”.
“Lo que sí -reconoce el vocero de Aguas-, es una situación a la que no estamos acostumbrados, porque habitualmente el agua de fuente superficial se suele denominar pobre en sales y minerales, y en este momento, por el aporte de la cuenca, lo notamos en el sabor”.
“No hace falta hervir el agua ni utilizar filtros para consumirla, es sólo un cambio de sabor”, dijo Nessier. Sin embargo hay quienes ante este cambio optaron por consumir otro tipo de agua envasada. Algo que no es necesario para evitar inconvenientes en la salud.
Abastecimiento
Es que el río Paraná cayó por debajo del nivel cero en el hidrómetro del Puerto de Santa Fe. Una medida histórica que acarrea estas consecuencias. Y más, teniendo en cuenta que el nivel promedio del río suele ser de tres metros de altura.
En este contexto, para garantizar el abastecimiento de agua en la ciudad, piden un uso prudente y responsable del servicio (ver Recomendaciones). “En nuestra zona estamos poco acostumbrados a cuidar el recurso porque la naturaleza no suele tener este comportamiento que nos está sorprendiendo y al cual debemos adaptarnos”, dijo Nessier.
En ese sentido, los santafesinos tienen un promedio de consumo diario de agua potable de red (se denomina dotación) de más de 400 litros, mientras que la media mundial es de 150, según el índice dispuesto por la Organización Mundial de la Salud para satisfacer las necesidades. Casi el triple.
Seguirá bajando
De acuerdo al análisis elaborado por especialistas del Instituto Nacional del Agua (INA), el comportamiento del río Paraná continuará en bajante durante los próximos meses. La semana pasada, el río en Santa Fe descendió por debajo del 0, hoy mide 0,05 metros y se estima que podría descender más de un metro durante los próximos meses.
Previendo ese escenario y para dar solución a la situación actual, Aguas Santafesinas debió colocar nuevas bombas de refuerzo sumergibles en la toma del río Colastiné. La obra demandó diferentes tareas previas para la adaptación logística sobre el puente metálico que ingresa en el cuerpo de agua, y el tendido de casi 1.000 metros de nuevos conductos de 355 milímetros de diámetro para el transporte de agua con las bombas a sumar, además del refuerzo del tendido eléctrico y tableros de media tensión para la alimentación de estos equipos.
De esa forma lo que se busca es garantizar el funcionamiento de las tomas de agua que abastecen a la planta potabilizadora. Porque si así no ocurriese, estaríamos ante un muy grave escenario sanitario en Santa Fe.