En 20 días el Río Paraná descendió más de un metro en la ciudad de Santa Fe. El último registro, tomado este sábado al mediodía en el puerto de la capital provincial, indicó 24 cm, es decir tres centímetros menos que el viernes.
Este sábado al mediodía midió 3 cm menos que el viernes en el puerto de la ciudad capital. El INA sostiene que julio será “crítico”.
En 20 días el Río Paraná descendió más de un metro en la ciudad de Santa Fe. El último registro, tomado este sábado al mediodía en el puerto de la capital provincial, indicó 24 cm, es decir tres centímetros menos que el viernes.
De esta manera se sostiene el proceso de bajante que ya es histórico y récord. Para encontrar una altura similar en la región hay que remontarse a finales de la década de 1960 y principios de los ‘70; o sea, hace 50 años que el nivel no es así de escaso. Como contó El Litoral, en 1944 se produjo el estiaje más crudo del siglo XX, con registros de alturas por debajo del cero.
Ante este fenómeno, Aguas Santafesinas SA (Assa) viene realizando tareas para fortalecer la captación del recurso en la región. En ese sentido, además solicitan a la población que se cuide el agua y brindaron una serie de recomendaciones al respecto.
Al mismo tiempo, cabe señalar que producto de la bajante, la Laguna Setúbal volvió a quedar reducida y ahora se pueden ver las extensas orillas y los mal llamados “bancos de arena”, que no son otra cosa que el suelo lagunar. Los especialistas aconsejan a la ciudadanía no transitar sobre ese lugar por la inestabilidad que puede presentar.
En su último reporte, publicado este jueves, el Instituto Nacional del Agua (INA) actualizó la proyección para los próximos 15 días en relación a la altura del Río Paraná.
Para el 29 de junio, el organismo prevé que el nivel llegue a 15 cm; mientras que para el 6 de julio bajaría a 5 cm.
En el mismo informe, los especialistas del INA explican que “la tendencia descendente observada en los niveles va a continuar en las próximas dos semanas, con la probabilidad de continuar en las semanas subsiguientes”.
“No se espera una mejora sensible en los próximos meses. El mes de julio será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano”, cierran.