En el último año se habilitaron 23 nuevos emprendimientos, lo que da cuenta de un fenómeno de concentración, que transforma al barrio en un polo gastronómico.
El área está demarcada en sus extremos por dos íconos de la vida cultural ubicados sobre bulevar Gálvez. En el extremo este, la Estación Belgrano que en 2008 fue transformada por el municipio en un centro de convenciones. La punta oeste del barrio es el Molino Franchino, un complejo industrial recuperado por la provincia en 2010 como El Molino Fábrica Cultural. “Son dos puntos neurálgicos del bulevar que le dieron un nuevo movimiento al barrio y convocan a vecinos de toda la ciudad”, opinó el historiador.
El Molino, la Estación Belgrano y, entre ambos, el Mercado Progreso y la Feria del Sol y la Luna de la plaza Pueyrredón que se realiza todos los domingos promueven un corredor peatonal de quienes disfrutan del bulevar como paseo y lo recorren a pie. “La recuperación de estos espacios marcó un punto de inflexión, un cambio de época en las calles del barrio, que de a poquito se fueron poblando de bares y restaurantes que se destacan por su intimidad, espacios coquetos sin tanta exposición”, observó Dalla Fontana.
Más vecinos en menos espacio
El escritor Miguel Ángel Dalla Fontana no sólo es vecino del barrio sino también un investigador de sus raíces. En el año 2000 escribió “Memorias de barrio Candioti Sud” y dos años después recapituló los orígenes de barrio Candioti Norte en un nuevo libro. Su mirada analítica halla tres elementos fundamentales para la radicación de este tipo de emprendimientos en la zona: el crecimiento demográfico a partir del desarrollo de la propiedad horizontal; su accesibilidad por líneas de colectivos que lo atraviesan; y la vida cultural de la ciudad. “Entre ellos se erige la razón principal: el valor del barrio”, destacó.
Los grandes edificios echaron raíces en Candioti en la década del ‘90 como parte del desborde del Centro. “La ciudad crece, la población se concentra en los barrios más céntricos de la ciudad, y barrio Candioti es uno de los lugares más elegidos”, sostuvo.
En sus características, Candioti combina las ventajas de ser un barrio céntrico con el valor patrimonial que le otorgan las casas antiguas, que son reformadas y adaptadas para el medio de bar. “A su ubicación privilegiada se suma el corredor de calle Ituzaingó, por el que pasan cuatro líneas de colectivos que conectan la zona norte a la zona sur de la ciudad y que favorecen la llegada de personas a las calles de Candioti, algo que antes no ocurría porque era más difícil llegar la barrio”, agregó el historiador.
El crecimiento de la propiedad horizontal no sólo cambia la fisonomía del barrio, también incide en la relación entre los vecinos por la llegada de nuevas caras, de más automóviles y la necesidad de nuevas líneas de colectivo.
El crecimiento del barrio
El transporte público también acerca al barrio a las universidades: la Universidad Nacional del Litoral -con sus sedes en bulevar Pellegrini 2100 y la Ciudad Universitaria en El Pozo- y a la Universidad Tecnológica Nacional. Así, la zona se vuelve un lugar propicio para la radicación de estudiantes que llegan de otras ciudades. “Los jóvenes son clientes potenciales de kioscos, bares y otros ámbitos de esparcimiento que refuerzan la tendencia gastronómica del barrio”, sumó el subsecretario de Comercio, Matías A. Schmüth.
Pedro Nievas, presidente de la vecinal Candioti Sud, coincidió en este punto. “Estas calles de casas chorizo, con patios delanteros, que solían tener gallineros y plantas de mandarinas hoy se pueblan de nuevos vecinos. El suelo se ocupa con más gente y se aprovecha de otro modo”, destacó. Su argumento fue reforzado con datos. El vecinalista sostiene que entre los censos de 2001 y 2010 la población de barrio Candioti se incrementó un 45 % incluso cuando el crecimiento de toda la ciudad de Santa Fe fue del 5,5 %. Nievas, que vive en Candioti Sud desde hace cuatro décadas, contó que a partir de este crecimiento proliferaron los servicios: “En el barrio hay 180 locales comerciales de toda índole”, arrojó sin titubeos.
El Molino, la Estación Belgrano y, entre ambos, el Mercado Progreso y la Feria del Sol y la Luna de la plaza Pueyrredón que se realiza todos los domingos promueven un corredor peatonal de quienes disfrutan del bulevar como paseo y lo recorren a pie.
45 % creció la población de barrio Candioti, entre los censos de 2001 y 2010. En ese período, el incremento en toda la ciudad de Santa Fe fue del 5,5 %.
2 locales gastronómicos cada tres manzanas hay, en promedio, en barrio Candioti.