Observatorio Vial APSV
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En la provincia es conocido el número de víctimas fatales ocurridas por siniestros viales, sin embargo, aún se desconocen los efectos de los mismos sobre la morbilidad en la población. En este contexto, se está trabajando en una investigación sobre la estimación de los Años de vida perdidos y Vividos con discapacidad (DALYs) como consecuencia de la siniestralidad vial para la población de la provincia de Santa Fe a partir del año 2015. Se utiliza la metodología propuesta por Murray y López (1996) sobre GBD a través de la herramienta "Road Safety Calculator" para logra estimar los años de vida perdidos como consecuencia de los siniestros viales, definidos éstos como la diferencia entre la expectativa de vida y la edad de fallecimiento de las víctimas, y los años vividos con discapacidad o "mal" vividos de los lesionados por el tránsito, que se ajustan a partir de parámetros establecidos internacionalmente según la gravedad de las lesiones padecidas.
A partir de la información provista se puede estimar cuánta salud está perdiendo la sociedad de la provincia de Santa Fe como consecuencia de la siniestralidad vial.
En el año 2017 los Años de Vida Perdidos y Vividos con discapacidad (DALYs) por ocurrencia de siniestros viales fueron 29.796 para toda la Provincia. La desagregación de DALYs según sexo, edad y tipo de usuario de la vía, mostró que el perfil de usuarios más vulnerable frente a la siniestralidad vial es mayoritariamente masculino, entre 15 y 39 años, y motociclistas. En tanto que, en el año 2018, los DALYs como consecuencia de la siniestralidad vial en la provincia fueron 31.653. Esto implicó un aumento interanual del 5,95% de la Carga Global por Enfermedad en relación a la siniestralidad vial.
En resumen, los DALYs se concentran en el rango etario que va de los 15 a los 39 años, es decir entre los jóvenes que constituyen la población más vulnerable frente a las consecuencias de la siniestralidad vial. Los jóvenes entre 15 a 39 años, concentran más del 50% de las víctimas, lo que representa un 71% de DALYs en 2018 y un 68 % en 2017. Esto último está relacionado a la naturaleza de los DALYs que aumentan cuánto más jóvenes son las víctimas, poniendo de relevancia el impacto en la salud de la morbi-mortalidad prematura.
Las historias de dolor y resiliencia de las personas que sufren un siniestro vial y deben convivir con la discapacidad desnudan un aspecto muchas veces ignorado o minimizado de la problemática y sus consecuencias. Promover el cambio es posible y necesario. Tomar conciencia de que sufrir alguna limitación física a causa de un hecho vial es una posibilidad real que, en la mayoría de los casos, se podría haber evitado.