Vecinos de Candioti Norte, de la zona de Juan del Campillo al 2100 y 2200, se contactaron con El Litoral para denunciar una seguidilla de hechos de inseguridad bajo una asombrosa modalidad: trepar por los árboles y terminar adentro de los domicilios.
Un vecino, que prefirió reserva de identidad, contó que en la última semana dos casas fueron desvalijadas bajo esta modalidad. “Los árboles de este sector de la ciudad tienen la copa con muchas ramas y hojas. El tronco es bajo, por lo que los utilizan como escalera para subir. Trepan como gatos y si viene alguien pueden ocultarse tranquilamente entre las hojas, porque no se van a ver”, dijo. A eso se le suma el escaso alumbrado público -un foco por cuadra-, que los convierte en perfectos camaleones arriba de los árboles.
En Juan del Campillo al 2100, un solo foco alumbra por las noches. En realidad la luz es muy débil, otra ventaja para el accionar delictivo. Foto: Guillermo Di Salvatore.
Por supuesto que cada entradera lleva preparación y no es al azar. Una vecina contó que varios días antes “hacen inteligencia”. Pasan tipo 9 de la noche y van tocando timbre diciendo que son vendedores de bolsas de residuos, o de medias… pero te das cuenta que son excusas. Llevan dos pares de medias o cuatro bolsitas. Es obvio que andan tanteando y estudiando los movimientos de la gente. Y cuando tocan y no responde nadie aprovechan para trepar por los árboles y meterse. Ingresan por techos, ventanas o balcones”.
El reclamo por seguridad es unánime en Candioti Norte. Piden patrullajes permanentes y que vuelvan los policías caminantes.
Trabajos de poda
Además de advertir la situación porque puede suceder en otros barrios, los vecinos de barrio Candioti, puntualmente de calle Juan del Campillo al 2100 y 2200, piden a la Municipalidad la poda de los árboles, sobre todo de las ramas que ya llegan y tocan los frentes de los domicilios porque es muy fácil el ingreso a los techos y desde allí al interior de las casas.
“Hace muchos años podé un árbol y me pusieron una multa. Así que no lo hago más”, dijo una señora que miraba por la ventana cuando El Litoral recorrió el barrio. Y agregó: “Que vengan los municipales porque pago mis impuestos. No es que prefiera a los ladrones pero una multa de esas no la pago más”.
Además, otra razón que explica la necesidad de tareas de poda es que los días de viento se mueve el tendido eléctrico, situación que podría dejarlos sin energía o producir un accidente de cortarse un cable.
Por último, los vecinos que conversaron con El Litoral pidieron el reemplazo del foco de la cuadra por iluminación led o por otro “tradicional” que funcione bien y no se apague cuando sopla un poco de viento.