Sábado 9.4.2022
/Última actualización 11:36
Un año pasó desde que Argentina legalizó el cultivo, transporte y consumo de cannabis de forma controlada con fines terapéuticos, a través de un programa del Ministerio de Salud. Hasta hoy son 55.502 los ciudadanos que accedieron al denominado Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN) y así tienen permiso para hacerlo. Todos salieron del marco de la prohibición y ya no corren riesgos de ir presos por usar marihuana.
El Litoral quiso saber cuántos de ellos son santafesinos. Pero el Ministerio de Salud no cuenta con el dato desagregado por provincia. Desde marzo del año pasado, el REPROCANN recibió un total de 123.063 solicitudes de adhesión, de las cuales 55.502 fueron aprobadas, mientras que 67.561 están pendientes, por inconvenientes de vinculación o administrativos, se informó.
¿A qué están habilitados? A moverse dentro del territorio nacional con frascos de aceite de cannabis, con hasta 40 gramos de flores (o seis frascos), a sembrar y cosechar en sus casas hasta 9 plantas florecidas en un espacio máximo de seis metros cuadrados.
El registro no especifica la forma de consumo, si se fuma, se vapea, se produce aceite o si se utiliza en la elaboración de un alimento. Sólo se registra el pedido, los datos del cultivador y la indicación médica. Lo importante es el efecto terapéutico del uso.
"Yo consumo desde hace bastante tiempo y con el carnet que me habilita ahora quiero evitar el maltrato policial en la calle o que mis vecinos me hostiguen porque tengo la plantita en mi casa", le dijo Guillermo a El Litoral. Este santafesino es uno de los que tramitó el permiso. Lo inició hace algunos meses atrás vía web tras solicitarle la indicación a su médico. "Fue bastante sencillo y me ayudó un amigo -contó-, es algo liberador, me hace feliz".
El REPROCANN es una base de datos diseñada para poder registrar a aquellas personas que cuenten con las condiciones para acceder a un cultivo controlado de la planta de cannabis, con fines de tratamiento medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor. La inscripción es gratuita y concluye con la extensión de un certificado de cultivo autorizado por el Ministerio de Salud de la Nación.
"Cuando fui al doctor para que me lo indique, me preguntó cuánto tiempo hace que fumo y para qué lo hago. Le expliqué que lo hago hace varios años, por las noches, para 'bajar'", contó Guillermo. Tras escuchar su relato el médico le indicó una serie de estudios y tras observar los resultados, se lo recetó como tratamiento para la ansiedad. Así de sencillo. Es que el REPROCANN no limita patologías.
"Todo el trámite me demandó alrededor de un mes", contó el entrevistado. Recibí un documento en formato PDF que lo descargué. "Con esa información elaboré un carnet con un código QR que lleva hacia el sitio web a donde están toda la documentación que me habilita".
Para inscribirse al REPROCANN son necesarios tres pasos: obtener una indicación médica, que se haya firmado un consentimiento en las condiciones establecidas, y que haya cumplido con los requisitos y los trámites. Punto.
Los datos se validan a través de la plataforma Mi Argentina y son confidenciales, es decir que se protege la identidad. El trámite puede ser personal o a través de un tercero, que también puede ser una organización civil.
El programa a su vez va más allá. También habilita a que un tercero realice el cultivo. Aunque sólo puede haber un autocultivador por cada domicilio registrado.
Esta legitimación para los cultivadores de marihuana parecía impensada no hace mucho tiempo atrás. Incluso el desconocimiento de las normas vigentes sorprende hoy a muchos desinformados al enterarse.
"La verdad que no tuve ningún drama al tramitar el permiso", dijo Fausto Botta, un reconocido militante santafesino que junto a un grupo de pares luchan desde hace años por la legalización del cannabis. Al igual que Guillermo, él y otros militantes ya cuentan con la licencia REPROCANN. Ellos conformaron la Asociación de Usuarios y Profesionales para el Abordaje del Cannabis y otras Drogas (AUPAC Santa Fe) y forman parte del Concejo Consultivo del Cannabis Medicinal de la provincia. "Yo lo tramité con el dispositivo médico de la AUPAC", contó. "Fue algo sencillo". Y luego destacó que la patología por la cual se obtiene el permiso es confidencial, "es algo personal". Tiene que ver con el derecho a la privacidad de cada paciente.
"Me inscribí no sólo por mi interés particular, sino también para poder cultivar para la asociación", aclaró luego Botta, "para abastecer a todos".
-En tu militancia pro cannábica, ¿padeciste persecución?
-No. Pero sabemos que muchas veces realizan allanamientos a personas que tienen el REPROCANN porque todavía la justicia penal no está bien informada al respecto. Por otra parte, hay una persecución histórica que padecen todos los trabajadores y trabajadoras del cannabis en general que vienen construyendo desde hace años un conocimiento, un saber hacer, que debieron iniciar en la clandestinidad y bajo la amenaza permanente del Estado, sumado a la estigmatización social general.
Botta dice ello con conocimiento de causa. Su experiencia como biotecnólogo y docente de la UNL lo llevó a dirigir un proyecto de extensión de interés social que se denomina "Cannabis, Ciencia y Sociedad". "Hoy vemos que a pesar de que existen normas claras (como el REPROCANN) se mantiene la persecución, sigue habiendo gente presa por esto, mientras el gobierno se muestra más preocupado por garantizarle el acceso a grandes empresas o capitales (en el mercado) que a un autocultivador que ahora debe decidir si entrega su conocimiento construido en años a alguien a cambio de un sueldo. Ello es preocupante".
Justamente el proyecto de extensión universitaria que dirige Botta busca construir conocimiento sobre la materia entre el ámbito académico y la sociedad cannábica. "Un conocimiento con respaldo científico y social sobre el cannabis, la planta y sus usos, para la divulgación", sintetiza el biotecnólogo. Información de utilidad construida de forma horizontal para beneficiar a quienes lo utilizan.
Aquellas personas interesadas en acceder al REPROCANN pueden encontrar información útil y realizar el trámite vía web. También pueden contactarse en Santa Fe con AUPAC.
En paralelo, el Estado avanzan en la producción del aceite de cannabis para uso medicinal y la provincia de Santa Fe es pionera en ello, con la primera producción lanzada por el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF). El mismo es muy demandado para los tratamientos de epilepsia refractaria, entre otras patologías.
AUPAC Santa Fe. Tel 342 626-8717.