Qué pasó con la producción provincial de cannabis medicinal en Monte Vera
Un informe elaborado por la gestión anterior asegura que se dejó de producir y “se abandonó el proyecto”. En cambio, las nuevas autoridades dicen que está “pausado”. Lo cierto es que el invernadero ya no tiene plantas ni se continuaron las obras que estaban en marcha.
Qué pasó con la producción provincial de cannabis medicinal en Monte Vera
Las plantas de cannabis que habían sido sembradas por el gobierno provincial en el Centro de Investigación y Desarrollo de Cannabis medicinal, Acuicultura y Agroecología (CIDCaM) de Monte Vera ya no están en el lugar. Habían sido cultivadas durante la gestión anterior y estaban destinadas a investigar, desarrollar y producir aceite medicinal. Un informe al que accedió El Litoral da cuenta de que el proyecto, tal como había sido pensado, ya no continúa. El nuevo gobierno provincial, en cambio, quiere realizar modificaciones al mismo, por lo que decidió ponerle una “pausa”.
El proyecto de cultivo de cannabis con fines medicinales había surgido hace unos siete años atrás, cuando con el cambio de la normativa nacional la provincia de Santa Fe decidió iniciar las primeras etapas de desarrollo científico en la materia. Durante la gestión del ex gobernador Miguel Lifchitz se dieron los primeros pasos, pero poco se pudo hacer al respecto, ya que todo era muy incipiente. Mientras que en la gestión de Omar Perotti en julio de 2022 el proyecto fue iniciado, junto al INTA y el Ministerio de Salud, a través del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF), con la autorización del Ministerio de Salud de la Nación bajo la resolución N° 1485/2022.
Primera cosecha de plantas realizada hace dos años atrás en Monte Vera. Archivo
Se creó el CIDCaM con el objetivo de realizar los ensayos para la investigación del cannabis medicinal, el desarrollo y la transferencia técnica con la comunidad. Para ello, se crearon invernaderos, se cultivó la planta, se comenzó a construir un área de secado y un laboratorio. Había visitas guiadas, charlas, y vinculación científica. En un año y medio se concretaron 25 eventos de divulgación, educación y transferencia.
Cambios
Con el cambio de color político en el gobierno provincial -en diciembre pasado-, desde la gestión saliente dicen que hubo un “abandono del proyecto, obras en construcción, vinculaciones alcanzadas y ensayos en camino del proyecto”, según se detalla en un informe sobre el estado de situación del CIDCaM.
El mismo informe indica que “de un cultivo a campo bajo cubierta de media hectárea sólo quedó bajo funcionamiento una pequeña parcela de camellón de cultivo”. Además, la infraestructura que había sufrido daños durante una gran tormenta en la anterior gestión, “no se terminó de arreglar”. Pese a la presencia de cámaras de seguridad y la custodia policial 24 horas, un cultivo de invernadero híbrido automatizado con 80 plantas en estado vegetativo “sufrió dos robos, mientras que el resto fue destruido por decisión ejecutiva”. Y una sala de madres con 7 genéticas disponibles se encuentra sin mantenimiento mínimo y sin generación de clones o procesos de selección.
El predio está ubicado en Monte Vera. Fernando Nicola.
Por otra parte, la maquinaria de trimado y deshidratación de materia prima y embalaje “se encuentra en descuido”. Y al personal capacitado desde los inicios del CIDCaM “no se le renovaron los contratos”, mientras que “el personal en planta fue despedido”, aseguran.
En consecuencia, “el centro se encuentra cerrado al público, sin vinculaciones, sin respuestas con respecto a la continuidad y sin producción de ensayos para la generación de materia prima”, concluye el informe.
Generación de aceite
Fuentes consultadas por El Litoral señalan que se trata de la interrupción de un proyecto que había demostrado un gran potencial para contribuir al avance científico y tecnológico en el campo del cannabis medicinal, que permitiría la generación de un aceite, lo que posibilitaría un acceso seguro, garantizando la soberanía en materia de salud para muchas familias santafesinas.
El secadero que se construyó durante la gestión gubernamental provincial anterior en Monte Vera. Mauricio Garín (Archivo).
En noviembre del año pasado, antes de finalizar su mandato, las autoridades salientes del CIDCaM elaboraron un informe técnico que resume todos los avances. El mismo se dio a conocer y es de acceso público.
-Un informe elaborado por la gestión anterior da cuenta de que lo que se hizo en el predio del Cidcam con el cambio de gestión quedó en la nada, ¿esto es así? -consultó El Litoral a Erica Hynes, actual secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia.
-Nosotros recibimos una impresión de cómo estaba funcionando ese centro. Cuando pudimos ingresar encontramos una obra que no está terminada. Además, el invernadero a donde se realizaban los cultivos no controla foto períodos, es decir que no se puede realizar ningún ensayo científico ya que no se puede programar el período de luz al cual están expuestas las plantas. Tampoco tiene riego automático, por lo que hay que regar manualmente con mochilas. Y el invernadero no tiene la instalación eléctrica correctamente hecha, por lo cual en el verano puede llegar a levantar hasta 60° C de temperatura, según nos dicen los trabajadores. A esto se le suma que tampoco había una política de cultivo en torno a cómo se controlaba la genética. La primera cosecha se hizo con diversidad genética porque se recibieron plantas de distintas personas que tenían certificados de Reprocann (Registro del Programa de Cannabis). La segunda cosecha sí se controló eso, había plantas de dos cultivares. Pero desde el punto de vista científico era muy difícil poder obtener resultados de estos cultivos. Encontramos fallas. No estábamos satisfechos. A esto se le suman una serie de irregularidades sobre la gobernanza del sitio, porque no está creado por decreto, simplemente hay una resolución del ministro anterior que le cambió el nombre al predio y le puso CIDCaM, pero no tiene ni un renglón presupuestario para funcionar. Entonces, por todo esto decidimos poner una pausa, no seguimos cultivando por cultivar, porque nuestra función es favorecer la investigación.
Estas eran las plantas que se habían sembrado y ya no están. Mauricio Garín (archivo).
-¿Qué hicieron desde entonces?
-Tuvimos rondas de diálogo con muchos actores del ecosistema, desde gente con certificados del Reprocann hasta personas que quieren convertirse en pequeños productores de cannabis medicinal, sumadas las asociaciones y las madres que autocultivan en Rosario. Notamos que hay diversidad de demandas. Algunos lo ven como una unidad de demostración para ir a aprender buenas prácticas que luego pueden aplicar en sus emprendimientos, otros lo ven como un espacio a donde el Estado debe cultivar para proveer el aceite de cannabis a la población a través de los efectores de salud, también están los que lo ven como un espacio para emprendimientos, y todo esto atravesado por la normativa vigente que indica lo que se puede hacer. Ello nos dio la pauta de que había que ponerlo en pausa y antes de continuar ejecutando una praxis que no tenía un objetivo claro, diseñar esos objetivos, y ponerlos en un marco más amplio junto a otras plantas autóctonas muy interesantes en recursos genéticos y biológicos que se pueden poner en valor, ya que hay mucha investigación sobre ello en nuestro territorio.
Así era el invernadero del CIDCaM de Monte Vera hasta el año pasado. Archivo.
-¿Cuál es la política del gobierno provincial sobre el cannabis medicinal?
-Es un tema que atraviesa distintas áreas de gobierno como Salud, Innovación, Ciencia, Tecnología y Producción. Nosotros en el año 2019, durante la gestión del gobernador (Miguel) Lifchitz, cuando el actual gobernador (Maximiliano Pullaro) era ministro de Seguridad, habíamos trabajado un proyecto al respecto. Recién se había modificado la ley nacional sobre el tema. Pretendíamos realizar un trabajo integral. Pero en ese momento la legislación era muy reciente y no pudimos avanzar demasiado. El LIF había intentado importar material vegetal para realizar ensayos y no pudo conseguir los permisos que se necesitan. Cuando cambió la gestión, (Omar) Perotti lo tomó con otra impronta. Abrió el CIDCaM en Monte Vera e inició el cultivo de la planta para el cannabis medicinal. Cuando asumimos nosotros tomamos esta gestión e iniciamos un trabajo de organización del área para darle un objetivo claro que tenga que ver con el para qué quiere el Estado cultivar cannabis, que esos objetivos estén ligados a la investigación, la innovación y que sea una unidad demostrativa para aquellos productores autorizados que pretendan capacitarse, a través de un vínculo con las asociaciones autorizadas al autocultivo.
Vista del invernadero hoy, sin las plantas, con yuyos. Fernando Nicola
Pero en el medio de este camino hubo también un cambio en la mirada que tiene ahora el nuevo gobierno nacional sobre el tema. “En forma concomitante, al cambiar el gobierno nacional, el Estado Nacional tomó otra determinación respecto de cómo se entregan los certificados a autocultivadores agrupados en el Reprocann”, dijo Hynes.
En este contexto, “estamos evaluando realizar una reestructuración del área para que sea un espacio más amplio que el cannabis. Pero de ninguna manera hay un deseo de desmantelar el lugar. Queremos tener una planificación estratégica para que esto tenga resultados”, aseguró la secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia.
El Laboratorio Industrial Farmacéutico de la provincia elabora el aceite de cannabis que luego distribuye entre los pacientes a quienes los médicos se lo indican para los distintos tratamientos en salud. Para lograr producir ese aceite actualmente se importa un principio, que son cristales de cannabinoides, se diluyen en un aceite y se prepara la formulación. Cuando se comenzó a producir el cannabis en el CIDCaM se pensó en alcanzar a futuro la calidad necesaria para que la provincia pueda abastecer al LIF con materia prima sin la necesidad de importarla. “Ello no sólo no se alcanzó a hacer sino que es técnicamente bastante difícil de logarlo”, dijo Hynes, “porque el LIF tiene una planta de grado farma, por lo cual la materia prima que allí ingresa requiere un grado de pureza bastante difícil de alcanzar”.
Uno de los laboratorios que se estaban construyendo en el lugar. Mauricio Garín (Archivo).
-Por último, el giro en la posición política del gobierno nacional en la era Milei respecto del cannabis ¿incidió en las políticas provinciales?
-No podría afirmarlo en todo el gobierno -contestó Hynes-. Conocemos a través de la información publicada en los medios de comunicación que han parado la entrega de nuevos certificados de Reprocann. Ahora bien, en ciencia y tecnología sabemos que no es un tema priorizado. El sector tiene otra discusión que no pasa por esto, sino por el parate al financiamiento. No se ha dicho nada de forma explícita, ni a favor ni en contra. Desconozco si existe una política sobre el tema. Lo que hay es un desaliento general sobre la temática, uno lo puede percibir, pero no tengo ninguna comunicación oficial al respecto.