Gastón Neffen | [email protected] | @gneffen
En una entrevista con El Litoral, dijo que es clave generar más oportunidades de trabajo, avanzar con los servicios en los barrios y profundizar políticas estratégicas, como los jardines maternales, las escuelas de trabajo y las obras para mitigar el riesgo hídrico.
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El diputado nacional Albor “Niky” Cantard era un candidato que ya se estaba moviendo en el tablero político de la ciudad, al participar junto al intendente José Corral en inauguraciones y actos, y este miércoles a la mañana largó primero en la carrera para ser intendente en representación del sector que lleva once años gobernando la ciudad, primero con la intendencia de Mario Barletta y con las dos gestiones de Corral.
En una entrevista con El Litoral, Cantard dijo que aspira a ser el candidato de “consenso” de Cambiemos en la ciudad y planteó que no ve una elección polarizada con el socialismo, sino una pulseada entre tres fuerzas políticas, por la probable unidad del justicialismo. Durante la campaña contará sus propuesta concretas, pero adelantó que profundizará políticas inclusivas, como los jardines maternales y las escuelas de trabajo, y también apuesta a conectar a los investigadores con los emprendedores para que puedan generar más empleo y oportunidades.
— ¿El caudal de votos que logró en la elección para diputados nacionales en la ciudad fue una de las razones para lanzarse a la carrera para la intendencia?
— Si, en Santa Fe la lista que encabecé logró más de 97.600 votos y fue un factor que tuvo peso al momento de decidir en nuestro sector esta candidatura, a sabiendas de que no es lo mismo una elección para diputados, que para concejales o intendente y que no hay que creérsela. Pero la verdad es que fue una gran elección, particularmente en la ciudad.
— En una elección local, como la de intendente, ¿cuánto puede incidir la coyuntura nacional, que en la elección pasada era favorable para Cambiemos y ahora, en cambio, es más complicada?
— Yo diría dos cosas: en primer lugar, que el año que viene vamos a comenzar a sentir una mejora bastante importante en relación a un año tan difícil como el que estamos terminando de atravesar. Y en segundo lugar, que se trata de elecciones diferentes. El año pasado, yo concursaba por un cargo nacional, entonces el contexto era nacional. En una elección local, la situación nacional va a tener influencia pero no en la misma magnitud, porque vamos a discutir los proyectos para la ciudad y como planificar la Santa Fe del futuro.
— ¿En Cambiemos va a haber internas para el cargo de intendente?
— Yo aspiro a que no y confío en encabezar una lista de consenso, que es una de las fortalezas de Cambiemos. Pero cualquier dirigente tiene derecho a participar, así que vamos ver.
— ¿Cómo analiza el escenario de la elección para intendente? ¿La parece que se va a polarizar con el socialismo, por lo que sucedió en la última elección de concejales, o ve una contienda dividida en tres fuerzas, sumando al justicialismo?
— Primero, habría que saber concretamente quiénes van a ser los candidatos de los otros partidos, le presumimos pero no lo sabemos con certeza. Yo veo un peronismo que se está agrupando y va a ser una fuerza importante. De hecho lo que sucedió con la presidencia del Concejo es una muestra de ello, así que no anticipo una elección polarizada, sino más bien con tres fuerzas compitiendo. Incluso, creo que si el justicialismo confirma un acuerdo interno puede tener una performance superior a la de la última elección de concejales.
— Usted va a ser el candidato a intendente de un sector que lleva tres gestiones gobernando la ciudad. En parte es una fortaleza pero también supone el desafío de marcar la propia singularidad y no ser sólo el que acompaña en las fotos.
— Cuando se eligen cargos ejecutivos se valora más quién es la persona que está propuesta para llevar adelante una gestión que quien la está acompañando. Me parece que por el posicionamiento en la elección pasada y mi experiencia política universitaria hay un conocimiento de mi perfil personal y profesional, que es el de un gestor, sin desvalorizar mi actividad legislativa. Es lo que hice en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, luego en el rectorado de la UNL y también en la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación durante dos años. Por eso creo que la ciudad me va a ver como una persona particular, con mi propia impronta, por supuesto que pertenezco a un grupo político determinado, que es el oficialismo, que tiene un balance altamente positivo en la gestión de la ciudad durante estos 11 años. Si yo pienso cuál ha sido la marca de todas mis gestiones, tanto en la universidad como en el Ministerio de Educación, creo que se han caracterizado por ser altamente participativas, de escuchar mucho a los diferentes actores. El primer paso, siempre es la humildad de estar siempre con el oído más abierto y la boca más cerrada; y a partir de ahí determinar, con tu propia impronta, cuáles son los objetivos centrales y las prioridades.
— ¿Si llega a ser intendente cuáles van a ser esas prioridades?
— Hay pasos que se han dado en los que no hay que retroceder sino reafirmarlos, como las escuelas de trabajo, los jardines maternales, y nosotros a lo largo de la campaña, con nuestros equipos de trabajo, vamos a plantear cuáles son las que nos parecen las prioridades para la Santa Fe de los próximos diez años. Estoy conformando un equipo de trabajo para planificar esos proyectos y luego ejecutarlos. La ciudad está mucho mejor, pero los reclamos siguen estando: transporte, bacheo, el tema seguridad, que es imposible sacarlo de la agenda.
— La ciudad tiene dos accesos importantes que suelen “trabarse”, como sucede en la ruta 168 y el Puente Carretero.
— La nueva conexión entre Paraná y Santa Fe va a ser clave para destrabar uno de estos problemas y aquí hubo una pelea muy importante de José Corral para que sea esta la traza y no otra que se pretendía, porque tiene mucho que ver con la movilidad que necesita la ciudad y también para repotenciar el Puerto de Santa Fe, que es un viejo anhelo de los santafesinos. Y no hay que renunciar al reclamo de una nueva conexión entre Santa Fe y Santo Tomé. Tengo a mi mamá y me hermana viviendo en Santo Tomé y se lo que implican las demoras en los horarios pico. Es una necesidad y hay que seguir insistiendo para que esta obra, o alguna otro solución que se acuerde, se concrete. Es un tema en el que tienen que trabajar juntos los intendentes de Santa Fe, Santo Tomé y el gobernador de la provincia.
— Si es electo, ¿le va a dar continuidad a las políticas para mitigar el riesgo hídrico?
— Uno de los saldos de las últimas gestiones ha sido trabajar en las obras que no se ven: los desagües y las estaciones de bombeo. Hace unas semanas se acumularon 180 milímetros en 30 horas y no fue necesario evacuar a una sola persona en la ciudad y si se lo compara con las situaciones que habíamos vivido anteriormente es indudable el cambio. Hay obras que hoy están con dificultades, que hay que resolver rápido. El desagüe Espora, por ejemplo, es esencial para esa zona del norte de la ciudad. Ahora viene la demanda siguiente: que llegue el asfalto a más sectores y avanzar más con las cloacas. El problema que teníamos en Santa Fe, cuando la gestión no se planificaba, era que se hacía un asfalto liviano unos meses antes de unas elecciones y cuatro meses después estaba todo roto. La gestión actual del municipio y también la de Mario Barletta, puso como eje central la cuestión del riesgo hídrico y en eso se ha avanzado muchísimo y hay que seguir adelante con las obras.
— ¿Cómo hay que encarar el desafío de bajar los índices de pobreza y marginalidad?
— A 35 años de la reinstauración de la democracia, es la gran deuda de la dirigencia política argentina. No solo no hemos podido revertir esta situación, sino que se ha agravado. A principios de este año estábamos reduciendo los índices de pobreza y luego, con la recesión, obviamente fue un año de retroceso. El camino es enfrentar las causas y las cuestiones estructurales. Tenemos un tercio de la población bajo la línea de pobreza y entre los chicos esto se agrava y las cifras son alarmantes. Los índices de deserción escolar también son negativos: la mitad de los chicos no termina la secundaria. La única forma es el trabajo conjunto para generar condiciones de crecimiento del país. Estoy convencido de que las duras medidas que se tomaron este año para lograr el equilibrio fiscal son un paso doloroso pero necesario. Es ilusorio pensar que podemos crecer gastando más de lo que generamos porque en forma cíclica lleva a una crisis, como viene sucediendo. Necesitamos un país en el que la inversión productiva no tenga la carga impositiva que tiene en la actualidad. Esto hay que ir reduciéndolo, aunque el gobierno, en contra de su propia posición ideológica, tuvo que volver con algunos impuestos como las retenciones.
— ¿Qué se puede hacer desde un gobierno local?
— Hay que trabajar para generar oportunidades de trabajo, alentando a los emprendedores. Santa Fe es una ciudad de gente con muy buenas ideas y mucha capacidad de trabajo. Tenemos tres universidad, un centro científico tecnológico de primer nivel, una relación de investigadores por cantidad de habitantes que es de las más altas del país; entonces hay que apuntar a la educación y generar más actividades económicas para reducir la pobreza. En el mientras hay que mantener la asistencia social, pero la cuestión del futuro tiene que ser encarada desde otro lugar.