Nicolás Loyarte
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@nicoloyarte
Semáforos que no funcionan, saturación vehicular durante los días y horarios pico y obras inconclusas provocan serios inconvenientes en el tránsito.
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El tránsito sobre la ruta provincial N°1 se tornó peligroso durante los últimos meses debido a las obras de transformación inconclusas, la falta de señalización debida y el desconocimiento de quienes la transitan de forma ocasional y buscan acceder a algunos de los barrios de la zona de la costa santafesina a través de las colectoras que no están terminadas.
A los factores antes mencionados se debe sumar el hecho de que algunos semáforos no funcionan y que, ante el desconcierto que genera, muchos conductores realizan maniobras indebidas y ponen en riesgo tanto su vida como la de los demás. Cabe aclarar que a veces estas maniobras son porque las señales de tránsito son poco claras.
Los fines de semana son el peor momento para transitar la ruta 1, sobre todo en el tramo que va desde el kilómetro 0 —en su intersección con la ruta nacional 168— hasta la jurisdicción de Rincón (6,4 kilómetros). Los conductores ansiosos por llegar a destino no respetan las normas de tránsito, circulan por zonas en obra, a contramano, y sin respetar el semáforo, cuando funciona.
La gran cantidad de gente que viaja hacia las quintas por la mañana y retorna a casa por la tarde-noche colapsa el tránsito sobre la ruta 1. Entonces los semáforos se tornan en estorbos para avanzar, hay vehículos que se recalientan por circular a paso de hombre y se producen choques debido a las constantes frenadas.
Relatos del “tránsito salvaje”
“Es muy peligroso lo que está pasando”, dijo el vecinalista de Villa California, Roberto Romero. “Los semáforos están desincronizados, las colectoras a medio hacer, y hay que reconocer que la gente hace lo que quiere, sin importarle las normas de tránsito”, agregó.
En el mismo sentido, Oscar Signe, que es vecinalista de Colastiné Norte, describió a la ruta como “una autopista con semáforos, que encima están desincronizados y el 70 por ciento no funciona”.
“Los obreros ponen conos que no se ven y reducen la calzada, las colectoras están descalzadas, los retornos sin terminar o mal hechos, como el que está a la altura del Cementerio de Rincón, que no cuenta con el radio de giro necesario”, se quejó Signe, quien transita la ruta a diario.
Una vez finalizada la tan ansiada obra de transformación de la ruta 1 en autovía, será necesario ejecutar las obras de asfalto de las calles colectoras y la colocación de nuevas garitas para esperar el colectivo. Mientras tanto, los vecinos deben esperarlo sobre la calle de tierra, a la intemperie y con el consecuente peligro vial.
Se espera que la tantas veces postergada finalización de obra llegue en el transcurso de este mes. Mientras tanto, Vialidad Provincial elabora los pliegos para licitar luego la pavimentación de las colectoras y entubar los desagües que faltan.
Reclaman bicisendas
Los vecinos de los barrios de la Costa organizaron una bicicleteada a realizarse el próximo sábado 6 de agosto, a las 10.30, desde el km. 2,8, para reclamar la inclusión de una bicisenda en la obra de transformación vial de la ruta 1.
Los reiterados anuncios de finalización de obra que nunca se cumplieron: