Salomé Crespo
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La conferencia San Vicente Paul de Buenos Aires, de la cual depende la Casa Cuna “Atanasia H. de Durán” solicitó ayer la renuncia de la comisión directiva a cargo del hogar. El pedido formal fue realizado tras detectar supuestas irregularidades en la administración de la histórica institución, que aloja a niños separados de sus familias ante casos de vulneración de derechos. En tanto, el subsecretario de Niñez, Cristian Allende, anunció a El Litoral que este año la provincia duplicará los fondos para su funcionamiento.
Las presuntas irregularidades tomaron estado público ayer, cuando el recientemente designado como tesorero del hogar, Leopoldo Albizzati, en un raid mediático brindó detalles escabrosos sobre el estado de Casa Cuna y en particular de los 33 menores allí alojados, quienes llegan derivados desde la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la Provincia y tras la intervención de la Justicia.
Albizzati dijo que no había dinero para alimentar a los niños, que tenían la ropa rota y se explayó sobre el pésimo estado edilicio. Por otro lado, manifestó que había inmuebles propiedad del hogar que estaban siendo mal administrados.
Esta mañana, en una entrevista con El Litoral, tanto el tesorero como el nuevo presidente de la comisión directiva, Néstor Haquin, brindaron detalles de la situación que atraviesa Casa Cuna, pero con prudencia y bajando el tono de la denuncia.
— ¿Cómo surge la designación de la nueva comisión y la investigación del funcionamiento del hogar?
— Néstor Haquin: La institución madre acumuló disconformidad respecto de la administración del hogar, en la gestión. Les pidió la renuncia y accedieron. El disparador fue la presentación de un balance al 30 de junio del año pasado con un resultado negativo importante. Eso no gustó. A eso se suma: pérdida de socios, ingresos que cayeron, sueldos que siguieron subiendo y una total falta de reacción de parte de la comisión. Por otro lado, así como hay personal formal, hay otro tanto como ‘voluntariado’, una figura que realmente llamó la atención y cobraban sueldo, por tareas que en algunos casos no se justifican. Así lo designan como ‘organizador’ a Albizzati.
— ¿En qué instancias se encuentra la investigación?
— N. H.: Estamos iniciando una transición que queremos que sea lo más prolija y ordenada posible. Se juntarán ambas comisiones para trabajar en ese sentido. Primero nos vamos a informar y posteriormente, ver si se cometió algún hecho de corrupción. No podemos descartar ni confirmar nada aún. Trabajamos sobre la base de que la gestión ha sido deficiente, si fue por mala gestión o por corrupción lo vamos a verificar. Estamos para eso, no para tapar las cosas porque nosotros dependemos de la confianza de la gente, que nos aportan en gran parte para el funcionamiento. Entonces, necesitamos recuperar la confianza de la gente, por eso debemos demostrar que somos confiables.
— Leopoldo Albizzati: Estamos esperando que nos entreguen los libros de actas porque se los llevó la comisión directiva saliente. Falta documentación. Se va a realizar una auditoría contable, esperaremos el resultado.
— ¿Cuál es la evaluación que hacen sobre el estado de los niños y del edificio?
— N. H.: Debemos separar la cuestión administrativa del hogar y lo que tiene que ver con lo netamente operativo, la atención y el cuidado de los chicos. Por ley la Provincia incluso tiene personal asignado en el hogar para la atención de los menores, maneja un equipo técnico dentro del hogar. El cambio de autoridades no significa que le va a faltar algo a los niños, eso está asegurado. Queremos llevar tranquilidad.
— L. A.: La casa está en mal estado. Las nuevas construcciones carecen de agua y gas, hay obras incompletas, estufas rotas, muebles, vidrios y aberturas rotas. Hay falencias que solucionar. Por eso necesitamos que la sociedad santafesina colabore.
Más fondos para cubrir los gastos
El subsecretario de Niñez, Cristian Allende, adelantó que a partir de 2015, el hogar recibirá el doble de fondos. La Provincia comenzará a aportar desde marzo, retroactivo a enero, unos 200 mil pesos mensuales para el funcionamiento y atención de los niños.
“Lo que cobremos este mes, retroactivo a enero, nos va a servir para pagar los sueldos del personal de febrero, que estaban atrasados”, precisó Néstor Haquin.
Sobre el estado de los niños y la atención que reciben en el hogar, Allende fue contundente con su respuesta: “Con total confianza y tranquilidad puedo decir que tanto la educación como la salud, están garantizadas. Los niños de Casa Cuna que están en edad escolar, van a la escuela. Y están referenciados al centro de salud Mendoza Oeste, ahí hay una médica que los atiende particularmente”. Allende agregó que además cumplen con actividades por fuera de la casa como talleres, deportes y campamentos.
En cuanto al cuidado de los menores, el funcionario dijo que “se mejoró incrementando la cantidad de cuidadores y sumando personal técnico” mientras que afirmó que “nunca les va a faltar para comer”.