Muchas veces las acciones que realizan instituciones sociales que trabajan incansablemente para ayudar a personas que viven en extrema vulnerabilidad quedan perdidas en el tiempo o no logran tener visibilización social.
A través del libro "El vuelo sagrado" y el cuaderno institucional de La Casita de Luján buscan dar visibilización a los espacios que trabajan con personas con consumos problemáticos y en situación de calle. "Es un proceso de sensibilización a nivel social de aquellas cosas que no debiéramos estar distraídos", reflexionó el autor, Alberto Trossero.
Muchas veces las acciones que realizan instituciones sociales que trabajan incansablemente para ayudar a personas que viven en extrema vulnerabilidad quedan perdidas en el tiempo o no logran tener visibilización social.
Con la intención de que esta situación cambie y las acciones queden plasmadas y puedan difundirse, el licenciado en Comunicación, Alberto Trossero, Gabriela Campins, referente de La Casita de Luján, presentaron este lunes, en el Centro de Eventos de Jerárquicos Salud, "El vuelo sagrado" y el cuaderno institucional (tipo agenda) del espacio santafesino que se dedica a la acogida, asistencia y acompañamiento de personas en extrema vulnerabilidad social. Estas obras pretenden generar una promoción integral de las instituciones comunitarias.
"Alberto (Trossero) conoció nuestro dispositivo hace unos cinco meses, a través de una entrevista en la que conté a modo personal mi testimonio de vida, cómo fue mi recuperación y cómo se creó este dispositivo del Hogar de Cristo", comentó Campins, en diálogo con este medio.
Tras conmoverse con lo que escuchaba, Alberto Trossero, se puso en contacto con la institución y se ofreció a donar la publicación del libro de su autoría "El vuelo sagrado" y a confeccionar un cuadernillo institucional de La Casita de Luján.
De la presentación participaron también los protagonistas de esta historia, personas que atravesaron el infierno y lograron recuperarse, o están en ese transito. Sus testimonios fueron muy emotivos y describieron una realidad que no debe pasar desapercibida por el resto de la sociedad.
Trossero en diálogo con El Litoral destacó que "en ´El vuelo sagrado` escribo temáticas que tienen que ver con la condición humana de la que se ocupan tanto este espacio (La Casita de Luján) como tantos otros en Argentina y en el mundo, y que tratan de entender al desvalido y desposeído, al que está en extrema vulnerabilidad social".
El comunicador, que está al frente de la editorial "Alma de Arte y Cultura", indicó que "el cuaderno institucional tiene un doble propósito. Por un lado, dar a conocer y profundizar los mecanismos de vinculación de ese espacio, para generar más acompañamiento y comprensión, y forma parte de un proceso de sensibilización a nivel social de aquellas cosas que no debiéramos estar distraídos".
Con la puesta en marcha del proyecto integral, en el que se incluyen estas obras, uno de los objetivos es que sean las mismas personas que asisten a la institución quienes sean los protagonistas y hagan llegar a la sociedad estos libros.
Los derechos del libro "El vuelo sagrado" a beneficio de la institución, al igual que el cuaderno. Se confeccionaron remeras, portafolios y distintivos para equipar a quienes serán capacitados para acciones de comercialización.
"No queremos que el desenlace para un pibe que llega con problemas de consumo o que viva en la calle sea siempre el mismo, cuidar autos o limpiar vidrios. Lo que buscamos junto a Alberto es que sean los mismos chicos, quienes ofrezcan tanto el libro como la agenda, a las librerías de la ciudad, y que puedan tener otra oportunidad", destacó Campins. Al mismo tiempo buscan que estas acciones marquen un precedente para que otras instituciones puedan replicarlo, tanto a nivel provincial como nacional.
Actualmente, el espacio que está incluido en el programa de Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario, y forma parte de la Familia Grande del Hogar de Cristo en Argentina, continúa con su trabajo las 24 horas, que incluye un lugar para alojarse, entregas de 150 raciones de comida diaria y servicio de duchas, sobre todo para las personas en situación de calle.
"En el dispositivo en el que residen 16 chicos, número que va variando. Justamente esta semana una persona que estaba hace siete meses y que veníamos acompañando se retiró, tiene trabajo y una vivienda. Trabajamos para eso", valoró Campins.
La Casita de Luján funciona en un inmueble que se alquila y que sus costos cada vez son más elevados. Por ese motivo, la referente del lugar comentó que están en tratativas tanto con la Provincia como el municipio para poder comprar una casa y que funcione como sede.
"Hasta el momento no tenemos respuestas. El alquiler pasó de $ 15 mil a casi $ 45 mil por mes. El propietario nos hizo una oferta para comprar la casa, pero se nos hace imposible", lamentó la referente del hogar y agregó: "Al ser una obra que le hace tanto bien a la ciudad, ya que en Santa Fe no contamos con ningún parador (activo todo el año), necesitamos el apoyo tanto del gobierno local como de la Provincia".