Nacida el 17 de junio de 1980 en Lynwood, California (Estados Unidos), Venus Ebone Starr Williams Price tiene actualmente 39 años. Hace ocho, en pleno desarrollo del Abierto de Estados Unidos (US Open 2011), Venus anunciaba públicamente que padecía un problema de salud, que le estaba provocando una serie de complicaciones y trastornos físicos que la obligaban a retirarse del torneo poco antes de su partido de la segunda ronda. Así, la campeona del US Open en dos oportunidades (2000 y 2001), abandonaba el popular certamen antes de enfrentar a la alemana Sabine Lisicki y tras haber superado en la primera ronda a la rusa Vesna Dolonts.
“Me diagnosticaron con síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune que es una condición médica que afecta mi nivel de energía, ocasionándome fatiga y dolor en las articulaciones”, explicaba Venus. Tras ese anuncio, y a pesar de los inconvenientes lógicos de la enfermedad, hizo todo lo posible para recuperar su mejor nivel, afrontando la situación con determinación, nuevas rutinas de entrenamiento y algunos cambios en su forma de vida. Uno de ellos lo realizó con su alimentación, al adoptar una dieta vegana que la ayudaría para volver a competir.
Los resultados se dieron con cierta rapidez, ya que, tras un paréntesis de un año aproximadamente, en 2012 volvió a las canchas del circuito en el Masters de Miami, con la intención de demostrar que seguía vigente y tenía las ganas suficientes para volver a lo más alto del tenis mundial. Lo lograría en 2017, con 37 años de edad, al meterse nuevamente en dos finales de Gran Slam, las de Australia e Inglaterra, donde solo lograrían vencerla Serena (su extraordinaria hermana menor) y otra notable tenista de ese momento, la hispano venezolana Garbiñe Muguruza.