El envejecimiento poblacional implica un cambio en la estructura demográfica de una sociedad, donde crecen los grupos sociales de edades maduras —porque en promedio viven más tiempo— y, a la par, es menor la cantidad de grupos de menor edad. En esto último influye también la cantidad de nacimientos de bebés vivos durante un período determinado. Y la ciudad de Santa Fe tiene sus ojos delante de este espejo demográfico, de cara a los próximos años.
En el informe “Santa Fe Cómo Vamos: Especial 10 años” presentado días atrás, se advierte que la estructura poblacional de la capital podría virar hacia ese envejecimiento: entre 2008 y 2018, la tasa de natalidad (el número de nacidos vivos) disminuyó 32%, un elemento que “permite estimar que en los próximos años, la ciudad contará con un importante número de población mayor a 60 años”. También en el informe se toman como base estadística los datos de los últimos censos nacionales.
Argumenta el estudio: “El aumento de la esperanza de vida (a raíz de las mejoras en salud y condiciones de vida) junto a los cambios culturales (retraso de la maternidad, disminución en el número de hijos, inserción en el mercado laboral de la mujer, retraso en la conformación de vínculos conyugales), son factores que contribuyen a este envejecimiento de la población”.
Además, en los últimos 10 años “más de la mitad de las muertes correspondieron a mayores de 65 años, y las causas de fallecimiento están asociadas principalmente a este rango etario (influenza y neumonía, enfermedades cerebrovasculares y del corazón, tumores, etc.)”. En limpio: la mayor parte de total del la población santafesina vive más tiempo (las defunciones ocurren por encima de las 6 décadas y media de vida) y hay menos nacidos vivos.
No obstante ello, el estudio se refiere también sobre las causas de defunción de los jóvenes, fundamentalmente “asociadas a violencia interpersonal y a siniestros viales”. También figura en el informe otra problemática a la que se enfrentan las nuevas generaciones: la autoflagelación. “El monitoreo de la Tasa de Suicidio, a través del seguimiento de las defunciones cuya causa son lesiones autoinfligidas, muestra que las principales víctimas son hombres de entre los 20 a 39 años”.
Según un estudio de enero de 2018 (Unidad de Estudios y Proyectos Especiales de Naciones Unidas y Banco Mundial), “el mundo se encuentra en una etapa de desaceleración del crecimiento poblacional, coincidente con un proceso de envejecimiento global (...). Este proceso es producto de diversos factores, pero se debe principalmente a los significativos avances tecnológicos aplicados a la salud, y a la baja en la tasa de natalidad”.
Agrega ese reporte que en el país, respecto de las tasas de fecundidad (nacimientos por cada mujer) “las mujeres argentinas tienen hoy en promedio dos hijos, mientras que cinco décadas atrás tenían tres”. Y sobre la tasa de natalidad (nacidos vivos en un año cada mil personas), mientras que en 1960 era del 24% en el territorio nacional, en 2015 ese número descendió a 17,4 %. También la tasa de mortalidad se redujo desde 1960: disminuyó la cantidad de muertes cada mil personas en un 57%. Esto puede explicarse también “por los exponenciales avances en la medicina moderna”.
Reconfiguración de las familias
Las configuraciones familiares son otro elemento que permite pensar cómo será la ciudad de Santa Fe en un futuro no muy lejano. El 6% de los santafesinos viven en hogares unipersonales (en el centro se duplica este valor), “y el 49% en hogares de entre 4 y 6 miembros. Si bien el hogar nuclear continúa siendo el tipo más frecuente, los hogares numerosos (6 o más personas) son intergeneracionales”, dice el último estudio “Santa Fe Cómo Vamos”.
Otro dato significativo: “En menores de 20 años los embarazos tienen mayores riesgos de vida para las mujeres, además de que muchos casos son no deseados, sea por falta de información o por situaciones de abuso”. Sin embargo, destaca que desde 2014 hasta este año hay una baja del 28% de nacidos vivos de madres adolescentes.
El informe destaca que desde 2014 hasta este año hay una baja del 28% de nacidos vivos de madres adolescentes.